miércoles, 27 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (VII): otros

8-10 de junio de 1987. Sabemos que las cumbres del G7 (o G8) no sirven para nada. La del 87 no es una excepción, pero al menos nos permite ver la belleza melancólica de Venecia. La reina del Adriático ya nos atrae por la canción ochentera de los Hombres G y los giallos setenteros de Aldo Lado (¿Quién la ha visto morir?), Antonio Bido (Solamente nero) o Nicolas Roeg (Amenaza en la sombra). La limusina presidencial es sustituida por una elegante embarcación para moverse por los canales de la ciudad en los desplazamientos entre el Hotel Cipriani, el Palacio Grassi y la isla de San Giorgio Maggiore. ¡Espectacular!



Ver las reuniones presidenciales venecianas aquí.


7 de octubre de 1992. El Presidente George H.W. Bush se reúne en San Antonio, Texas con el Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, y el Primer Ministro de Canadá, Brian Mulroney, para discutir la implementación del Tradado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) y presenciar la firma del borrador del texto legal por sus ministros de comercio. Por parte de EEUU, firma la Representante de Comercio Carla Hills.

El acuerdo se propone convertir Norteamérica (360 millones de ciudadanos y 5,000 millas) en uno de los mayores bloques de comercio a escala mundial, eliminando barreras aduaneras entre los tres países y promoviendo el libre intercambio de productos y capitales. EEUU también busca con ello consolidar las reformas neoliberales en México y fijar definitivamente a la diplomacia mexicana bajo su influencia.

"Estamos creando el mercado más grande, rico y productivo de todo el mundo", defiende Bush, quien se enfrenta a una difícil reelección en menos de un mes. "Cualquier nación que levante muros y se encierre en sí mismo está destinado al declive", dice respondiendo indirectamente a la oposición de muchos demócratas.




14 de diciembre de 1995. El Presidente Bill Clinton se une en París a los dirigentes de Francia, Alemania, Reino Unido, España y Rusia para patrocinar el acuerdo de paz negociado en Dayton, Ohio por su enviado especial Richard Holbrook y que pone fin a la guerra de Bosnia.

Bosnia-Herzegovina queda convertida en una especie de confederación con dos entidades políticas. Los bosnios obtienen Sarajevo a cambio de ceder a los serbios algunos territorios occidentales. Los croatas ceden un 4 por ciento del territorio conquistado durante la guerra. Slobodan Milosevic (Serbia, Yugoslavia), Franjo Tudjman (Croacia) y Alija Izetbegovic (Bosnia-Herzegovina) se comprometen además por escrito a solucionar sus diferencias por medios pacíficos.

Clinton habla de un "brillante nuevo día, cuando Bosnia pasa del horror de la guerra a la promesa de la paz".




16 de marzo de 2003. El Presidente George W. Bush y el Primer Ministro británico Tony Blair celebran una reunión urgente en las Azores para tomar la decisión de lanzar un ultimátum (el exilio o la guerra) a Saddam Hussein. A Bush y a Blair se les unen José Manuel Durao Barroso, primer ministro del país anfitrión, y José María Aznar, presidente del gobierno español y uno de los siete líderes europeos que en enero de 2003 firmaron una proclama de apoyo a la estrategia de EEUU frente a Iraq.

La administración Bush quiere poner en práctica su nueva doctrina (resultado del 11-S) de la guerra preventiva ante amenazas potenciales y la visión de que el ejercicio del poder americano (incluido el militar) es beneficioso tanto para EEUU (para ganar una ventaja estratégica) como para el mundo (extender la democracia liberal) y debe usarse. Acusa al presidente iraquí de llevar doce años jugando con la comunidad internacional, de ocultar armas de destrucción masiva (que después no se encontrarán), de respaldar el terrorismo internacional y de suponer una amenaza a la estabilidad política y económica de Oriente Medio.

En conferencia de prensa en la isla de Terceira, el Presidente Bush anuncia que "hemos concluido que mañana es el momento de la verdad para el mundo".

"Muchas naciones han expresado un compromiso con la paz y la seguridad. Y ahora deben demostrar ese compromiso con la paz y la seguridad de la única manera eficaz, apoyando el inmediato e incondicional desarme de Saddam Hussein. El dictador de Iraq y sus armas de destrucción masiva son una amenaza a la seguridad de las naciones libres. Es un peligro para sus vecinos. Patrocina el terrorismo. Es un obstáculo al progreso en Oriente Medio", dice Bush. "Saddam Hussein ha demostrado que es capaz de cualquier crimen. No debemos permitir que estos crímenes se extiendan por el mundo".

Bloqueada la crisis en el Consejo de Seguridad de la ONU, y tras el ultimátum de 24 horas acordado en la reunión de las Azores, y rechazado por Saddam Hussein, una coalición de EEUU y Gran Bretaña iniciará el 19 de marzo la campaña Libertad de Iraq, una doble ofensiva militar: bombardeos demoledores, utilizando aviones invisibles, que afectarán a todos los centros neurálgicos del poder militar y político del régimen iraquí, y una invasión terrestre de la infantería mecanizada y los marines con blindados y artillería que, desde Kuwait, avanzarán en tres direcciones hacia el norte, con su objetivo último en Bagdad.




En los últimos años tenemos la histórica visita del Presidente Barack Obama a Cuba en marzo de 2016 (la primera de un Presidente de EEUU desde la revolución de 1959) y el histórico encuentro del Presidente Donald Trump con el líder supremo norcoreano Kim Jong Un en Singapur en junio de 2018 (la primera de un Presidente estadounidense titular y un líder norcoreano desde la Guerra de Corea) y su secuela estos días en Hanoi. No me extiendo en ellas porque siguen frescas en la memoria y todavía son procesos abiertos.

Para terminar, creo que coincidiremos todos en que la reunión al más alto nivel más importante en el siglo XXI es la celebrada el 11 de octubre de 2018 en el Despacho Oval entre el Presidente Trump y Kanye West. El rapero, compositor, productor discográfico, diseñador y filántropo de Chicago es el único hombre que ha dejado a Donald Trump sin habla.

martes, 26 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (VI): Oriente Próximo

17 septiembre de 1978. El Presidente de EEUU Jimmy Carter, el Presidente egipcio Anwar el-Sadat y el Primer Ministro israelí Menahem Begin retornan a la Casa Blanca tras varios días de negociación en Camp David para anunciar que se ha alcanzado un acuerdo de paz entre Israel y Egipto. En virtud del mismo, Israel acepta abandonar la península del Sinaí, y al mismo tiempo se acuerda establecer un régimen de autonomía transitoria para los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.

Carter tomó las riendas de las conversaciones y decidió convocar a Sadat y Begin a Camp David el 5 de septiembre para resolver el bloqueo de las negociaciones de la comisión egipcio-israelí establecida en 1977. El acuerdo llega tras trece días de encierro en la residencia de descanso presidencial, gracias a que Carter no dejó que ninguno de sus invitados abandonara el lugar hasta alcanzar un entendimiento.

La noche del domingo 17, para indignación de muchos televidentes estadounidenses, el anuncio del acuerdo interrumpe durante media hora el esperado estreno en televisión del King Kong de Dino De Laurentiis. Los servicios informativos de la NBC se cuelan bruscamente en la pantalla en plena emisión de la película. "Interrumpimos este programa para ofrecerles un informativo especial de NBC News"...



La paz de Camp David es la culminación de los esfuerzos de Sadat en favor de la pacificación de Oriente Próximo y del fortalecimiento de las relaciones de Egipto con EEUU. La decisión previa de Sadat de reabrir el canal de Suez, denunciar el tratado egipcio-soviético de amistad y cooperación de 1971 y cancelar las facilidades portuarias de la flota soviética ya había mejorado las relaciones con Washington.

El presidente egipcio organizará un referéndum mediante el cual el pueblo egipcio ratificará el tratado con Israel, pero el acuerdo provocará la repulsa de los estados árabes que decretarán el boicot económico y político a Egipto.


30 de octubre-3 de noviembre de 1991. Se celebra en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, España (España nunca ha sido tan feliz como en los años 90) una conferencia de paz, auspiciada por EEUU y la URSS, que reúne por primera vez alrededor de una mesa de negociaciones a los representantes de Israel, de los palestinos y de los países árabes de la zona (Siria, Líbano y Jordania). El Presidente George H.W. Bush y su homólogo soviético, Mijaíl Gorbachov, son los encargados de inaugurar la negociación.

"Venimos a Madrid en una misión de esperanza, para empezar a trabajar en una solución justa, duradera y amplia al conflicto", dice el Presidente Bush. "Venimos a Madrid siendo realistas. No esperamos que la paz sea negociada en un día, ni en una semana, ni en un mes, ni en un año. Llevará tiempo".

La conferencia es posible gracias a que la intifada, el primer movimiento autónomo de la resistencia interior de los árabes de Palestina, que estalló en 1987 en Gaza y Cisjordania ha perdido gran parte de su impulso tras la derrota iraquí en la Guerra del Golfo.

La cita en Madrid sirve para abrir un proceso de conversaciones bilaterales (paz por territorios) y otra conversación multilateral (sobre cuestiones comunes de la región, como el control de armas, el agua o el desarrollo económico).

La exhaustiva cobertura que hacen Telemadrid y TVE-2 de la conferencia:



Continúa: Parte 2 / Parte 3


13 de septiembre de 1993. El proceso abierto en la conferencia de Madrid da como resultado la firma de la declaración de principios de los Acuerdos de Oslo (negociados en Oslo) entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Con el Presidente de EEUU Bill Clinton, el Primer Ministro israelí Isaac Rabin y el líder palestino Yasir Arafat presidiendo la ceremonia, Simón Peres, en representación de Israel, y Abu Mazen, en representación de la OLP, firman en el Jardín Sur de la Casa Blanca el acuerdo por el que Israel acepta reconocer a la OLP como legítimo representante de un pueblo palestino y la OLP (a partir de ahora Autoridad Nacional Palestina) acepta el derecho de Israel a existir y a garantizar su existencia en paz y seguridad. El Secretario de Estado norteamericano Warren Christopher y el Ministro de Exteriores ruso Andrel Kozyrev firman en nombre de las potencias auspiciadoras del acuerdo.

El Presidente Clinton, que lleva siete meses en el cargo, explota todo lo que puede "un regalo dejado en los cajones del Despacho Oval por el equipo de George Bush y James Baker", dice la crónica de El País.




28 de septiembre de 1995. Clinton prosigue la implicación de EEUU en el proceso de paz y consigue que Rabin y Arafat firmen un complicado texto de cuatrocientas páginas que extiende el control de la Autoridad Nacional Palestina al 30 por ciento de Cisjordania ocupado por Israel en la guerra de 1967.

La ceremonia, celebrada en la Sala Este de la Casa Blanca, comienza con veinte minutos de retraso porque hasta el último momento sigue habiendo diferencias sobre la retirada de las tropas israelíes de Hebrón. El Rey Hussein de Jordania y el Presidente egipcio Hosni Mubarak hacen de testigos. La ausencia de otros actores principales de la región, como Siria, evidencia la fragilidad del acuerdo alcanzado. Felipe González, presidente del gobierno español, interviene en calidad de presidente semestral de la Unión Europea evocando unos versos de Blas de Otero.

Clinton habla de "un nuevo capítulo" en el proceso de paz por el cuál "el ruido de las armas quedará extinguido de Tierra Santa". Rabin, que se enfrenta a una fuerte oposición interna israelí a su estrategia y será asesinado en menos de dos meses, pide a la autoridad palestina que se le una "contra los ángeles del mal de la muerte y el terrorismo". Arafat describe el acuerdo como "la paz de los valientes".

El asesinato de Rabin, la derrota de su sucesor, Peres, en las elecciones de 1996, los continuos ataques suicidas palestinos y los contraataques militares israelíes llevarán al estancamiento del proceso.

lunes, 25 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (V): de la URSS a Rusia

1 de junio de 1990. Después de la caída del Muro de Berlín, de firmar el fin de la Guerra Fría en la cumbre de Malta (diciembre de 1989), de liquidar la dinámica de bloques y celebrar el nacimiento de un orden Este-Oeste basado en el respeto de los valores comunes y el desarme, el Presidente George H.W. Bush y Mijaíl Gorbachov vuelven a reunirse a finales de primavera de 1990 en una cumbre celebrada en Washington, DC. Firman el primer tratado para la destrucción parcial de los arsenales de armas químicas y biológicas de las dos superpotencias. Bush dice que los acuerdos avanzarán la causa de la paz mundial y Gorbachov invoca las cuatro libertades humanas esenciales descritas medio siglo antes por el Presidente Franklin D. Roosevelt.

En contraste con anteriores cumbres ruso-americanas, Gorbachov llega esta vez a Washington muy presionado por el Comité Central soviético por la pérdida de estados satélite en Europa del Este y la resistencia de las facciones más duras del régimen a la reunificación alemana impulsada por los americanos.

Temiendo que el territorio de Alemania Oriental pase a formar parte de los dominios de la OTAN, el líder soviético propone transformar la OTAN y el Pacto de Varsovia en una estructura de seguridad europea que asuma las funciones de seguridad en el viejo continente. Bush le asegura que EEUU no aprovechará 'unilateralmente' las revoluciones que se están produciendo en Europa del Este para dañar los intereses soviéticos, y que si EEUU mantiene su presencia militar en una Alemania reunificada dentro del marco de la OTAN, esa presencia no se moverá más al Este de su jurisdicción actual (la administración Bush no espera un colapso rápido de la URSS).





Podemos ver aquí a Jesús Hermida en su singular Diario Noche (TVE) narrando en directo la llegada de Gorbachov a la Base Aérea Andrews. Y aquí un anticipo de la cumbre en el Telediario del mediodía.


31 de julio de 1991. Moscú renuncia finalmente a vincular las negociaciones de desarme al abandono por EEUU de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), y Bush y Gorbachov firman en el Kremlin el Tratado sobre Reducción de Armas Estratégicas (START I), una reducción profunda que obliga a EEUU y a la URSS a destruir el 30 por ciento del armamento nuclear intercontinental total. Afecta a misiles balísticos intercontinentales con base terrestre, misiles balísticos con base en submarinos y bombarderos pesados.



La firma de este primer tratado START, unida a las promesas de Gorbachov de acelerar las reformas a cambio de la integración en el sistema financiero internacional, agravará las tensiones entre reformistas y conservadores en el aparato comunista y en el complejo militar-industrial soviético, y conducirán dos semanas después (18 de agosto) a un golpe de estado contra Gorbachov planeado por los duros del partido, el KGB y algunos jefes militares. El golpe terminará fracasando y solo acelerará la disolución de los órganos del poder central y la desintegración de la Unión Soviética.

Las sucesivas proclamaciones de independencia de las repúblicas que constituyen la URSS y la formación de la Comunidad de Estados Independientes por parte de Bielorrusia, Rusia y Ucrania supondrá el fin del estado soviético.


23 de octubre de 1995. Coincidiendo con su visita a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el Presidente ruso Boris Yeltsin celebra una cumbre con el Presidente Bill Clinton para tratar la conflictiva situación en los Balcanes y la posible ampliación de la OTAN al Este de Europa.

La reunión tiene lugar en la casa natal del Presidente Franklin D. Roosevelt en Hyde Park y da como resultado un principio de acuerdo para la participación de tropas rusas en la misión de paz en Bosnia. En lo que no hay acuerdo todavía es en si la misión debe estar o no bajo el mando de la OTAN, a la que Rusia acusa de haber violado la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU con sus bombardeos sobre Bosnia.

En otro orden de cosas, Clinton y Yeltsin se comprometen a ratificar los tratados de reducción de armas estratégicas firmados entre sus dos países.

No será la cumbre más importante que mantengan a lo largo de los años noventa, pero sí la más recordada por el contagioso ataque de risa del Presidente americano en plena rueda de prensa, cuando Yeltsin, que ha bebido una botella de vino durante la comida y coñac en los postres, ataca a un medio que había pronosticado que la cumbre sería un fracaso.

"Si uno echa un vistazo a las noticias, uno vería que lo que estabais contando es que el encuentro con el Presidente Bill Clinton iba a ser un desastre. Ahora, por primera vez, puedo decirles que son ustedes un desastre", dice el presidente ruso al medio en cuestión. Clinton empieza a partirse el culo.

domingo, 24 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (IV): Reikiavik, Washington, Moscú y Nueva York

10 y 11 de octubre de 1986. En un año marcado por el accidente nuclear mayor de Chernóbil, el Presidente Ronald Reagan y el secretario general soviético Mijaíl Gorbachov mantienen un segundo encuentro de dos días en Reikiavik, Islandia que supondrá el punto de inflexión definitivo en la Guerra Fría.

A diferencia de lo visto el año anterior en Ginebra, la de Reikiavik no tendrá la pompa de una cumbre formal. "Esta será esencialmente una reunión privada entre nosotros dos. No habrá mucho personal con nosotros y no hay planeado que firmemos acuerdos sustanciales", explica el Presidente Reagan antes de partir hacia la capital islandesa. "Más bien revisaremos los temas que tenemos pensado perseguir, redoblando esfuerzos, con la vista puesta en una posible cumbre a gran escala. Hablaremos con franqueza sobre las diferencias entre nuestros países en asuntos importantes de la agenda Este-Oeste: reducción de armas, derechos humanos, conflictos regionales y contactos bilaterales. Hablaremos de cómo podemos, reconociendo esas diferencias, dar más pasos para progresar en esos puntos, hacer el mundo más seguro y mantener la paz".

Para resaltar el perfil bajo que la administración quiere dar a esta cumbre (hay elecciones de medio mandato en un mes y no quieren generar falsas expectativas), la Primera Dama no viaja con el Presidente. Nancy despide a Ronald desde el Pórtico Sur de la Casa Blanca haciendo muecas, diciendo adiós con una mano mientras el helicóptero presidencial se eleva en el aire en perfecta coreografía para la televisión.



La reunión ruso-americana, convocada a petición del líder comunista, mucho más necesitado que el líder americano, se celebra en el antiguo consulado francés de Reikiavik, una solitaria y melancólica mansión blanca con tejados de pizarra gris junto a la bahía de Faxa.

Para asombro de los americanos, Gorbachov ofrece desmantelar los misiles nucleares desplegados en Europa y la eventual eliminación, en el plazo de diez años, de todos los misiles balísticos. Propone incluso una reducción drástica de armas convencionales soviéticas. Sin embargo, pone como condición que EEUU abandone su Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI). Reagan no acepta renunciar a la SDI pero ofrece compartir la tecnología del proyecto con la URSS y el resto del mundo. Gorbachov no le cree y no hay trato. Reagan concluye que Gorbachov ha venido a Reikiavik solo a acabar con la SDI. "La reunión ha terminado. Nos vamos, George [Shultz]", le dice Reagan a su secretario de Estado.

Los americanos no ceden a la tentadora oferta y Gorbachov comprueba que no podrá seguir el ritmo de EEUU en la carrera armamentística. No puede permitirse desarrollar su propio escudo espacial antimisiles e incrementar su arsenal nuclear y al mismo tiempo ocuparse de las crecientes demandas sociales del pueblo soviético. Es solo cuestión de tiempo que termine aceptando la salida que se le ofrezca.




8 de diciembre de 1987. Tras un año más de intensas negociaciones en las que los soviéticos terminan aceptando la mayoría de los requisitos occidentales, sin imponer condiciones al proyecto de defensa espacial de los americanos, Reagan y Gorbachov firman en Washington el primer acuerdo de desarme de la era atómica. El Tratado INF (Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance) estipula la destrucción completa, bajo control recíproco, ejercido sobre el terreno, de todos los misiles con base en tierra y un alcance de entre 500 y 5,000 kilómetros, lo que supone una reducción del 4 por ciento de todos los arsenales nucleares. Es decir, van por primera vez más allá de la limitación en la producción y despliegue y pactan la eliminación de fuerzas nucleares intermedias.

"Por primera vez en la historia, el lenguaje del 'control de armas' ha sido sustituido por el de la 'reducción de armamentos'; en este caso, la completa eliminación de toda una clase de misiles nucleares estadounidenses y soviéticos", dice Reagan antes de la firma en la Sala Este de la Casa Blanca.

"Podemos estar orgullosos de plantar este retoño que puede que un día crezca hasta convertirse en un poderoso árbol de paz. Pero probablemente sea todavía demasiado pronto para otorgarnos laureles mutuamente", dice Gorbachov.



Gorbachov dedica gran parte de su estancia en la capital estadounidense a seducir a la prensa americana y occidental, hipnotizada por el manejo y carisma de este misterioso hijo de campesinos del Cáucaso que no habla (o se niega a hablar) una palabra de inglés (siempre le acompaña su fiel intérprete Pavel Palazhchenko, el hombrecillo del bigote).

Reagan le abre las puertas del Despacho Oval en tres ocasiones en tres días consecutivos (8, 9 y 10 de diciembre) para tratar asuntos en los que sigue sin haber acuerdo. En la primera reunión abordan los derechos humanos, la migración y el control de armas químicas y convencionales; en la segunda hablan de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), Afganistán y la guerra Irán-Iraq; y en la tercera, de varias cuestiones regionales. Y sobre todo se hacen fotos, muchas fotos.


(El segundo encuentro en el Despacho Oval, aquí. El tercero, aquí.)


Cinco meses después, en mayo de 1988, la histórica visita de Reagan a la Unión Soviética (la primera de un Presidente de EEUU desde 1974) abre una nueva era de las relaciones internacionales que forzará la más radical reorientación de la política exterior desde 1947. El Presidente que solo cinco años antes había descrito a la URSS como un "imperio del mal", "el foco del mal en el mundo moderno" pasea ahora por la Plaza Roja de Moscú con su nuevo amigo saludando a los ciudadanos rusos.




7 de diciembre de 1988. Gorbachov viaja a Nueva York para proclamar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que pretende llevar a cabo "una profunda reforma democrática de todo el sistema de poder y gobierno" de la Unión Soviética, poniendo fin al control estatal sobre las asociaciones públicas, liberar presos políticos y eliminar las restricciones de los ciudadanos soviéticos para viajar. También anuncia por sorpresa que reducirá la presencia militar soviética en Alemania del Este, Checoslovaquia y Hungría (una medida decisiva para el rápido desmoronamiento posterior del bloque soviético).

A continuación, el líder soviético se encuentra con el Presidente Reagan y el Presidente-electo (y todavía Vicepresidente) George H.W. Bush en Governor's Island, un fuerte militar situado en la bahía del Hudson con vistas de Manhattan. Es un encuentro ligero que busca representar la garantía de continuidad en las relaciones a pesar del inminente relevo en la Casa Blanca.



Las fotografías icónicas de dos presidentes americanos y un presidente soviético con la Estatua de la Libertad (símbolo de libertad y emancipación) y las Torres Gemelas del World Trade Center (símbolo del capitalismo más desacomplejado) de fondo darán la vuelta al mundo.

viernes, 22 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (III): Ginebra

17-21 de noviembre de 1985. Cuando faltan un par de semanas para que Regreso al futuro invada los cines europeos, el Presidente Ronald Reagan y su homólogo soviético Mijaíl Gorbachov viajan hasta Ginebra, Suiza para verse frente a frente por primera vez en una cumbre como las de antes. Es el primer encuentro entre un Presidente americano y un líder soviético desde que la invasión soviética de Afganistán, las guerras subsidiarias en Centroamérica y el rearme de EEUU reavivaron la Guerra Fría en la primera mitad de los años 80.

Reagan emprende viaje el día 16 de noviembre. Algunos líderes del Congreso, miembros del gabinete y decenas de ciudadanos despiden al Presidente mientras aborda el Marine One (el helicóptero presidencial) en el Jardín Sur de la Casa Blanca. Personas anónimas portan carteles (manufacturados y distribuidos por la propia Casa Blanca) con los lemas que interesan a la administración en ese momento ("Habla con él, Ron", "Cautívalo", "¡A por ello, señor Presidente!" o "En busca de una paz duradera").



La delegación americana llega a Ginebra el día 17, y el Presidente dedica los dos primeros días a pasear y a prepararse con sus asesores.



La cumbre como tal tiene lugar los días 19 y 20. El primer día, Reagan y Gorbachov se reúnen en el palacete de Fleur d'Eau durante dos horas sin asesores (estaba previsto que fueran solo quince minutos) y tienen un intercambio general de puntos de vista antes de que se les unan sus respectivas delegaciones; en la norteamericana, por primera vez en la historia de las cumbres, se sienta una mujer, Rozanne Ridgway, responsable de asuntos europeos del Departamento de Estado.



Reagan se lleva el primer asalto, el de la puesta en escena y las primeras impresiones de quien observa la cumbre desde fuera. Mientras que Gorbachov, todavía un desconocido en el panorama mundial (lleva solo ocho meses como secretario general del comité central del Partido Comunista soviético) llega en un anticuado Zil negro, el Presidente americano lo hace en su deslumbrante Cadillac Fleetwood negro. Gorbachov, de 54 años, viste abrigo y bufanda para protegerse del frío de Ginebra (hace un grado bajo cero); en cambio Reagan, de 74, sale a recibirlo sin abrigo.



El segundo día hablan de desarme, derechos humanos y cuestiones regionales; en especial, de evitar que los conflictos en El Salvador, Nicaragua, Afganistán o Sudáfrica desemboquen en un enfrentamiento directo entre las dos superpotencias. EEUU acusa a la URSS de apoyar a aparatos clandestinos e infiltrar fuerzas armadas regulares y masas laborales en los países de la órbita occidental y la URSS acusa a EEUU de apoyar a grupos paramilitares y emprender campañas psicológicas, políticas y económicas en los países de la órbita comunista.

La Iniciativa de Defensa Estratégica promovida por Reagan (SDI por sus siglas en inglés, bautizada por los críticos como la Guerra de las Galaxias) es el principal obstáculo en las negociaciones en lo relacionado con el control de armamentos. No se llega a ningún acuerdo y no se firma ningún documento pero la cumbre sirve para romper el hielo.



Sumando las dos jornadas, las conversaciones duran nueve horas. El día 21, los dos líderes cierran la cumbre con la lectura de dos declaraciones consensuadas. "Vine a Ginebra en busca de un nuevo comienzo para las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética y lo hemos conseguido", dice el Presidente Reagan. Habla de "conversación sincera y directa" y de que "hemos establecido un proceso para contactos más intensos". Advierte que el verdadero resultado del camino iniciado en Ginebra "no se sabrá hasta dentro de meses o incluso años".



Casualidad o no, ese mismo día, 21 de noviembre de 1985, se estrena en Los Angeles Rocky IV. En la película de Stallone, Rocky Balboa noquea al soviético Ivan Drago en un combate celebrado en Moscú ante la plana mayor del politburó, y, con la bandera de las barras y las estrellas cubriéndole el cuerpo, el boxeador de Philadelphia pronuncia un discurso de acercamiento entre los dos pueblos. O visto de otro modo, EEUU ha vencido a la URSS y ahora le tiende la mano. "Lo que intento decir es que si yo puedo cambiar y vosotros también", dice Rocky dirigiéndose al público ruso, "todos pueden cambiar", incluso los líderes políticos.

jueves, 21 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (II): SALT II y el Papa del Este

18 de junio de 1979. El Presidente Jimmy Carter y el líder soviético Leónidas Breznev firman en el palacio imperial de Viena, Austria un acuerdo que limita la producción de misiles balísticos intercontinentales de las dos superpotencias. Carter y Breznev sellan el acuerdo con dos besos en la mejilla. El SALT II ha sido negociado durante siete años por tres administraciones diferentes (Nixon, Ford y Carter) como tratado que debe sustituir a los acuerdos de Moscú (1972). Éstos caducaron en 1977 y fueron prorrogados provisionalmente por la administración Carter. La vigencia del nuevo tratado es de cinco años, pero el renovado afán expansionista de los soviéticos, que se evidenciará a finales de 1979 con la invasión de Afganistán, hará que el Senado de EEUU se niegue a ratificarlo.



"Estampando nuestras firmas en este tratado, ponemos a nuestras naciones en un rumbo más seguro. Hemos trabajado mucho para hacer del SALT II un mapa seguro y útil para nuestro futuro. Comprometámonos ahora, todos juntos, a utilizar este tratado dando continuidad a nuestro camino a la paz", declara el Presidente americano después de la firma.




6 de octubre de 1979. A pesar de que EEUU y el Vaticano no tienen relaciones diplomáticas formales desde 1867 (se reestablecerán en 1984), el Presidente Carter recibe al Papa Juan Pablo II en la Casa Blanca con honores de jefe de estado. Nunca antes un Papa ha visitado la Casa Blanca. Se trata de "un acontecimiento que habría sido inconcebible en la política estadounidense hace solo dos décadas", puede leerse en la revista Time. El espectacular éxito de masas del Papa en su gira por EEUU (conquista Harlem y congrega a millón y medio de católicos en una misa en el downtown de Chicago, la mayor manifestación en la historia de la ciudad del viento) así como el origen polaco compartido del Santo Padre y del principal asesor del Presidente en política exterior, Zbignew Brzezinski, facilitan el acercamiento.

Carter y Wojtyla se reúnen en privado en el Despacho Oval (hablan de desarme, derechos humanos y la situación en Europa del Este) antes de salir al Jardín Sur, donde entre los ilustres invitados llama la atención la ausencia de Ted Kennedy. El político católico de Massachusetts, que ultima una candidatura para disputarle la nominación presidencial demócrata a Carter, declina la invitación de la Casa Blanca y prefiere encontrarse con el sumo pontífice en el aeropuerto de Boston.

Semanas antes de que una sucesión de acontecimientos mundiales (revolución islámica en Irán e invasión soviética de Afganistán) hagan saltar por los aires la estrategia de distensión, el Presidente emplea su intervención pública ante el Papa para asociar la agenda de la Iglesia Católica con sus prioridades en política exterior (derechos humanos y control de armas). "Compartimos la responsabilidad de aprovechar otra oportunidad: en un mundo repleto de armas no puede haber una pasión humana más urgente que llevar y ganar la lucha por la paz", dice. "Debemos concluir con éxito nuestros acuerdos sobre armamento nuclear".

miércoles, 20 de febrero de 2019

El Presidente en la cumbre (I): China y Détente

Con motivo de la segunda cumbre entre el Presidente de EEUU y el Líder Supremo de Corea del Norte, prevista para la semana que viene, intentaré rescatar algunas de las cumbres presidenciales (o acciones internacionales efectivas o simbólicas) más destacadas de los últimos cincuenta años. Las más interesantes suelen ser con el enemigo...

21-28 de febrero de 1972. El Presidente Richard Nixon visita la China comunista. Busca romper la tutela soviética sobre el movimiento comunista internacional. Es la primera vez que un Presidente de EEUU visita la República Popular China, y con el tiempo se convertirá en el modelo a seguir cada vez que un gobernante quiera emprender una acción inesperada.



24 de enero de 1973. Tras alcanzar un acuerdo para establecer el fin de la guerra de Vietnam (Acuerdos de Paz de París), Henry Kissinger, el consejero de Seguridad Nacional del Presidente Nixon, ofrece una rueda de prensa. Si el acuerdo es violado y la comisión internacional de control resulta ineficaz, ¿volverá EEUU a enviar tropas a Vietnam?, le preguntan. "No quiero especular sobre situaciones específicas que no esperamos que surjan", responde el flemático Kissinger.



18-23 de junio de 1973. Un año después de la firma del Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos con la URSS, el Presidente Nixon recibe en la Casa Blanca al líder soviético Leónidas Breznev. Firman unos tratados de cooperación científica y prevención de una guerra nuclear en la Sala Este. Nixon se lleva a Breznev a su casa de veraneo de San Clemente, California.



16 de junio de 1974. Acosado por el Watergate en casa, el Presidente Nixon realiza una visita histórica a Israel. Presionado por las compañías petroleras, que temían que identificarse demasiado con Israel podía suponer la pérdida de sus concesiones en Oriente Medio, y por la burocracia del Departamento de Estado, que buscaba poner remedio a la desconfianza de los estados árabes hacia EEUU provocada por la Guerra de los Seis Días (1967), la prioridad de la administración Nixon en la región fue desde el principio la reapertura de relaciones con el mundo árabe para separarlo de la influencia soviética. Sin embargo, el Presidente más pro-árabe desde la Segunda Guerra Mundial (con permiso de Eisenhower, del que fue Vicepresidente) abasteció a Israel durante la Guerra de Yom Kipur (1973) y es ahora el primero de la historia en visitar Israel.

domingo, 10 de febrero de 2019

El Presidente y el estado de la Unión (III)

1947. "Nuestra política hacia la Unión Soviética está guiada por los mismos principios que determinan nuestras políticas hacia todas las naciones. Solo buscamos mantener los principios de justicia internacional personificados en la Carta de las Naciones Unidas".



1963. "No estamos arrullados por la calma momentánea de la mar o los cielos algo más despejados de arriba. Conocemos las turbulencias que yacen debajo y las tormentas que están más allá del horizonte este año. Pero ahora los vientos de cambio parecen soplar con más fuerza que nunca, tanto en el mundo comunista como en el nuestro. Durante 175 años, hemos navegado con vientos favorables y con las olas de la libertad humana a nuestro favor. Llevamos nuestro barco con esperanza, como dijo Thomas Jefferson, "dejando el miedo atrás"".



1969. "Elegimos luchar una guerra limitada en Vietnam con el fin de evitar una guerra mayor, una guerra que iría detrás si los comunistas tuvieran éxito invadiendo y tomando el poder por la fuerza en Vietnam del Sur. Creo, y me avala cierta autoridad, que si ellos no son controlados ahora, el mundo puede pagar un precio mayor para controlarlos más tarde".



1974. "Como todos los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado reunidos aquí esta noche, yo fui elegido para el cargo que ocupo. Y como todos los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado, cuando fui elegido para el cargo, sabía que era elegido con el propósito de hacer un trabajo y hacerlo de la mejor manera posible. Y quiero que sepan que no tengo intención de apartarme del trabajo para el que me eligió el pueblo".



1980. "Creo que nuestras fuerzas de voluntarios son adecuadas para las actuales necesidades defensivas, y no espero que sea necesario imponer un servicio militar obligatorio. Sin embargo, debemos prepararnos para esa posibilidad. Por esta razón, he decidido que hay que revitalizar el Sistema de Servicio Selectivo. El mes que viene enviaré legislación y propuestas presupuestarias al Congreso para que podamos empezar con la inscripción y cumplir rápidamente con las futuras necesidades de movilización en caso de que surjan".



1988. "Además del tratado INF, tenemos al alcance de la mano un acuerdo START aún más importante que reducirá a la mitad los misiles de largo alcance o los arsenales estratégicos estadounidenses y soviéticos. Pero seré claro: nuestra estrategia no es buscar un acuerdo por el acuerdo, sino conformarnos solo con los acuerdos que verdaderamente mejoren nuestra seguridad nacional y la de nuestros aliados. Nunca pondremos nuestra seguridad o la de nuestros aliados en riesgo solo para alcanzar un acuerdo con los soviéticos. Que no haya acuerdo es mejor que un mal acuerdo".



2005. "Al arreglar la Seguridad Social, tenemos la responsabilidad de mejorar el trato para los trabajadores más jóvenes. Y la mejor manera de lograr ese objetivo es a través de cuentas personales voluntarias de jubilación. La idea funciona así: ahora mismo, una porción determinada del dinero que ganas es extraída de tu sueldo para pagar los beneficios de la Seguridad Social a los jubilados de hoy. Yo creo que si eres un trabajador joven, deberías poder reservar parte de ese dinero en una cuenta para tu propia jubilación, de modo que puedas construir un colchón para tu propio futuro".

miércoles, 6 de febrero de 2019

El Presidente y el estado de la Unión (II)

1942. "El plan [Pearl Harbor] fracasó en su objetivo. No quedamos aturdidos, ni aterrados, ni desconcertados... El espíritu de decisión tenaz que prevalece aquí es un mal presagio para los que conspiraron y colaboraron con el fin de asesinar a la paz mundial... Hemos sufrido una dura prueba... Tal vez haya que tomar decisiones difíciles en los próximos meses. No vacilaremos en esas decisiones".



1961 (técnicamente no es un discurso sobre el estado de la Unión). "Esta nación debería comprometerse a alcanzar el objetivo, antes de terminar esta década, de posar un hombre en la luna y traerlo de vuelta sin peligro a la Tierra".



1970. "La década de los 60 ha sido un periodo de gran crecimiento económico. Pero en ese mismo periodo de diez años hemos sido testigos de la mayor subida del crimen, el mayor incremento de la inflación, la mayor agitación social en América en cien años. Nunca una nación pareció tener más y gozarlo menos".



1985. "7.3 millones de nuevos empleos en dos años, con más ciudadanos trabajando que nunca antes... La bajada de tipos impositivos ha liberado a nuestra economía para dar un salto a un crecimiento récord. En Europa lo llaman 'el milagro americano'... Posicionados como nunca antes para afianzar la justicia en nuestra economía, estamos preparados como nunca antes para crear un mundo más seguro, libre y en paz".



1991. "Lo que hay en juego es más que un pequeño país [Kuwait], es una gran idea, un nuevo orden mundial donde las diversas naciones se reúnen en una causa común para alcanzar las aspiraciones universales de la humanidad: paz y seguridad, libertad y el imperio de la ley. Ese es un mundo que merece nuestra lucha".



1998. "¿Qué deberíamos hacer con este superávit previsto? Tengo una respuesta simple de cuatro palabras: salvar la Seguridad Social primero".



2013. "Sé que no es la primera vez que este país ha debatido sobre cómo reducir la violencia por armas de fuego. Pero esta vez es diferente. Si queréis votar 'no', es vuestra elección. Pero esta propuesta merece una votación".



2019. "Estamos alarmados por los nuevos llamados a adoptar el socialismo en nuestro país. América se fundó sobre la libertad y la independencia, no la coerción, la dominación y el control del gobierno. Nacemos libres, y nos mantendremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que Estados Unidos nunca será un país socialista".


martes, 5 de febrero de 2019

El Presidente y el estado de la Unión

El artículo II, sección 3, cláusula 1 de la Constitución de los Estados Unidos establece que el Presidente "deberá de cuando en cuando dar información al Congreso sobre el estado de la Unión, y recomendar a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes".


Entre 1790 y 1946, se llamó
"mensaje anual" del Presidente. En 1947 empezó a llamarse "discurso sobre el estado de la Unión".


Los "mensajes anuales" incluían normalmente la solicitud de presupuestos y actualizaciones sobre la situación económica.
George Washington y John Adams pronunciaron sus mensajes en persona. Thomas Jefferson prefirió remitir el mensaje por escrito porque consideraba que sermonear al Congreso era más propio de reyes que de presidentes.


Woodrow Wilson recuperó en 1913 la tradición de hacer una presentación oral en persona, convirtiendo la ocasión en una plataforma anual para reunir apoyos para su programa político.


En adelante, el
desarrollo tecnológico ofreció al Presidente de turno la opotunidad de hacer llegar su mensaje al pueblo americano de manera más directa.


El primer mensaje
radiado en directo a toda la nación fue el de Calvin Coolidge en 1923.


El primer mensaje
televisado en directo a toda la nación fue el de Harry Truman en 1947.


El primer mensaje televisado
en prime time (horario de máxima audiencia) fue el de Lyndon Johnson en 1965. El cambio provocó que los republicanos exigieran a partir del año siguiente tener la oportunidad de dar una réplica oficial. La primera réplica de la oposición al discurso sobre el estado de la Unión corrió a cargo del Senador Everett Dircksen y el Congresista Gerald Ford. Fue la primera de las seis ocasiones en que la respuesta del partido opositor fue pronunciada por de un futuro Presidente o Vicepresidente: Ford lo hizo en 1966 y 1967; George H.W. Bush, junto a otros, en 1968; Al Gore, junto a otros, en 1982; Joe Biden, junto a otros, en 1983; y Bill Clinton, inaugurando el formato del publirreportaje, que pronto sería desechado por desmañado, en 1985.


El primer mensaje difundido vía Internet fue el de Bill Clinton en 1997.


El primer mensaje retransmitido a través de webcast fue el de George W. Bush en 2002.


El primer mensaje que pudo verse
en televisión de alta definición fue el de George W. Bush en 2004.


El mensaje
más extenso consistió en 33,667 palabras y fue remitido al Congreso por Jimmy Carter en 1981. Fue la última vez que un Presidente emitió su informe solo por escrito.


El discurso de
mayor duración fue el de 1995. Bill Clinton empleó una hora, veinticuatro minutos y cincuenta y ocho segundos para pronunciar 9,190 palabras.


El discurso
más breve fue el primero, el de George Washington en 1790, con 1,089 palabras.


El Presidente que
más veces informó sobre el estado de la Unión fue Franklin D. Roosevelt: 12 veces.


William Henry Harrison y James Garfield son los únicos Presidentes que nunca informaron sobre el estado de la Unión porque murieron en su primer año de mandato (en 1841 y 1881 respectivamente). 


El evento fue aplazado por primera vez en 1986 debido a la explosión del transbordador espacial Challenger. La CBS se tiró diez horas hablando del accidente. En España fue la única vez que se interrumpió la emisión de Barrio Sésamo, suponiendo las imágenes de la explosión el primer contacto con la muerte para toda una generación.


Con el Presidente, el Vicepresidente, el Speaker de la Cámara de Representates y el gabinete reunidos en un único lugar,
un miembro del gabinete suele permanecer en un lugar físicamente distante, seguro y no revelado para garantizar la continuidad del gobierno en caso de un evento catastrófico que se cargue la línea de sucesión. La práctica se originó en los años más duros de la Guerra Fría ante el peligro de un ataque nuclear.


El primer
superviviente designado del que se habló en prensa fue Terrel Bell en 1981. Bell, secretario de Educación, ya se disponía a ir al Capitolio cuando recibió la llamada del jefe de gabinete de la Casa Blanca, James Baker. Baker le anunció "buenas y malas noticias". "La mala noticia es que no puedes ir al discurso", le dijo. "La buena noticia es que si el Capitolio sufre un ataque nuclear, tú serás el Presidente de los Estados Unidos". Bell, deseoso de asistir por primera vez a un discurso del Presidente ante las dos cámaras del Congreso (técnicamente no era un discurso sobre el estado de la Unión), se llevó una tremenda desilusión.


Fuente: history.house.gov



7 discursos relevantes

1941. "Cuatro libertades humanas esenciales"



1958. "Imperialismo comunista"



1965. "Guerra contra la pobreza"



1975. "El estado de la Unión no es bueno"



1982. "Después de 50 años de..."



1996. "La era del gobierno todopoderoso ha terminado"



2002. "Eje del mal"