domingo, 28 de enero de 2018

"Su país le necesita"


El Gobernador Chris Christie comparece ante los reporteros en una sala del capitolio de Trenton, New Jersey para anunciar que no buscará la nominación presidencial republicana, el 4 de octubre de 2011. (Foto: Mel Evans/AP)


Collision 2012, del veterano periodista de The Washington Post Dan Balz, es un repaso a la campaña presidencial de 2012 que incluye entrevistas con los protagonistas. Uno de sus platos fuertes es el capítulo dedicado exclusivamente a los esfuerzos del establishment político, industrial y financiero republicano por convencer a Chris Christie de que se tenía que presentar a las elecciones.

Un pasaje:

"Una vez que Mitch Daniels y Haley Barbour decidieron no presentarse, la presión empezó a aumentar una vez más sobre Christie. "Una locura", recuerda. "Llamadas telefónicas no solicitadas de personas de todo el país". Una de ellas fue de Henry Kissinger, quien pidió a Christie que se reuniera con él en su despacho de Nueva York. Christie se había encontrado con Kissinger por primera vez en 2010 en el palco de George Steinbrenner en el Yankee Stadium: "Entré y vi a Henry Kissinger con una chaqueta de satén de entrenamiento de los Yankees, y nunca pensé que vería a Henry Kissinger con una chaqueta de satén de entrenamiento de los Yankees, pero allí estaba con una chaqueta de satén de entrenamiento...

""Cuando me convocó en su despacho, me dijo, 'El país necesita un cambio y usted conecta con la gente como ningún político que haya visto en mucho tiempo y necesita pensar en esto'. Yo le dije, 'Eso es muy halagador, pero no creo que vaya a hacerlo. Creo que necesito ser gobernador, me encanta el trabajo que tengo y no lo veo'. Él dijo que me equivocaba y que había conocido a diez u once Presidentes, no recuerdo el número exacto, pero dijo, 'Usted puede hacer esto'. Yo le dije, 'Ni siquiera he pensado a fondo en la política exterior'. Él me dijo, 'No se preocupe por eso, podemos trabajar con usted en eso'. Dijo, 'La política exterior es instinto, es carácter, eso es la política exterior. Es el instinto y el carácter lo que determina quiénes son los grandes Presidentes de la política exterior y quiénes no'. Yo simplemente dije, 'Ha sido genial hablar con usted, gracias'". Dice que Kissincer le volvió a llamar e invitó a él y a Mary Pat a cenar. Cuando llegaron, entre los invitados estaban los presidentes ejecutivos de varias grandes corporaciones, algunos de los cuales le instaron a presentarse.

"Christie dice que siguió recibiendo llamadas de ánimo durante el verano, de cargos electos de Washington, de personas con conexiones políticas en todo el país, de algunos de los otros gobernadores. Comparó notas con Paul Ryan, quien también estaba siendo animado por alguna de la misma gente para que se presentase. Lo que hacía notable el interés en Christie era que estaba ocurriendo mientras la carrera por la nominación republicana ya estaba en marcha. Mitt Romney era un candidato anunciado, y aun así muchas de las personas que rogaban a Christie que considerase presentarse eran donantes que podían o deberían estar con Romney pero que todavía se mantenían al margen. Que continuaran presionando abiertamente al gobernador de New Jersey a pesar de su declarada falta de interés era una muestra de su falta de confianza en el supuesto favorito. Ken Langone, un rico neoyorquino que ayudó a fundar Home Depot, empezó a aplicar una presión más seria en sus reuniones privadas con Christie. En julio, invitó a Christie a desayunar al Rocker Club de Manhattan. "Me lo vendió como que aquello iba a ser un pequeño grupo de personas que se iban a sentar e iban a hablar conmigo de por qué necesitaba hacer esto por el país, y ese fue el gran argumento promocional de Ken", dice Christie.

"Christie llegó aquella mañana acompañado de su mujer; su hijo Andrew; Mike DuHaime, su principal estratega político; y Maria Comella, su directora de comunicación. Lo que vieron y escucharon les dejó estupefactos. "Fue para quedarse boquiabiertos", dice DuHaime. En vez de unas pocas personas, había docenas. Christie calculó que era un grupo de sesenta. En vez de un marco íntimo, la sala fue dispuesta de manera formal, con las sillas de los invitados alineadas mirando a un par de sillas al lado de una pequeña mesa. Había un teléfono en la mesa. "Así que nos sentamos y Langone se puso de pie y dijo, 'Gobernador, todas estas personas están hoy aquí por una razón. Si está dispuesto a anunciar que se presenta a Presidente de los Estados Unidos, nosotros estamos con usted, y todos en esta sala se han comprometido a eso y todos en esta sala recaudarán todos los dólares que necesite recaudar para tener una campaña exitosa. No tendrá que preocuparse de recaudar dinero'". Dice que después Langone anunció que varias personas no habían podido asistir porque estaban fuera del país. Christie describe lo que ocurrió entonces. "De repente, escucho a John Mack [ex presidente de Morgan Stanley] al teléfono. Langone dijo, 'David Koch está fuera del país. David, ¿estás ahí?' Sí. David empieza a hablar". Después de que varios más le presentaran sus agrgumentos para que se presentase, dice Christie, Langone pidió a Kissinger que les hablase a todos. "Así que Kissinger ha cogido el bastón y se levanta, camina hasta el centro de la sala", dice Christie, "y dice, 'He conocido a X número de Presidentes. Ser un buen Presidente depende de dos cosas, coraje y carácter. Usted tiene ambas y su país le necesita'". Entonces se dio la vuelta y se volvió a sentar. Todos aplaudieron.

"Christie dice que en ese momento se quedó sin palabras: "Básicamente dije, 'Escuchen, no quiero engañarles, creo que lo más probable es que no haga esto, pero no puedo salir de una sala como esta después de que personas como ustedes me hayan pedido que lo considere y decirles que no lo consideraré. Así que me tomaré un tiempo y Mary Pat y yo vamos a discutir sobre ello por primera vez y volveremos a hablar con ustedes. No les haré esperar mucho tiempo, volveré con una respuesta para ustedes lo antes posible"".

Christie prefirió esperar a 2016 y el resto es historia...

Se puede leer el libro aquí.

Otra crónica de las elecciones de 2012 es Double Down de Mark Halperin y John Heilemann (leer aquí). Es menos profunda que Collision 2012 pero entretenida y rica en chismes y cotilleos.

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