jueves, 13 de septiembre de 2018

Midterms ('78, '94, '02 y '10)

1978. El partido del Presidente pierde 15 escaños en la Cámara de Representantes y 3 escaños en el Senado; retiene la mayoría en ambas cámaras.



Continúa: Parte 2 / Parte 3 / Parte 4


1994. El partido del Presidente pierde 54 escaños en la Cámara de Representantes y 9 escaños en el Senado; pierde la mayoría en ambas cámaras.




2002. El partido del Presidente gana 8 escaños en la Cámara de Representantes y 2 escaños en el Senado; retiene la mayoría en la Cámara de Representantes y se hace con el control del Senado.




2010. El partido del Presidente pierde 63 escaños en la Cámara de Representantes y 6 escaños en el Senado; pierde la mayoría en la Cámara de Representantes y retiene la mayoría en el Senado.


10 comentarios:

  1. Hola Antxon,
    Como ves las mid-terms??
    Habra cambio de mayoria en la Camara de Representantes? Y en el Senado?
    Ya que ahora no posteas (nos tenias demasiado bien acostrumbrados), cual es el mejor sitio para seguirlas?

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  2. Hola Ángel.

    No estoy siguiendo la campaña de cerca y no sabría decirte dónde seguirlas porque pocos tienen interés en contar una campaña tal y como ocurre; solo te venden un relato. Confía en aquellos que tienen pasión en contarte lo que pasa, que disfrutan con el proceso por encima de todo. Normalmente, gente friki.

    El resultado dependerá de quién vaya a votar y quién no vaya a votar, porque en unas midterms suele haber menos participación que en unas presidenciales. En el Senado tienes tres escaños republicanos vulnerables y uno dudoso, y unos cuatro escaños demócratas vulnerables y otros cuatro o así dudosos. La grna mayoría se disputan en territorios de tendencia republicana. En la Cámara no sé cuántos escaños hay verdaderamente en juego, pero son más los escaños republicanos vulnerables que los escaños demócratas vulnerables y se disputan en territorios políticamente menos decantados y con situaciones muy confusos (distritos históricamente variables, distritos que votan republicano normalmente pero que no votaron a Trump, distritos que votaron a Trump pero que no votan republicano normalmente, etc.). Una de las claves está en lo que hagan los que adoran a Trump pero odian a los republicanos del Congreso y los que han votado siempre disciplinadamente a candidatos republicanos anodinos pero aborrecen a Trump. Hay un tema que los une: el Tribunal Supremo. Quizás los demócratas están jugando demasiado fuerte en ese asunto sin tener unas perspectivas demasiado buenas en el Senado.

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  3. Antxon como la ves mañana? Que hay de interesante pensando en el 2020? DanielArg

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  4. Nos tienes abandonado, que va a pasar mañana?

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  5. Hola muchachos.

    A simple vista, los dos bandos parecen motivados. Los republicanos mantendrán el Senado. ¿Más cerca de los 50 o de los 60? es la pregunta. En la Cámara de Representantes los demócratas necesitan 23 nuevos escaños para conseguir la mayoría, y lo mismo pueden ganar 33 que quedarse en 13. No me preguntéis que distritos mirar porque no he podido seguirlo y no tengo ni idea. El partido del Presidente en la Cámara tiene el handicap de la historia (solo en 1933, 1998 y 2002 sumó escaños el partido del Presidente) y en este caso el gran número de elecciones abiertas (creo que cerca de 40 republicanos titulares se retiran, y es más difícil mantener un escaño en una elección abierta que siendo el incumbet).

    En cuanto a 2020, todo gira alrededor de Trump. En principio, por resultados, energía, instinto político, Tribunal Supremo (potenciales casos sobre el sistema electoral) veo a Trump muy fuerte de cara a su reelección. Es un Presidente punky que enloquece a sus seguidores y confunde a sus adversarios. Perder la cámara le haría la vida mucho más difícil y tendría que pelear sin tregua. Ganarla le aseguraría un periodo de reelección plácido, probablemente con algunos potenciales rivales dudando en si presentarse o esperar a hacerlo otro año contra un rival más convencional.

    Mirando nombres propios de estas elecciones que puedan tener algo que decir en futuras presidenciales, veo más para el 24 que para el 20. Por los republicanos, Kris Kobach, que si gana la gobernación de Kansas sería (entre los políticos profesionales) quizás el heredero más natural del Trumpismo (no digo el mejor situado ni el más probable sino el más afín a ese universo del MAGA); por los demócratas, Andrew Gillum si gana en Florida. Pero esto es el cuento de la lechera porque tendrían que ganar hoy y luego ganar la reelección en 2022, etcétera. Y no está claro ni que vayan a ganar hoy.

    Y bueno, Nevada podría elegir hoy un gobernador vasco cinco décadas después. Pero tampoco está claro.

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  6. Creo que ha sido una pésima noche para los demócratas. Y que nuestro vasco le dio mala suerte a Kobach y Gillium��. Como la has visto Antxon? Y pese a todo lo de Beto ORouke ha sido destacable. Más que los demócratas de Indiana, ND y Missouri.... Y lo de los demócratas en Florida fue penoso. DanielArg

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  7. No sé para qué dije nada de Kobach, Gillum y Laxalt xD

    Creo que ninguno de los dos partidos estará del todo satisfecho. Los demócratas un poco más por la novedad de controlar la Cámara después de ocho años y por poder tener más presionado a Trump, pero no es el 1994 o 2010 que soñaban. Y los republicanos porque no han aprovechado todas las enormes oportunidades que les ofrecía el Senado este año. En gobernadores los republicanos mantienen dos plazas estratégicas que podían perder, Florida y Ohio, pero pierden dos que podían ganar, Wisconsin y Nevada. El GOP mantiene el control de las dos cámaras legislativas en algunos estados estratégicos que tendrán gobernador demócrata, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin. Esto es muy importante porque los demócratas esperaban hacerse con el control total, sobre todo en Michigan.

    En la Cámara, entre los incumbents republicanos tenemos derrotas que pueden ser por diferentes motivos. Unas pueden ser debido a que según algunas encuestas los independientes citan la sanidad como su mayor preocupación (igual que en 2010 pero en sentido contrario, curioso). La de Steve Russell en OKlahoma City es la más sorprendente. Otras como las de los republicanos proinmigración Curbelo, Yodder, Love y otros pueden deberse a que algunos votantes de Trump no les han votado.

    Ted Cruz casi lamenta su discurso en la convención republicana de 2016 que tanto cabreó a los trumpistas. En una elección de alta participación, Cruz ha recibido 400,000 votos menos que Trump en 2016. Además la buena actuación de Beto O'Rourke a pesar de la derrota se debe a que estaba superfinanciado. Y es que el dinero sigue siendo fundamental. Matt Rosendale en Montana y John James en Michigan han perdido (lo de Montana no está claro) dos elecciones perfectamente ganables porque no tenían un duro. Por contra, en Florida, los republicanos llevaban dos décadas intentando derrotar a Bill Nelson sin éxito, y parece que por fin lo va a lograr Rick Scott, un candidato con mucha pasta.

    Merece una mención especial Joe Manchin, un senador como los de antes. La nación y el planeta prosperarán o se caerán a pedazos, pero Manchin ahí seguirá, en West Virginia, donde empieza y acaba todo su mundo. Y otra Mitt Romney con su comeback; gobernador en una punta del país y senador en la otra punta del país, 71 años ya y sigue aparentando 55, ¡y el tío en el fondo todavía cree que puede ser Presidente!

    En cuanto a nombres propios de cara a 2020, Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Andrew Cuomo reelegidos como se esperaba. Y quizás Beto, si no tiene nada mejor que hacer, podría reclamar su derecho a intentar hacer un Lincoln, presentarse a Presidente después de perder unas elecciones al Senado.

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  8. 39 escaños perdidos para el inquilino de la Casa Blanca. Para mí gusto en la línea de unas midterms donde el instinto de equilibrio de poder se impone. Voto génerico normalito. Pero hay dos detalles inquietantes para el presidente. El primero obvio...los demócratas han sabido medir sus esfuerzos como lo hizo Trump hace dos años para conseguir mayoría.El segundo es donde. Y eso le ha fallado al GOP en los tres estados que considero claves...Michigan, Pennsylvannia y Wisconsin. La victoria de Trump se cimentó en esos tres estados por un puñado de votos. Y con esos tres estados da igual lo que pasase en Florida u Ohio porque Colorado, Virginia y Nevada son casi estructuralmente demócratas. Inquietante para,el GOP Arizona, en menor medida Texas aunque estará reñida la cosa en dos años. Georgia tendrá un resultado de infarto pero creo que se la llevará Trump porque si bien crece el voto urbano demócrata en Atlanta el resto del estado es reiteradamente estable. Más o menos así lo veo. En cuanto a candidatos O' Rourke está de moda aunque podría decirte que eso casi es motivo de descarte para la nominación:p

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  9. Eso decíamos en 2010 cuando el GOP no solo ganó la mansión del gobernador en todos esos estados sino también las dos cámaras de las legislaturas estatales. Sin embargo, en 2012 Obama casi calcó los resultados de su primera elección en los cuatro o cinco estados decisivos. Y es que el electorado fue diferente en cada elección. Por ejemplo, en las elecciones a gobernador de Pennsylvania este año el gobernador demócrata ha ganado la reelección por 17 puntos, habiendo recibido menos votos de los que recibió Hillary Clinton en Pennsylvania en 2016. En 2016 votaron más de 6 millones de personas en Pennsyvania, este año han votado 5 millones. En Ohio el republicano que ha ganado las elecciones a gobernador ha recibido menos votos de los que recibió Hillary Clinton en Ohio en 2016, y DeWine ha ganado la elección por 4 puntos mientras que Hillary la perdió por más de 8 puntos. Los candidatos también cuentan. En Arizona y Texas los gobernadores republicanos han ganado cómodamente. Esos dos estados no estarán realmente en juego en las presidenciales de 2020 en circunstancias normales. De hecho, creo que Trump en unas presidenciales ahora obtendría mejores resultados que en 2016 en esos dos estados concretos, donde en el 16 lo hizo peor de lo normal. La igualdad en las elecciones al Senado por Texas no se ha debido tanto a cuestiones demográficas, como te dicen los medios demócratas. Ted Cruz se llevó el 45 por ciento del voto hispano. Pocos saben que Texas tiene mayor proporción de electorado hispano que California, pero, a diferencia de lo que ocurre en California, en Texas el comportamiento del votante hispano no es distinto al de cualqueir otro texano. Además, en unas presidenciales no verás al candidato demócrata invertir en ese tipo de estados las cantidades de dinero que se han invertido este año en esa elección específica de Texas.

    No necesitamos mirar las midterms para proclamar ciertas cosas que ya sabíamos: resumiendo, que Colorado y Nevada se van pareciendo más a California; Ohio se va pareciendo más a Missouri; y Pennsylvania se está convirtiendo en Ohio.

    Más importante que los resultados en sí son las maniobras que pudieran hacer los gobernadores demócratas en estados indecisos para alterar la configuración de las elecciones o del electorado. Por eso mencionaba la importancia de que los demócratas no hayan acompañado esas victorias con victorias en las cámaras legislativas en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, y eso limita la capacidad para maniobrar del gobernador. En este sentido también es importante para Trump el haber logrado configurar un Tribunal Supremo de mayoría conservadora estable de cara a los conflictos que pueda verse obligado a resolver en torno al censo, la ID de los votantes o las competencias de los departamentos del gobierno federal en la organización de las elecciones. Si se va poniendo coto al fraude, los demócratas pierden algunas de sus ventajas naturales.

    Por lo demás, como siempre, las presidenciales dependerán de acontecimientos que aún no conocemos. Y algunos de estos se están desarrollando de forma velada y sin que el gran público sepa interpretarlos. Los unos montan caravanas de inmigrantes en la frontera de EEUU y los otros montan disturbios en París. Los medios nos cuentan lo malo que es el nuevo príncipe saudí que purgó a hombres fuertes de la CIA en Arabia Saudí y le acusan de haber matado a un señor que todos sabemos que no era periodista; si hubiera sido asesinado un periodista de verdad, la noticia habría durado un día en los medios. Todo son manifestaciones de una misma guerra global (y no de superpotencias o gobiernos, sino de dos facciones dentro de la cloaca que no sirven a sus gobiernos).

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  10. Añado,

    En 2020 no veo descartable una elección con más candidatos que el republicano y el demócrata en la que al ganador le baste con un 45 por ciento del voto para acumular unos 340 votos electorales. Ya lo comenté en medio del caos de 2016 con constantes rumores de candidatos independientes, para explicar por qué una victoria de Trump era más factible de lo que decían, cuando recordaba que Clinton en el 92 se llevó algún estado con el 36 por ciento. Trump es un hombre muy afortunado, a veces da la sensación de que puedes apostar a que se dará la situación que más le convenga pero de la manera que más dolorosa resulte para sus adversarios. Con este hombre ni te tienes que molestar en romperte mucho la cabeza en hacer sesudos análisis; es muy listo o tiene mucha suerte en los momentos decisivos y ya está. En las últimas semanas Hillary está dando señales de que no ha descartado volver a presentarse. Eso ya sería un primer golpe de suerte. Teniendo todo esto en cuenta, puede que Trump vuelva a derrotar a una mujer. Es la más Trumpiana de las situaciones: el hombre que solo liga con modelos guapas y organiza Miss Universo es el que impide a dos mujeres (o a la misma mujer dos veces) ser Presidentas. De hecho creo que le sería más fácil enfrentarse a una mujer que a un hombre.

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