miércoles, 23 de agosto de 2017

Curtido en la selva de Vietnam y en los despachos de la OTAN



Otoño de 2003. Wes Clark, 58 años, General retirado de cuatro estrellas, Comandante Supremo de la OTAN durante la Guerra de Kosovo, ha entrado con fuerza en la carrera por la nominación presidencial demócrata de 2004 como "el líder para sanear el desastre en Iraq".


Un ambicioso
spot de 60 segundos producido por el veterano creador de anuncios Joe Slade White explota las hazañas de Clark en el campo de batalla con más descaro de lo que lo hicieron en su momento Bob Kerrey o John McCain, otros Veteranos de Vietnam que se presentaron a Presidente antes que él.


"La primera bala le destrozó la mano,"
relata una voz en off mientras vemos imágenes en blanco y negro y escuchamos el sonido de los disparos. "La segunda y la tercera le alcanzaron el hombro y la pierna. Mientras caía al suelo de la selva, reunió a las tropas y dirigió el tiroteo. Permaneció con su unidad hasta que la batalla había concluido", continúa; de fondo, el sonido de los rotores de los helicópteros Bell.


Se dice que este hombre con
cara de Presidente que se graduó por la academia militar de West Point y estudió Filosofía y Economía en la Universidad de Oxford cuenta con el discreto apoyo del círculo del ex Presidente Bill Clinton. El propio Clark cree que Clinton le animó a presentarse el día que acudió a una recaudación del Partido Demócrata y el ex Presidente brindó por su mujer Hillary y por Clark como las dos estrellas del momento en el partido del burro.


En la blogosfera demócrata y el entorno de algunos de sus rivales, en especial de Howard Dean y Dick Gephardt, van más allá y sospechan que la entrada tardía del ex General en la campaña (ha sido el último en entrar) busca generar un mayor desconcierto en un pelotón demócrata muy dividido para que Hillary pueda entrar más adelante a salvar la situación, reclamar la nominación para ella y seleccionar a Clark como su compañero de fórmula.

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