lunes, 19 de febrero de 2018

"Teníamos la obligación de intentarlo"

17 de abril de 2013. El Presidente Barack Obama recibe como una patada en los huevos el bloqueo en el Senado de un proyecto bipartidista para ampliar la verificación de antecedentes en la compra de armas, patrocinado por los senadores Joe Manchin, demócrata de Virginia Occidental, y Pat Toomey, republicano de Pennsylvania, y respaldado por la Casa Blanca. El proyecto no alcanza el número de votos necesario (60) para continuar su tramitación en el Senado. 41 senadores republicanos y 5 demócratas votan en contra.

"Hoy es un día vergonzoso para Washington", dice el Presidente en una comparecencia en la rosaleda de la Casa Blanca, en presencia, entre otros, de Mark Barden, el padre de uno de los 26 niños y maestros asesinados con dos pistolas y un fusil unos meses antes en la escuela primaria de Sandy Hook.

Obama acusa a la Asociación Nacional del Rifle: "En lugar de apoyar este compromiso, el lobby de las armas y sus aliados mintieron deliberadamente sobre el proyecto de ley".

"Si la acción del Congreso podía haber salvado a una persona, un niño, unos pocos cientos, unos pocos miles... si podía haber evitado que esas personas pierdan sus vidas por la violencia por armas en el futuro mientras se preservan nuestros derechos de la Segunda Enmienda, teníamos la obligación de intentarlo", dice. "Y esta legislación cumplía los requisitos. Y demasiados senadores han fallado los suyos".

El Senado también tumba otra iniciativa, esta demócrata y partidista, para prohibir las armas de asalto y los cartuchos de gran capacidad. 60 senadores se oponen al proyecto; entre ellos, 15 demócratas.

A pesar del eficaz uso publicitario de 'la masacre de Sandy Hook', Obama no consigue tener credibilidad para encabezar ningún consenso sobre control de armas después de haber denigrado a los propietarios de armas durante la campaña electoral de 2008 (con un comentario que terminará siendo profético, por cierto). Tampoco ayudaron las tentativas contra la Segunda Enmienda de su arbitrario fiscal general, Eric Holder, que provocaron la revuelta de 65 congresistas demócratas en 2009 y le impidieron hacer nada en su primer mandato.

Al final, las continuas agresiones de la administración Obama y de los medios colaboracionistas a los hombres y mujeres decentes que poseen armas logran el efecto contrario: que los vendedores de armas hagan su agosto gracias al miedo de muchos ciudadanos al talante represor y totalitario del gobierno. 'Si van a impedirnos el acceso a las armas, ahora es el momento de avastecernos para estar preparados' es la reacción. 



Antes de concluir su mandato, Obama terminará firmando acciones ejecutivas suaves para limitar la actividad de algunos vendedores de armas que operan en Internet y en exposiciones de armas, y aumentar los controles sobre personas que sufren enfermedades mentales.

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