miércoles, 30 de agosto de 2017

A ver si consigo ser el Vice de quien iba a ser mi Vice



27 de julio de 1976. John Connally atiende a la prensa en los exteriores de la Casa Blanca tras una publicitada reunión con el Presidente Gerald Ford.


"A pesar de mi neutralidad en las primarias presidenciales durante toda la primavera, creo que ahora ha llegado el momento" de pronunciarse, dice el ex gobernador de Texas y ex secretario del Tesoro. Razona que su decisión inicial de no tomar partido en la batalla entre Ford y Ronald Reagan por la nominación republicana ya "no sirve a ningún propósito útil".


"Apoyo al Presidente Ford para la nominación y le daré mi apoyo en las elecciones con todos los medios de los que dispongo, con toda mi capacidad", declara Connally.


Reagan sorprendió ayer al Partido Republicano y a la prensa adelantando que el Senador Richard Schweiker, de Pennsylvania, será su candidato a Vicepresidente si gana la nominación en la convención republicana dentro de tres semanas.


¿El anuncio de Reagan tiene algo que ver con la declaración de Connally?


"Sí, el anuncio del Gobernador Reagan ayer tiene algo que ver con mi anuncio de hoy", dice Connally, "en el sentido de que creo que ahora está muy claro que entre los dos hombres, el Presidente es sin lugar a dudas la mejor opción, no solo para el partido sino para el país".


El texano ha conseguido que el Presidente haga una excepción y le acompañe hasta la entrada norte del Ala Oeste, un gesto que sirve para constatar la recuperación política de Connally tras haber sido acusado y exonerado en un caso de soborno el año pasado -¡y para constatar la importancia vital de Texas en el mapa electoral!-.


"Hay gente que argumenta que la resurrección de Connally tiene menos que ver con sus propios méritos que con lo que consideran una ausencia de liderazgo en el Partido Republicano", puede leerse en The New York Times"Pero todos coinciden en que sigue siendo uno de los políticos más intrigantes y seductores del país".


Mientras Ford y Reagan peleaban por los votos y los delegados en un partido hecho polvo desde unas desastrosas midterms a las que solo sobrevivieron 13 gobernadores republicanos en toda la nación, Connally, que se pasó de los demócratas a los republicanos hace solo tres años, se ha dedicado a ayudar a candidatos locales y estatales sobresaliendo como el mayor recaudador de fondos del partido del elefante. Muchos lo ven como un vicepresidenciable ahora o como un candidato presidencial dentro de cuatro años.


Big John dice no haber discutido con Ford la posibilidad de ser su compañero de fórmula y asegura que no hay ningún trato oculto detrás de su decisión de sumarse ahora a la causa del Presidente.


El Watergate alteró el destino de estos dos hombres. Hace tres años, cuando Connally era el sucesor ungido por Richard Nixon para las elecciones de este año, fue el entonces Congresista Ford quien le aseguró al ex secretario del Tesoro todo su apoyo de cara a una eventual campaña presidencial en el 76, y un ticket Connally/Ford -en ese orden- parecía más factible. Ahora todo eso queda como un ¿y si...? (what-if) más de la historia.

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