miércoles, 3 de julio de 2019

El Presidente y el Cuatro de Julio

Cada cuatro de julio se conmemora el día de 1776 en que las trece colonias adoptaron la Declaración de Independencia, certificando el nacimiento de una América independiente. Desfiles populares, fuegos artificiales y barbacoas cubren el país de punta a punta. En cuanto a los Presidentes de la república federal consitucional antes de El Donald (a.D.), no todos han celebrado ese día con la misma pasión.

El tercer Presidente, Thomas Jefferson, inició en 1801 la tradición de organizar una recepción oficial en la Casa Blanca con motivo del Día de la Independencia. Jefferson es uno de los tres Presidentes que han muerto un cuatro de julio (los otros son el que le precedió, John Adams, y el Presidente número cinco, James Monroe).

Lo de festejar el cuatro de julio por todo lo alto no se puso de moda hasta la década de 1820, durante el mandato del quinto Presidente, James Monroe. Fue el resultado de la ola de patriotismo que recorrió el país tras la guerra anglo-estadounidense de 1812, tras la cual nadie volvió a cuestionar la independencia de la joven república. Pero el Congreso no declararía el cuatro de julio fiesta nacional hasta 1870, durante el mandato de Ulysses Grant.

Zachary Taylor, Abraham Lincoln y James Garfield vivieron los peores cuatro de julio para un Presidente. Para el duodécimo Presidente, "el viejo campechano", la jornada del cuatro de julio de 1850 empezó bien con la colocación y bendición de la primera piedra de lo que sería el Monumento a Washington; pero en la fiesta que le siguió, un atracón de cerezas y leche helada le produjo una gastroenteritis que le llevó a la tumba cinco días después. Al mandatario número dieciséis, "el gran emancipador", le tocó convocar al Congreso para pedir más recursos para la guerra civil el cuatro de julio de 1861. Y el vigésimo Presidente, "el barquero Jim", pasó el cuatro de julio de 1881 encamado después de haber recibido dos disparos esa misma semana; murió dos meses más tarde.

En su primer cuatro de julio como Presidente, en 1902, Teddy Roosevelt, de solo 43 años, exhibió su don para la oratoria y su impactante capacidad de convocatoria ante una multitud de más de 200,000 personas en el parque Schenley de Pittsburgh. El cuatro de julio de 1940, su primo en quinto grado, Franklin D. Roosevelt, Presidente número treinta y dos, donó al gobierno federal la biblioteca personal que había construido en Hyde Park, Nueva York, iniciando así la tradición de las bibliotecas presidenciales.

El trigesimocuarto comandante en jefe y héroe nacional en vida, Dwight D. Eisenhower, se pasó la mayoría de sus ocho Días de la Independencia como Presidente haciendo lo que más le gustaba hacer: jugar al golf. Los restantes se los pasó en Camp David o en su granja de Gettysburg haciendo la otra cosa que más le apetecía: echar la siesta.

En las últimas décadas, los inquilinos de la Casa Blanca han dedicado el cuatro de julio a contemplar los fuegos artificiales desde el Balcón Truman o a organizar un picnic para familias de militares en el Jardín Sur, y de vez en cuando han hecho algo especial.


Con los Padres Fundadores. Por caprichos del destino, a un Presidente accidental, Gerald Ford, le tocó presidir la mayor celebración del cuatro de julio que se recuerda. Fue en 1976 con motivo del bicentenario. Ford visitó Valley Forge, Pennsylvania donde en el invierno de 1777-1778 George Washington organizó y disciplinó al ejército continental que después obtendría las decisivas victorias de Barren Hill y Monmouth. Después, como ya hicieran Woodrow Wilson (1914) y John F. Kennedy (1962), Ford ofreció un discurso en el Independence Hall de Philadelphia. Más tarde, presidió en Nueva York una revista naval en la que participaron espectaculares goletas clásicas. A pesar de que la confianza del país en sí mismo estaba por los suelos tras los traumas de Vietnam y Watergate, aquel fue "el cumpleaños más feliz" de América.

Aterrizaje del Marine One en Valley Forge



Discurso en el Independence Hall




Con los cosmonautas. En 1982, Ronald Reagan pasó su segundo cuatro de julio como Presidente en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en Bakersfield, California presenciando en vivo el aterrizaje del transbordador espacial Columbia y saludando a los astronautas Thomas Mattingly y Henry Hartsfield, que volvían de una misión de cuatro millones de kilómetros.




Con el automovilismo. Dos años después, el cuatro de julio de 1984, en plena campaña por la reelección, el Presidente Reagan se fue a una carrera de coches en el circuito de Daytona en Daytona Beach, Florida. Reagan se puso a los micrófonos con el emblemático Ned Jarrett de la MRN Radio (la voz del NASCAR) para rememorar sus días como locutor deportivo.




Con el águila americana. El cuatro de julio de 1996, el Presidente Bill Clinton liberó un águila calva o águila de cabeza blanca (popularmente conocida como águila americana) en la bahía de Chesapeake, Maryland. El animal había sido tratado de unas heridas y se llamaba, como no podía ser de otra manera, Libertad. Clinton estaba en campaña y el evento era un guiño a los grupos de intereses ecologistas.




Con los nuevos estadounidenses. En su último cuatro de julio (2008), el Presidente George W. Bush presidió en Monticello, la antigua residencia de Thomas Jefferson en Virginia, una ceremonia de nacionalización de 72 nuevos ciudadanos estadounidenses procedentes de treinta países. Franklin D. Roosevelt (en 1936) y Harry Truman (en 1947) también visitaron Monticello con motivo del cuatro de julio. Desde 1963, más de 3,000 personas han jurado la ciudadanía en Monticello; es la ceremonia de nacionalización ininterrumpida más antigua de Estados Unidos fuera de las salas de justicia. Barack Obama siguió el ejemplo de Bush y presidió ceremonias de nacionalización de nuevos estadounidenses en cuatro de julio, pero en la Sala Este de la Casa Blanca.

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Posdata

En este cuatro de julio os invito a conducir con nuestro amigo J Utah por el downtown de dos diudades americanas cercanas pero muy distintas: un paseo por Los Angeles, la típica ciudad americana fea, y otro por San Francisco, la típica ciudad americana bonita. Por lo demás, ya sabéis, los cuatro de julio hay que ver Tiburón (1975) de Steven Spielberg. Pero para variar un poco, otra película muy americana (de un tipo de cine americano que ya no se hace) y muy disfrutable, aunque no relacionada con la fecha, es El expreso de Chicago (1976) de Arthur Hiller (ver aquí), que nos lleva de la Costa Oeste al Medio Oeste.

domingo, 3 de marzo de 2019

Los mejores libros sobre todos los Presidentes de EEUU


Presidentes republicanos. (Obra del artista Andy Thomas)



Presidentes demócratas. (Obra del artista Andy Thomas)



Aquí va una lista con un par (o más) de libros recomendados sobre cada Presidente de los Estados Unidos de América para que montes tu propia biblioteca presidencial en casa:



# 1 George Washington (1789-1797)


Independiente de Virginia.


Es el primer Presidente.


- Washington: A Life (Ron Chernow)
- Washington: The Indispensable Man (James Thomas Flexner)



# 2 John Adams (1797-1801)


Federalista de Massachusetts.


Es el primer Presidente que fue Vicepresidente.


- John Adams (David McCullough)
- John Adams: A Life (John Ferling)
- Passionate Sage: The Character and Legacy of John Adams (Joseph Ellis)



# 3 Thomas Jefferson (1801-1809)


Demócrata-Republicano de Virginia.


Es el primer Presidente que fue gobernador.


- Thomas Jefferson: The Art of Power (Jon Meacham)
- American Sphinx: The Character of Thomas Jefferson (Joseph Ellis)
- Madison and Jefferson (Andrew Burstein)



# 4 James Madison (1809-1817)


Demócrata-Republicano de Virginia.


Es el primer Presidente que sirvió en la Cámara de Representantes.


- James Madison: A Biography (Ralph Ketcham)

- James Madison: A Life Reconsidered (Lynne Cheney)

- Madison and Jefferson (Andrew Burstein)



# 5 James Monroe (1817-1825)


Demócrata-Republicano de Virginia.


Es el primer Presidente que sirvió en el Senado.


- The Last Founding Father: James Monroe and a Nation's Call to Greatness (Harlow Giles Unger)

- James Monroe: The Quest for National Identity (Harry Ammon)

- James Monroe (Gary Hart)



# 6 John Quincy Adams (1825-1829)


Demócrata-Republicano de Massachusetts.


Es el primer Presidente hijo de otro Presidente.


- John Quincy Adams: A Public Life, A Private Life (Paul C. Nagel)

- John Quincy Adams: American Visionary (Fred Kaplan)



# 7 Andrew Jackson (1829-1837)


Demócrata de Tennessee.


Es el primer Presidente hijo de inmigrantes.


- American Lion: Andrew Jackson in the White House (Jon Meacham)
- The Life of Andrew Jackson (Robert V. Remini)
- Andrew Jackson: His Life and Times (H.W. Brands)
- The Age of Jackson (Arthur M. Schesinger Jr.)
- Andrew Jackson and the Miracle of New Orleans: The Battle That Shaped America's History (Brian Kilmeade)



# 8 Martin Van Buren (1837-1841)


Demócrata de Nueva York.


Es el primer Presidente nacido después de la Declaración de Independencia.


- Martin Van Buren (Ted Widmer)
- Martin Van Buren: The Romantic Age of American Politics (John Niven)



# 9 William Henry Harrison (1841)


Whig de Ohio.


Es el primer Presidente fotografiado.


- Mr. Jefferson's Hammer: William Henry Harrison (Robert Owens)
- Old Tippecanoe: William Henry Harrison and His Time (Freeman Cleaves)



# 10 John Tyler (1841-1845)


Whig de Virginia.


Es el primer Presidente que asciende al cargo por la muerte de su predecesor.


- John Tyler (Gary May)



# 11 James Polk (1845-1849)


Demócrata de Tennessee.


Es el primer Presidente elegido con menos de 50 años.


- James K. Polk: The Man Who Transformed the Presidency and America (Walter R. Borneman)
- A Country of Vast Designs: James K. Polk, the Mexican War and the Conquest of American Continent (Robert Merry)



# 12 Zachary Taylor (1849-1850)


Whig de Kentucky.


Es el primer Presidente que no ocupó ningún cargo electo anteriormente.


- Zachary Taylor: Soldier, Planter, Statesman and the Old Southwest (K. Jack Bauer)



# 13 Millard Fillmore (1850-1853)


Whig de Nueva York.


Es el primer Presidente que estableció una biblioteca permanente en la Casa Blanca.


- Millard Fillmore: Biography of a President (Robert J. Rayback)



# 14 Franklin Pierce (1853-1857)


Demócrata de New Hampshire.


Es el primer Presidente que perdió la nominación de su partido para optar a un segundo mandato.


- Franklin Pierce (Michael F. Holt)



# 15 James Buchanan (1857-1861)


Demócrata de Pennsylvania.


Es el primer Presidente soltero.


- President James Buchanan: A Biography (Philip S. Klein)



# 16 Abraham Lincoln (1861-1865)


Republicano de Illinois.


Es el primer Presidente asesinado.


- Lincoln (David Herbert Donald)
- Abraham Lincoln: A Life. Volume 1 (Michael Burlingame)
- Abraham Lincoln: A Life. Volume 2 (Michael Burlingame)
- Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln (Doris Kearns Goodwin)
- Abraham Lincoln: The Prairie Years & the War Years (Carl Sandburg)



# 17 Andrew Johnson (1865-1869)


Demócrata de Tennessee.


Es el primer Presidente sometido a un proceso de impeachment.


- Impeached: The Trial of President Andrew Johnson and the Fight for Lincoln's Legacy (David O. Stewart)
- Andrew Johnson: A Biography (Hans L. Trefousse)



# 18 Ulysses Grant (1869-1877)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente que publicó sus memorias.


- Grant (Jean Edward Smith)
- Grant (Ron Chernow)
- Personal Memoirs (Ulysses S. Grant)



# 19 Rutherford Hayes (1877-1881)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente que tuvo teléfono en la Casa Blanca.


- Rutherford B. Hayes (Hans L. Trefousse)



# 20 James Garfield (1881)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente zurdo.


- Destiny of the Republic: A Tale of Madness, Medicine and the Murder of a President (Candice Millard)



# 21 Chester Arthur (1881-1885)


Republicano de Nueva York.


Es el primer Presidente acusado de no haber nacido en EEUU.


- Gentleman Boss: The Life of Chester Alan Arthur (Thomas C. Reeves)
- Chester Alan Arthur (Zachary Karabell)



# 22, 24 Grover Cleveland (1885-1889 y 1893-1897)


Demócrata de Nueva York.


Es el primer Presidente que sirvió dos mandatos no consecutivos.


- An Honest President: The Life & Presidencies of Grover Cleveland (H. Paul Jeffers)
- Grover Cleveland (Henry F. Graff)
- Grover Cleveland: A Study in Character (Alyn Brodsky)



# 23 Benjamin Harrison (1889-1893)


Republicano de Indiana.


Es el primer Presidente nieto de otro Presidente.


- Benjamin Harrison (Charles W. Calhoun)
- Benjamin Harrison: Hoosier Statesman (Harry J. Sievers)



# 25 William McKinley (1897-1901)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente que se montó en un coche.


- The Presidency of William McKinley (Lewis L. Gould)
- William McKinley and His America (H. Wayne Morgan)
- The Triumph of William McKinley: Why the Election of 1896 Still Matters (Karl Rove)



# 26 Teddy Roosevelt (1901-1909)


Republicano de Nueva York.


Es el primer Presidente que voló en avión.


- The Rise of Theodore Roosevelt (Edmund Morris)
- Theodore Rex (Edmund Morris)
- Colonel Roosevelt (Edmund Morris)
- The Bully Pulpit: Theodore Roosevelt, William Howard Taft and the Golden Age of Journalism (Doris Kearns Goodwin)



# 27 William Howard Taft (1909-1913)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente que utilizó el Despacho Oval.


- William Howard Taft (Jeffrey Rosen)
- The Life & Times of William Howard Taft. Volume I (Harry F. Pringle)
- The Life & Times of William Howard Taft. Volume II (Harry F. Pringle)
The Bully Pulpit: Theodore Roosevelt, William Howard Taft and the Golden Age of Journalism (Doris Kearns Goodwin)



# 28 Woodrow Wilson (1913-1921)


Demócrata de New Jersey.


Es el primer Presidente con un doctorado.


- Wilson (A. Scott Berg)
- Woodrow Wilson: A Biography (John Milton Cooper)



# 29 Warren Harding (1921-1923)


Republicano de Ohio.


Es el primer Presidente que dio un discurso radiado.


- Warren G. Harding (John W. Dean)



# 30 Calvin Coolidge (1923-1929)


Republicano de Massachusetts.


Es el primer Presidente con ascendencia nativa americana (menos de un 1 por ciento).


- Coolidge, An American Enigma (Robert Sobel)
- Coolidge (Amity Shlaes)
- Why Coolidge Matters: Leadership Lessons from America's Most Underrated President (Charles C. Johnson)



# 31 Herbert Hoover (1929-1933)


Republicano de Iowa.


Es el primer Presidente nacido al Oeste del río Mississippi.


- An Uncommon Man: The Triumph of Herbert Hoover (Richard Norton Smith)
- Herbert Hoover (William E. Leuchtenburg)
- Herbert Hoover: A Public Life (David Burner)



# 32 Franklin D. Roosevelt (1933-1945)


Demócrata de Nueva York.


Es el primer Presidente que apareció en televisión.


- FDR (Jean Edward Smith)
- No Ordinary Time. Franklin and Eleanor Roosevelt: The Home Front in World War II (Doris Kearns Goodwin)
- Roosevelt: The Lion and the Fox (James McGregor Burns)
- Franklin D. Roosevelt: A Political Life (Robert Dallek)



# 33 Harry Truman (1945-1953)


Demócrata de Missouri.


Es el primer Presidente con un televisor en la Casa Blanca.


- Truman (David McCullough)
- The Accidental President (A.J. Baime)



# 34 Dwight D. Eisenhower (1953-1961)


Republicano de Kansas.


Es el primer Presidente que apareció en la televisión en color.


- Eisenhower: Soldier and President (Stephen E. Ambrose)
- Eisenhower in War and Peace (Jean Edward Smith)
- Mandate for Change (Dwight D. Eisenhower)



# 35 John F. Kennedy (1961-1963)


Demócrata de Massachusetts.


Es el primer Presidente que utilizó la Sala de Situaciones.


- An Unfinished Life (Robert Dalek)
- A Thousand Days: John F. Kennedy in the White House (Arthur M. Schlesinger Jr.)
- The Death of a President: November 20-Novemebr 25, 1963 (William Manchester)
- JFK and the Unspeakable: Why He Died and Why It Matters (James A. Douglass)



# 36 Lyndon B. Johnson (1963-1969)


Demócrata de Texas.


Es el primer Presidente con una limusina a prueba de balas.


- The Years of Lyndon Johnson: The Path to Power (Robert Caro)
- The Years of Lyndon Johnson: Means of Ascent (Robert Caro)
- The Years of Lyndon Johnson: The Passage of Power (Robert Caro)
- The Years of Lyndon Johnson: Master of the Senate (Robert Caro)



# 37 Richard Nixon (1969-1974)


Republicano de California.


Es el primer Presidente de la Costa Oeste.


- Nixon: The Education of a Politician (Stephen E. Ambrose)
- Nixon: The Triumph of a Politician (Stephen E. Ambrose)
- Nixon: Ruin and Recovery (Stephen E. Ambrose)
- Richard Milhous Nixon: The Rise of An American Politician (Roger Morris)
- Nixon Agonistes: The Crisis of the Self-Made Man (Garry Wills)



# 38 Gerald Ford (1974-1977)


Republicano de Michigan.


Es el primer Presidente que publicó los resultados de un chequeo médico.


- Gerald R. Ford (Douglas Brinkley)
- Gerald R. Ford: An Honorable Life (James Cannon y Scott Cannon)



# 39 Jimmy Carter (1977-1981)


Demócrata de Georgia.


Es el primer Presidente nacido en un hospital.


- Jimmy Carter (Julian Zelizer)
- Jimmy Carter: A Comprehensive Biography from Plains to Post-Presidency (Peter G. Bourne)

- A Full Life: Reflections at Ninety (Jimmy Carter)



# 40 Ronald Reagan (1981-1989)


Republicano de California.


Es el primer Presidente que aparece sonriendo en su retrato oficial.


- Reagan: The Life (H.W. Brands)
President Reagan: The Role of a Lifetime (Lou Cannon)
- Reagan (Lou Cannon)
- Governor Reagan: His Rise to Power (Lou Cannon)
- An American Life (Ronald Reagan)
- Ronald Reagan: How an Ordinary Man Became an Extraordinary Leader (Dinesh D'Souza)



# 41 George H.W. Bush (1989-1993)


Republicano de Texas.


Es el primer Presidente que antes fue Presidente interino (durante ocho horas).


- Destiny and Power: The American Odyssey of George Herbert Walker Bush (Jon Meacham)
- 41: A Portrait of My Father (George W. Bush)
- A World Transformed (George H.W. Bush y Brent Scowcroft)



# 42 Bill Clinton (1993-2001)


Demócrata de Arkansas.


Es el primer Presidente que envió un email.


- First in His Class: A Biography of Bill Clinton (David Maraniss)
- The Survivor: Bill Clinton at the White House (John F. Harris)
- Bill Clinton: New Gilded Age President (Patrick J. Maney)



# 43 George W. Bush (2001-2009)


Republicano de Texas.


Es el primer Presidente que pronunció un mensaje semanal en castellano.


- Bush (Jean Edward Smith)
- Days of Fire: Bush and Cheney in the White House (Peter Baker)
- Decision Points (George W. Bush)
- First Son: George W. Bush and the Bush Family Dynasty (Bill Minutaglio)



# 44 Barack Obama (2009-2017)


Demócrata de Illinois.


Es el primer Presidente con una fotografía oficial tomada con una cámara digital.


- Barack Obama: The Story (David Maraniss)
- Rising Star: The Making of Barack Obama (David Garrow)
- The Bridge: The Life and Rise of Barack Obama (David Remnick)
- Dreams From My Father: A Story of Race and Inheritance (Barack Obama)

- The Case Against Barack Obama: The Unlikely Rise and Unexamined Agenda of the Media's Favorite Candidate (David Freddoso)
- Obama: An Intimate Portrait (Pete Souza)



# 45 Donald Trump (2017- )


Republicano de Nueva Yok.


Es el primer Presidente con una fortuna de más de 1,000 millones de dólares.


- Trump Revealed: The Definitive Biography of the 45th President (Michael Kranish y Marc Fisher)
- Donald J. Trump: A President Like No Other (Conrad Black)

- TrumpNation: The Art of Being the Donald (Timothy L. O'Brien)

- Media Madness: Donald Trump, the Press, and the War over the Truth (Howard Kurtz)
- The Art of the Deal (Donald J. Trump)
- Great Again: How to Fix a Crippled America (Donald J. Trump)


                                 

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Washington: A Life de Ron Chernow y John Adams de David McCullough están consideradas como las mejores biografías de los primeros Presidentes. Del siglo XX, destacan Truman de David McCullough, la trilogía de Edmund Morris sobre Teddy Roosevelt y la tetralogía de Robert Caro sobre Lyndon Johnson. Como memorias presidenciales, sobresalen Personal Memoirs de Ulysses Grant y Decision Points de George W. Bush.


Es obligado empezar por los Padres Fundadores. A partir de ahí, mi recomendación es echar un vistazo a los Presidentes infravalorados y desatendidos por los historiadores, como James Polk, Chester Arthur, Grover Cleveland o Calvin Coolidge.


Para saber dónde situar al actual Presidente, Donald Trump, te será de utilidad estudiar a Andrew Jackson, Millard Fillmore, William McKinley, Richard Nixon y Ronald Reagan.

viernes, 1 de marzo de 2019

El Presidente y los reporteros

Teddy Roosevelt fue el primer gran manipulador de los medios de comunicación en el 1600 de la Avenida Pennsylvania. Con una prensa ávida de crear sensaciones para fidelizar a los lectores, el primer Roosevelt supo deformar las convenciones de la comunicación mediante montajes publicitarios para hacer que la opinión pública se moviera a su favor, como cuando utilizó la popularidad de un escandaloso libro de Upton Sinclair para sacar adelante su reforma de la industria cárnica.

La primera conferencia de prensa presidencial de la historia corrió a cargo de Woodrow Wilson en 1913. Sin embargo, el vigésimo octavo Presidente creía que la censura era necesaria para la seguridad pública, y estableció mediante orden ejecutiva el Comité sobre Información Pública. Entre las creaciones de este comité estarían la figura del Tío Sam y las campañas de concienciación de la opinión pública estadounidense para entrar en la Primera Guerra Mundial.

El miedo a que el gobierno se atribuyera la competencia de nombrar y sustituir a los corresponsales provocó en 1914 la creación de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca con el objetivo de apoyar "los intereses de los reporteros asignados para cubrir la Casa Blanca". Su primer presidente fue William W. Price, un reportero del Washington Evening Star que llevaba años escribiendo una columna de noticias breves de la residencia presidencial.

Herbert Hoover estableció formalmente la posición de secretario de prensa, contratando para ello a George Akerson, antiguo corresponsal del Minneapolis Tribune. No le sirvió para amansar a la prensa, sino más bien todo lo contrario.

FDR transformó la relación con los reporteros ofreciéndoles largas e informales conversaciones en el Despacho Oval. Pero pronto les declaró la guerra a los enviados de los periódicos que tenían una línea editorial contraria a sus políticas. En las elecciones de 1936, el Presidente se quejó de recibir una cobertura desfavorable en un 85 por ciento por parte de la prensa escrita.

Más controladas tenía a las estaciones de radio NBC y CBS a través de la recién creada Comisión Federal de Comunicaciones. Esos nuevos medios, todavía en pañales, ofrecían los discursos del Presidente Roosevelt en bruto, sin comentarios, y él los elogiaba en contraste con la prensa escrita porque ofrecían "un contacto directo entre las masas y sus líderes elegidos".

Las conferencias (o sesiones) de prensa del Presidente continuaron siendo off the record hasta los años cincuenta. Comunicarse de manera confidencial le permitía al Presidente retractarse y negar cualquier opinión sostenida anteriormente. En una de esas comunicaciones reservadas, Harry Truman comentó, "Creo que el Senador Joe McCarthy es el mejor activo que tiene el Kremlin". Un reportero señaló rápidamente que el comentario del Presidente sería noticia de primera página. Entonces Truman pidió que no se mencionara a McCarthy. "El mejor activo que tiene el Kremlin son los intentos en el Senado de sabotear la política exterior bipartidista de los Estados Unidos", fue la versión corregida.

Calvin Coolidge (¿Cal el mudo?) fue el Presidente que más conferencias de prensa ofreció en esa era de las comunicaciones off the record, en proporción a los años que estuvo en la Casa Blanca. En total, 521 encuentros con los reporteros, una media de 93 por año.

Una vez que las sesiones empezaron a ser públicas, con el crecimiento de la televisión, el número cayó drásticamente. La primera rueda de prensa recogida por las cámaras de televisión tuvo lugar en el Indian Treaty Room el 19 de enero de 1955, durante la Presidencia de Dwight D. Eisenhower. Se celebraba una vez cada dos semanas y el secretario de prensa de Eisenhower, James Hagerty, era el encargado de editar un resumen con lo más relevante de la misma que después se emitía en los canales de televisión.

El sucesor de Eisenhower, John F. Kennedy, protagonizó la primera rueda de prensa televisada en directo el 25 de enero de 1961. Kennedy utilizó la televisión para dar vigor a la Presidencia y promover una imagen de administración siempre activa. En menos de tres años hizo más apariciones televisivas que su predecesor en ocho años.

Debido a la alta demanda de credenciales de prensa, la administración Kennedy trasladó las ruedas de prensa del Indian Treaty Room del edificio ejecutivo adyacente a la Casa Blanca (un lugar con espacio limitado y mala acústica) al Auditorio del Departamento de Estado (con capacidad para más de doscientos reporteros).

Con la llegada de los años sesenta, surgieron en los medios audiovisuales reporteros más dispuestos a desafiar los comunicados oficiales del Presidente. El detonante fue la versión oficial falsa difundida por la Casa Blanca después del derribo de un avión estadounidense espía U-2 sobre la Unión Soviética en 1960. Los reporteros más contestatarios empezaron a ser más conocidos por el gran público que algunos importantes cargos oficiales de la Casa Blanca.

Con Richard Nixon, el número estándar de ruedas de prensa presidenciales se estableció en aproximadamente una cada dos meses, generalmente en la Sala Este y a menudo en horario de máxima audiencia.

Nixon mandó cubrir el foso de la piscina interior para construir sobre él una sala de prensa que apenas utilizó pero que iría ganando protagonismo en el futuro. Fue también Nixon quien concibió la oficina de comunicación de la Casa Blanca, apoyándose en un productor de televisión, Roger Ailes, para mejorar el resultado de sus apariciones televisivas.

El outsider Jimmy Carter se preocupó de atender a los medios de fuera de Washington, DC. Cada dos meses se reunía en la Sala de Gabinete con representantes de periódicos, radios y televisiones de todo el país.

Ronald Reagan bordó el arte de hacer creer a los reporteros que tenían un acceso sin precedentes al Presidente, cuando en realidad tenían menos control que nunca sobre ese acceso. Sin darse cuenta, terminaron contando como noticias photo opportunities (ocasiones fotográficas, posados) del Presidente cortando leña, montando a caballo, o recibiendo una tarta de cumpleaños de sus empleados en el Despacho Oval. Una de las tácticas de Reagan (que tenía tinnitus en un oído) cuando se topaba con un puesto de reporteros en sus desplazamientos era hacer como que no escuchaba las preguntas que le lanzaban desde la distancia. En las ruedas de prensa, el Presidente número 40 contaba ingeniosas historietas y anécdotas y nunca se embarraba en una pelea con un reportero.

George H.W. Bush normalizó la práctica de la rueda de prensa conjunta con los líderes extranjeros que visitaban la Casa Blanca. Con un número limitado de preguntas, normalmente dos por la prensa de cada país, este tipo de rueda de prensa es de poca utilidad para los medios de comunicación pero de mucho provecho para el Presidente. Se ha seguido utilizando.

En los últimos años, el Presidente ha incrementado el contacto con los reporteros, pero todo se hace en sus propios términos. Por ejemplo, a Barack Obama le gustaba concertar con los corresponsales de los canales de televisión entrevistas individuales con calidad de producción; además introdujo Facebook, Instagram Twitter en la rutina de los corresponsales. A Donald Trump le encanta trastocar la agenda informativa del día a través de sus tuits y regalar a los reporteros tumultuosas sesiones improvisadas entre reuniones y actos oficiales, algo que ya hacía Lyndon Johnson más esporádicamente.


Ocho ejemplos de ruedas de prensa presidenciales:

19 de enero de 1955. "Estamos probando un nuevo experimento esta mañana", bromea el Presidente Eisenhower en la primera rueda de prensa con cámaras. "Espero que no resulte ser una influencia perturbadora", dice el viejo general.




20 de noviembre de 1962. El Presidente John F. Kennedy comparece en el Auditorio del Departamento de Estado poco después de la crisis de los misiles. Cuando no hay acuerdos escritos con los soviéticos sobre la resolución de la crisis, la declaración formal es las que se realiza en una rueda de prensa televisada en directo. A partir de los sesenta, lo que el Presidente adelanta en televisión es tan oficial como un documento firmado y autorizado por un departamento del gobierno.




30 de noviembre de 1977. Todavía no hay canales temáticos dedicados a la infromación las 24 horas, por lo que los canales generalistas emiten en directo las ruedas de prensa presidenciales. Finalizada la conferencia presidencial, un par de periodistas hacen un breve, conciso y profesional análisis (nada de riñas partidistas entre fans alrededor de una mesa) antes de dar paso a lo que más interesa a los telespectadores: una reposición de Días felices.




24 de mayo de 1982. El Presidente Ronald Reagan va a la sala de prensa a responder preguntas durante un cuarto de hora. A los quince minutos exactos, su secretario de prensa, Larry Speakes, y su director de comunicación, David Gergen, interrumpen el intercambio de Reagan con los reporteros con la excusa de que el Presidente tiene otras obligaciones que atender. "No puedo responder a la pregunta, ellos me han cortado", se excusa el Presidente mientras se retira.




3 de agosto de 1990. Mientras abandona la Casa Blanca, el Presidente George H.W. Bush hace una declaración sobre la invasión iraquí de Kuwait y responde a algunas preguntas. La actualidad fija los límites de la rueda de prensa y su contenido queda reservado a un asunto en el que el comandante en jefe se siente cómodo.




6 de febrero de 1998. A veces una rueda de prensa conjunta con un estadista extranjero para hablar de conflictos internacionales no te libra de las preguntas fuera del contexto de la reunión. Es lo que le ocurre a Bill Clinton en una comparecencia con Tony Blair. 

"Todas estas preguntas sobre su vida privada tienen que ser dolorosas para usted y su familia. ¿En qué momento considera que no vale la pena, y considera dimitir del cargo?", le pregunta un reportero en pleno estruendo 'Lewinsky'. "Nunca", responde el Presidente.




15 de julio de 2015. Cuanto más jabón esté acostumbrado a recibir un Presidente por parte de la prensa, más áspera será su reacción en las contadas ocasiones en que los reporteros cuestionen sus decisiones. Lo vemos en el enfado de Barack Obama (aficionado a contratar asesores casados o emparentados con periodistas y ejecutivos de medios de comunicación) cuando, en medio de una pulcra y formal rueda de prensa en la Sala Este, se le recuerda que su acuerdo nuclear con Irán deja a cuatro ciudadanos estadounidenses en las cárceles iraníes.

"Señor, ¿podría decirle al país por qué usted está contento con toda la fanfarria que gira en torno a este acuerdo para dejar la conciencia de esta nación, la fuerza de esta nación, sin explicación en relación al paradero de estos cuatro estadounidenses?", le pregunta Major Garrett, corresponsal de CBS. Para Obama, el cuestionamiento "no tiene sentido" y el reportero "debería saberlo mejor".




1 de octubre de 2018. El Presidente Donald Trump comparece en la rosaleda de la Casa Blanca para hablar de la renegociación del tratado comercial con México y Canadá. Dedica media hora a comentar el acuerdo y a continuación invita a los reporteros a una improvisada refriega de casi cincuenta minutos deseada por ambas partes.

Algunos de sus asesores y ministros, uno de ellos (Wilbur Ross, secretario de Comercio) de 81 años, que piensan que están ahí para arropar al Presidente en una breve declaración, tendrán que permanecer de pie durante cerca de hora y media.

Constituye el ejemplo perfecto del estilo de Trump en la interacción con los reporteros. "Sé que no estás pensando. Nunca lo haces", le suelta a la reportera de ABC nada más empezar. "Has tenido suficiente. ¡Hey! Has tenido suficiente", le vocea a la representante de CNN. "Puedo decir honestamente que no he tomado una cerveza en mi vida. Es una de mis pocas virtudes", dice en otra ocasión para añadir que sería "un desastre", "lo peor del mundo" si le diera por beber. "¿Os lo imagináis?"

Refiriéndose a uno de los senadores demócratas (¿alguno de Connecticut o New Jersey?) que interrogan esos días al juez Brett Kavanaugh en el comité judicial del Senado, el Presidente hace un comentario enigmático que descoloca a todos: "He visto a esa persona en situaciones muy malas. ¿Vale? He visto a esa persona en situaciones muy, muy malas. Algo comprometedor".

"Trump deja a los oyentes de la rosaleda sonados... incluso sin alcohol", titula The Guardian. El periódico británico de izquierda describe la actuación de Trump como la de un "disparatado animador de circo".

miércoles, 27 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (VII): otros

8-10 de junio de 1987. Sabemos que las cumbres del G7 (o G8) no sirven para nada. La del 87 no es una excepción, pero al menos nos permite ver la belleza melancólica de Venecia. La reina del Adriático ya nos atrae por la canción ochentera de los Hombres G y los giallos setenteros de Aldo Lado (¿Quién la ha visto morir?), Antonio Bido (Solamente nero) o Nicolas Roeg (Amenaza en la sombra). La limusina presidencial es sustituida por una elegante embarcación para moverse por los canales de la ciudad en los desplazamientos entre el Hotel Cipriani, el Palacio Grassi y la isla de San Giorgio Maggiore. ¡Espectacular!



Ver las reuniones presidenciales venecianas aquí.


7 de octubre de 1992. El Presidente George H.W. Bush se reúne en San Antonio, Texas con el Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, y el Primer Ministro de Canadá, Brian Mulroney, para discutir la implementación del Tradado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) y presenciar la firma del borrador del texto legal por sus ministros de comercio. Por parte de EEUU, firma la Representante de Comercio Carla Hills.

El acuerdo se propone convertir Norteamérica (360 millones de ciudadanos y 5,000 millas) en uno de los mayores bloques de comercio a escala mundial, eliminando barreras aduaneras entre los tres países y promoviendo el libre intercambio de productos y capitales. EEUU también busca con ello consolidar las reformas neoliberales en México y fijar definitivamente a la diplomacia mexicana bajo su influencia.

"Estamos creando el mercado más grande, rico y productivo de todo el mundo", defiende Bush, quien se enfrenta a una difícil reelección en menos de un mes. "Cualquier nación que levante muros y se encierre en sí mismo está destinado al declive", dice respondiendo indirectamente a la oposición de muchos demócratas.




14 de diciembre de 1995. El Presidente Bill Clinton se une en París a los dirigentes de Francia, Alemania, Reino Unido, España y Rusia para patrocinar el acuerdo de paz negociado en Dayton, Ohio por su enviado especial Richard Holbrook y que pone fin a la guerra de Bosnia.

Bosnia-Herzegovina queda convertida en una especie de confederación con dos entidades políticas. Los bosnios obtienen Sarajevo a cambio de ceder a los serbios algunos territorios occidentales. Los croatas ceden un 4 por ciento del territorio conquistado durante la guerra. Slobodan Milosevic (Serbia, Yugoslavia), Franjo Tudjman (Croacia) y Alija Izetbegovic (Bosnia-Herzegovina) se comprometen además por escrito a solucionar sus diferencias por medios pacíficos.

Clinton habla de un "brillante nuevo día, cuando Bosnia pasa del horror de la guerra a la promesa de la paz".




16 de marzo de 2003. El Presidente George W. Bush y el Primer Ministro británico Tony Blair celebran una reunión urgente en las Azores para tomar la decisión de lanzar un ultimátum (el exilio o la guerra) a Saddam Hussein. A Bush y a Blair se les unen José Manuel Durao Barroso, primer ministro del país anfitrión, y José María Aznar, presidente del gobierno español y uno de los siete líderes europeos que en enero de 2003 firmaron una proclama de apoyo a la estrategia de EEUU frente a Iraq.

La administración Bush quiere poner en práctica su nueva doctrina (resultado del 11-S) de la guerra preventiva ante amenazas potenciales y la visión de que el ejercicio del poder americano (incluido el militar) es beneficioso tanto para EEUU (para ganar una ventaja estratégica) como para el mundo (extender la democracia liberal) y debe usarse. Acusa al presidente iraquí de llevar doce años jugando con la comunidad internacional, de ocultar armas de destrucción masiva (que después no se encontrarán), de respaldar el terrorismo internacional y de suponer una amenaza a la estabilidad política y económica de Oriente Medio.

En conferencia de prensa en la isla de Terceira, el Presidente Bush anuncia que "hemos concluido que mañana es el momento de la verdad para el mundo".

"Muchas naciones han expresado un compromiso con la paz y la seguridad. Y ahora deben demostrar ese compromiso con la paz y la seguridad de la única manera eficaz, apoyando el inmediato e incondicional desarme de Saddam Hussein. El dictador de Iraq y sus armas de destrucción masiva son una amenaza a la seguridad de las naciones libres. Es un peligro para sus vecinos. Patrocina el terrorismo. Es un obstáculo al progreso en Oriente Medio", dice Bush. "Saddam Hussein ha demostrado que es capaz de cualquier crimen. No debemos permitir que estos crímenes se extiendan por el mundo".

Bloqueada la crisis en el Consejo de Seguridad de la ONU, y tras el ultimátum de 24 horas acordado en la reunión de las Azores, y rechazado por Saddam Hussein, una coalición de EEUU y Gran Bretaña iniciará el 19 de marzo la campaña Libertad de Iraq, una doble ofensiva militar: bombardeos demoledores, utilizando aviones invisibles, que afectarán a todos los centros neurálgicos del poder militar y político del régimen iraquí, y una invasión terrestre de la infantería mecanizada y los marines con blindados y artillería que, desde Kuwait, avanzarán en tres direcciones hacia el norte, con su objetivo último en Bagdad.




En los últimos años tenemos la histórica visita del Presidente Barack Obama a Cuba en marzo de 2016 (la primera de un Presidente de EEUU desde la revolución de 1959) y el histórico encuentro del Presidente Donald Trump con el líder supremo norcoreano Kim Jong Un en Singapur en junio de 2018 (la primera de un Presidente estadounidense titular y un líder norcoreano desde la Guerra de Corea) y su secuela estos días en Hanoi. No me extiendo en ellas porque siguen frescas en la memoria y todavía son procesos abiertos.

Para terminar, creo que coincidiremos todos en que la reunión al más alto nivel más importante en el siglo XXI es la celebrada el 11 de octubre de 2018 en el Despacho Oval entre el Presidente Trump y Kanye West. El rapero, compositor, productor discográfico, diseñador y filántropo de Chicago es el único hombre que ha dejado a Donald Trump sin habla.

martes, 26 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (VI): Oriente Próximo

17 septiembre de 1978. El Presidente de EEUU Jimmy Carter, el Presidente egipcio Anwar el-Sadat y el Primer Ministro israelí Menahem Begin retornan a la Casa Blanca tras varios días de negociación en Camp David para anunciar que se ha alcanzado un acuerdo de paz entre Israel y Egipto. En virtud del mismo, Israel acepta abandonar la península del Sinaí, y al mismo tiempo se acuerda establecer un régimen de autonomía transitoria para los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.

Carter tomó las riendas de las conversaciones y decidió convocar a Sadat y Begin a Camp David el 5 de septiembre para resolver el bloqueo de las negociaciones de la comisión egipcio-israelí establecida en 1977. El acuerdo llega tras trece días de encierro en la residencia de descanso presidencial, gracias a que Carter no dejó que ninguno de sus invitados abandonara el lugar hasta alcanzar un entendimiento.

La noche del domingo 17, para indignación de muchos televidentes estadounidenses, el anuncio del acuerdo interrumpe durante media hora el esperado estreno en televisión del King Kong de Dino De Laurentiis. Los servicios informativos de la NBC se cuelan bruscamente en la pantalla en plena emisión de la película. "Interrumpimos este programa para ofrecerles un informativo especial de NBC News"...



La paz de Camp David es la culminación de los esfuerzos de Sadat en favor de la pacificación de Oriente Próximo y del fortalecimiento de las relaciones de Egipto con EEUU. La decisión previa de Sadat de reabrir el canal de Suez, denunciar el tratado egipcio-soviético de amistad y cooperación de 1971 y cancelar las facilidades portuarias de la flota soviética ya había mejorado las relaciones con Washington.

El presidente egipcio organizará un referéndum mediante el cual el pueblo egipcio ratificará el tratado con Israel, pero el acuerdo provocará la repulsa de los estados árabes que decretarán el boicot económico y político a Egipto.


30 de octubre-3 de noviembre de 1991. Se celebra en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, España (España nunca ha sido tan feliz como en los años 90) una conferencia de paz, auspiciada por EEUU y la URSS, que reúne por primera vez alrededor de una mesa de negociaciones a los representantes de Israel, de los palestinos y de los países árabes de la zona (Siria, Líbano y Jordania). El Presidente George H.W. Bush y su homólogo soviético, Mijaíl Gorbachov, son los encargados de inaugurar la negociación.

"Venimos a Madrid en una misión de esperanza, para empezar a trabajar en una solución justa, duradera y amplia al conflicto", dice el Presidente Bush. "Venimos a Madrid siendo realistas. No esperamos que la paz sea negociada en un día, ni en una semana, ni en un mes, ni en un año. Llevará tiempo".

La conferencia es posible gracias a que la intifada, el primer movimiento autónomo de la resistencia interior de los árabes de Palestina, que estalló en 1987 en Gaza y Cisjordania ha perdido gran parte de su impulso tras la derrota iraquí en la Guerra del Golfo.

La cita en Madrid sirve para abrir un proceso de conversaciones bilaterales (paz por territorios) y otra conversación multilateral (sobre cuestiones comunes de la región, como el control de armas, el agua o el desarrollo económico).

La exhaustiva cobertura que hacen Telemadrid y TVE-2 de la conferencia:



Continúa: Parte 2 / Parte 3


13 de septiembre de 1993. El proceso abierto en la conferencia de Madrid da como resultado la firma de la declaración de principios de los Acuerdos de Oslo (negociados en Oslo) entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Con el Presidente de EEUU Bill Clinton, el Primer Ministro israelí Isaac Rabin y el líder palestino Yasir Arafat presidiendo la ceremonia, Simón Peres, en representación de Israel, y Abu Mazen, en representación de la OLP, firman en el Jardín Sur de la Casa Blanca el acuerdo por el que Israel acepta reconocer a la OLP como legítimo representante de un pueblo palestino y la OLP (a partir de ahora Autoridad Nacional Palestina) acepta el derecho de Israel a existir y a garantizar su existencia en paz y seguridad. El Secretario de Estado norteamericano Warren Christopher y el Ministro de Exteriores ruso Andrel Kozyrev firman en nombre de las potencias auspiciadoras del acuerdo.

El Presidente Clinton, que lleva siete meses en el cargo, explota todo lo que puede "un regalo dejado en los cajones del Despacho Oval por el equipo de George Bush y James Baker", dice la crónica de El País.




28 de septiembre de 1995. Clinton prosigue la implicación de EEUU en el proceso de paz y consigue que Rabin y Arafat firmen un complicado texto de cuatrocientas páginas que extiende el control de la Autoridad Nacional Palestina al 30 por ciento de Cisjordania ocupado por Israel en la guerra de 1967.

La ceremonia, celebrada en la Sala Este de la Casa Blanca, comienza con veinte minutos de retraso porque hasta el último momento sigue habiendo diferencias sobre la retirada de las tropas israelíes de Hebrón. El Rey Hussein de Jordania y el Presidente egipcio Hosni Mubarak hacen de testigos. La ausencia de otros actores principales de la región, como Siria, evidencia la fragilidad del acuerdo alcanzado. Felipe González, presidente del gobierno español, interviene en calidad de presidente semestral de la Unión Europea evocando unos versos de Blas de Otero.

Clinton habla de "un nuevo capítulo" en el proceso de paz por el cuál "el ruido de las armas quedará extinguido de Tierra Santa". Rabin, que se enfrenta a una fuerte oposición interna israelí a su estrategia y será asesinado en menos de dos meses, pide a la autoridad palestina que se le una "contra los ángeles del mal de la muerte y el terrorismo". Arafat describe el acuerdo como "la paz de los valientes".

El asesinato de Rabin, la derrota de su sucesor, Peres, en las elecciones de 1996, los continuos ataques suicidas palestinos y los contraataques militares israelíes llevarán al estancamiento del proceso.

lunes, 25 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (V): de la URSS a Rusia

1 de junio de 1990. Después de la caída del Muro de Berlín, de firmar el fin de la Guerra Fría en la cumbre de Malta (diciembre de 1989), de liquidar la dinámica de bloques y celebrar el nacimiento de un orden Este-Oeste basado en el respeto de los valores comunes y el desarme, el Presidente George H.W. Bush y Mijaíl Gorbachov vuelven a reunirse a finales de primavera de 1990 en una cumbre celebrada en Washington, DC. Firman el primer tratado para la destrucción parcial de los arsenales de armas químicas y biológicas de las dos superpotencias. Bush dice que los acuerdos avanzarán la causa de la paz mundial y Gorbachov invoca las cuatro libertades humanas esenciales descritas medio siglo antes por el Presidente Franklin D. Roosevelt.

En contraste con anteriores cumbres ruso-americanas, Gorbachov llega esta vez a Washington muy presionado por el Comité Central soviético por la pérdida de estados satélite en Europa del Este y la resistencia de las facciones más duras del régimen a la reunificación alemana impulsada por los americanos.

Temiendo que el territorio de Alemania Oriental pase a formar parte de los dominios de la OTAN, el líder soviético propone transformar la OTAN y el Pacto de Varsovia en una estructura de seguridad europea que asuma las funciones de seguridad en el viejo continente. Bush le asegura que EEUU no aprovechará 'unilateralmente' las revoluciones que se están produciendo en Europa del Este para dañar los intereses soviéticos, y que si EEUU mantiene su presencia militar en una Alemania reunificada dentro del marco de la OTAN, esa presencia no se moverá más al Este de su jurisdicción actual (la administración Bush no espera un colapso rápido de la URSS).





Podemos ver aquí a Jesús Hermida en su singular Diario Noche (TVE) narrando en directo la llegada de Gorbachov a la Base Aérea Andrews. Y aquí un anticipo de la cumbre en el Telediario del mediodía.


31 de julio de 1991. Moscú renuncia finalmente a vincular las negociaciones de desarme al abandono por EEUU de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), y Bush y Gorbachov firman en el Kremlin el Tratado sobre Reducción de Armas Estratégicas (START I), una reducción profunda que obliga a EEUU y a la URSS a destruir el 30 por ciento del armamento nuclear intercontinental total. Afecta a misiles balísticos intercontinentales con base terrestre, misiles balísticos con base en submarinos y bombarderos pesados.



La firma de este primer tratado START, unida a las promesas de Gorbachov de acelerar las reformas a cambio de la integración en el sistema financiero internacional, agravará las tensiones entre reformistas y conservadores en el aparato comunista y en el complejo militar-industrial soviético, y conducirán dos semanas después (18 de agosto) a un golpe de estado contra Gorbachov planeado por los duros del partido, el KGB y algunos jefes militares. El golpe terminará fracasando y solo acelerará la disolución de los órganos del poder central y la desintegración de la Unión Soviética.

Las sucesivas proclamaciones de independencia de las repúblicas que constituyen la URSS y la formación de la Comunidad de Estados Independientes por parte de Bielorrusia, Rusia y Ucrania supondrá el fin del estado soviético.


23 de octubre de 1995. Coincidiendo con su visita a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el Presidente ruso Boris Yeltsin celebra una cumbre con el Presidente Bill Clinton para tratar la conflictiva situación en los Balcanes y la posible ampliación de la OTAN al Este de Europa.

La reunión tiene lugar en la casa natal del Presidente Franklin D. Roosevelt en Hyde Park y da como resultado un principio de acuerdo para la participación de tropas rusas en la misión de paz en Bosnia. En lo que no hay acuerdo todavía es en si la misión debe estar o no bajo el mando de la OTAN, a la que Rusia acusa de haber violado la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU con sus bombardeos sobre Bosnia.

En otro orden de cosas, Clinton y Yeltsin se comprometen a ratificar los tratados de reducción de armas estratégicas firmados entre sus dos países.

No será la cumbre más importante que mantengan a lo largo de los años noventa, pero sí la más recordada por el contagioso ataque de risa del Presidente americano en plena rueda de prensa, cuando Yeltsin, que ha bebido una botella de vino durante la comida y coñac en los postres, ataca a un medio que había pronosticado que la cumbre sería un fracaso.

"Si uno echa un vistazo a las noticias, uno vería que lo que estabais contando es que el encuentro con el Presidente Bill Clinton iba a ser un desastre. Ahora, por primera vez, puedo decirles que son ustedes un desastre", dice el presidente ruso al medio en cuestión. Clinton empieza a partirse el culo.