La convención republicana de 1972 es la primera que es en su totalidad un gran spot publicitario, una celebración sin disentimientos que tratarán de imitar todas las convenciones que le seguirán. El equipo del Presidente Richard Nixon oculta sin dificultades el desafío planteado durante las primarias por las candidaturas de los Congresistas John Ashbrook, por la derecha, y Pete McCloskey, por la izquierda, y explota el evento para sacar el máximo provecho a su retransmisión televisiva. Con las protestas contra la guerra de Vietnam lejos del centro de convenciones de Miami y un guión perfectamente estructurado (uno de sus responsables, Jeb Stuart Magruder, procede del mundo del marketing), los hombres del Presidente "controlan esta fiesta como un programa de televisión", escribe James Reston en The New York Times. El Times describe la convención, condensada en tres días, como "un modelo sobre cómo utilizar las técnicas políticas y publicitarias modernas para ganar unas elecciones".
Una buena muestra la tenemos en la segunda noche del cónclave, que arranca con un discurso de la superestrella del cine John Wayne, el americano vivo más famoso del mundo. A continuación, el antiguo adversario de Nixon en 1960 y 1968, Nelson Rockefeller, es el encargado de presentar ante los delegados la candidatura del Presidente a la renominación. Es un premio de consolación para el gobernador de Nueva York, quien no hace mucho deseaba con todas sus fuerzas ocupar el lugar de Spiro Agnew en el ticket.
Confirmada su renominación por los delegados, el Presidente hace acto de presencia en una fiesta organizada en su honor en un estadio al aire libre de Cayo Virginia, cerca de la convención, donde Sammy Davis Jr., un demócrata de Kennedy doce años antes, canta para él Now more than ever, baby, Nixon now! En el graderío que queda detrás del escenario, el que se verá por televisión, vemos solo gente joven.
La renominación de Nixon en el 72 supone la quinta vez que el nombre de este californiano hijo de cuáqueros aparece en un ticket nacional (dos veces nominado a Vicepresidente en 1952 y 1956; y tres veces nominado a Presidente, en 1960, 1968 y 1972). Iguala el récord de Franklin D. Roosevelt (nominado a Vicepresidente en 1920 y a Presidente en 1932, 1936, 1940 y 1944). Ya es una leyenda.
Abajo, la cobertura de ABC de las segunda noche de la convención
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