8-10 de junio de 1987. Sabemos que las cumbres del G7 (o G8) no sirven para nada. La del 87 no es una excepción, pero al menos nos permite ver la belleza melancólica de Venecia. La reina del Adriático ya nos atrae por la canción ochentera de los Hombres G y los giallos setenteros de Aldo Lado (¿Quién la ha visto morir?), Antonio Bido (Solamente nero) o Nicolas Roeg (Amenaza en la sombra). La limusina presidencial es sustituida por una elegante embarcación para moverse por los canales de la ciudad en los desplazamientos entre el Hotel Cipriani, el Palacio Grassi y la isla de San Giorgio Maggiore. ¡Espectacular!
Ver las reuniones presidenciales venecianas aquí.
7 de octubre de 1992. El Presidente George H.W. Bush se reúne en San Antonio, Texas con el Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, y el Primer Ministro de Canadá, Brian Mulroney, para discutir la implementación del Tradado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) y presenciar la firma del borrador del texto legal por sus ministros de comercio. Por parte de EEUU, firma la Representante de Comercio Carla Hills.
El acuerdo se propone convertir Norteamérica (360 millones de ciudadanos y 5,000 millas) en uno de los mayores bloques de comercio a escala mundial, eliminando barreras aduaneras entre los tres países y promoviendo el libre intercambio de productos y capitales. EEUU también busca con ello consolidar las reformas neoliberales en México y fijar definitivamente a la diplomacia mexicana bajo su influencia.
"Estamos creando el mercado más grande, rico y productivo de todo el mundo", defiende Bush, quien se enfrenta a una difícil reelección en menos de un mes. "Cualquier nación que levante muros y se encierre en sí mismo está destinado al declive", dice respondiendo indirectamente a la oposición de muchos demócratas.
14 de diciembre de 1995. El Presidente Bill Clinton se une en París a los dirigentes de Francia, Alemania, Reino Unido, España y Rusia para patrocinar el acuerdo de paz negociado en Dayton, Ohio por su enviado especial Richard Holbrook y que pone fin a la guerra de Bosnia.
Bosnia-Herzegovina queda convertida en una especie de confederación con dos entidades políticas. Los bosnios obtienen Sarajevo a cambio de ceder a los serbios algunos territorios occidentales. Los croatas ceden un 4 por ciento del territorio conquistado durante la guerra. Slobodan Milosevic (Serbia, Yugoslavia), Franjo Tudjman (Croacia) y Alija Izetbegovic (Bosnia-Herzegovina) se comprometen además por escrito a solucionar sus diferencias por medios pacíficos.
Clinton habla de un "brillante nuevo día, cuando Bosnia pasa del horror de la guerra a la promesa de la paz".
16 de marzo de 2003. El Presidente George W. Bush y el Primer Ministro británico Tony Blair celebran una reunión urgente en las Azores para tomar la decisión de lanzar un ultimátum (el exilio o la guerra) a Saddam Hussein. A Bush y a Blair se les unen José Manuel Durao Barroso, primer ministro del país anfitrión, y José María Aznar, presidente del gobierno español y uno de los siete líderes europeos que en enero de 2003 firmaron una proclama de apoyo a la estrategia de EEUU frente a Iraq.
La administración Bush quiere poner en práctica su nueva doctrina (resultado del 11-S) de la guerra preventiva ante amenazas potenciales y la visión de que el ejercicio del poder americano (incluido el militar) es beneficioso tanto para EEUU (para ganar una ventaja estratégica) como para el mundo (extender la democracia liberal) y debe usarse. Acusa al presidente iraquí de llevar doce años jugando con la comunidad internacional, de ocultar armas de destrucción masiva (que después no se encontrarán), de respaldar el terrorismo internacional y de suponer una amenaza a la estabilidad política y económica de Oriente Medio.
En conferencia de prensa en la isla de Terceira, el Presidente Bush anuncia que "hemos concluido que mañana es el momento de la verdad para el mundo".
"Muchas naciones han expresado un compromiso con la paz y la seguridad. Y ahora deben demostrar ese compromiso con la paz y la seguridad de la única manera eficaz, apoyando el inmediato e incondicional desarme de Saddam Hussein. El dictador de Iraq y sus armas de destrucción masiva son una amenaza a la seguridad de las naciones libres. Es un peligro para sus vecinos. Patrocina el terrorismo. Es un obstáculo al progreso en Oriente Medio", dice Bush. "Saddam Hussein ha demostrado que es capaz de cualquier crimen. No debemos permitir que estos crímenes se extiendan por el mundo".
Bloqueada la crisis en el Consejo de Seguridad de la ONU, y tras el ultimátum de 24 horas acordado en la reunión de las Azores, y rechazado por Saddam Hussein, una coalición de EEUU y Gran Bretaña iniciará el 19 de marzo la campaña Libertad de Iraq, una doble ofensiva militar: bombardeos demoledores, utilizando aviones invisibles, que afectarán a todos los centros neurálgicos del poder militar y político del régimen iraquí, y una invasión terrestre de la infantería mecanizada y los marines con blindados y artillería que, desde Kuwait, avanzarán en tres direcciones hacia el norte, con su objetivo último en Bagdad.
En los últimos años tenemos la histórica visita del Presidente Barack Obama a Cuba en marzo de 2016 (la primera de un Presidente de EEUU desde la revolución de 1959) y el histórico encuentro del Presidente Donald Trump con el líder supremo norcoreano Kim Jong Un en Singapur en junio de 2018 (la primera de un Presidente estadounidense titular y un líder norcoreano desde la Guerra de Corea) y su secuela estos días en Hanoi. No me extiendo en ellas porque siguen frescas en la memoria y todavía son procesos abiertos.
Para terminar, creo que coincidiremos todos en que la reunión al más alto nivel más importante en el siglo XXI es la celebrada el 11 de octubre de 2018 en el Despacho Oval entre el Presidente Trump y Kanye West. El rapero, compositor, productor discográfico, diseñador y filántropo de Chicago es el único hombre que ha dejado a Donald Trump sin habla.
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