domingo, 11 de febrero de 2018

"Lo negativo era positivo"


Jimmy Carter, ex gobernador de Georgia, acepta la nominación presidencial demócrata en el Madison Square Garden de Nueva York, en julio de 1976. Demasiado para un muchacho de Plains. (Foto: NBC News)


Marathon: the Pursuit of the Presidency (Maratón: persiguiendo la Presidencia) de Jules Witcover nos ofrece el cuadro completo de las elecciones presidenciales de 1976. El antiguo reportero de The Washington Post y columnista de The Washington Star narra el tenso duelo entre Gerald Ford y Ronald Reagan por la nominación republicana y la irrupción de Jimmy Carter en un concurrido pelotón de candidatos demócratas antes de su elección como 39º Presidente de los Estados Unidos.

Un pasaje del libro que nos sitúa en una capital del Sur Profundo cuatro años antes de las elecciones:

"Así que una noche, a finales de septiembre de 1972, los cuatro [Hamilton Jordan, Peter Bourne, Gerald Rafshoon y Landon Butler] marcharon hasta la mansión del gobernador. "Gobernador", dijo Jordan, "venimos a decirle qué va a hacer con su futuro. No sabemos cómo decírselo aparte de decirle que creemos que usted puede ser Presidente". Bourne recuerda que Carter solo sonrió.

""No sabes lo difícil que fue hablarlo", recuerda Jordan ese momento. "Allí estábamos, en Atlanta, Georgia, en la mansión del gobernador en 1972. Ni siquiera habían tenido lugar las elecciones generales. Todos sabíamos que parecía un poco ridículo. Pero hablábamos en serio. Era difícil decirlo. Puedo recordar que no hice una exposición demasiado buena. Era realmente difícil hablar de ello. Era casi embarazoso. Pero fue evidente que él iba dos o tres pasos por delante de nosotros. Fue evidente que no era una idea original nuestra. No era una idea que tuviéramos que imponerle".

"Durante unas seis horas, los asesores y Carter hablaron sobre los pros y los contras de la idea, y el clima político del país. Desde el principio, pensaron en el atractivo de una campaña no convencional. Rafshoon recuerda a "Jimmy diciendo, '¿Cómo me presento? ¿Como un granjero que no ocupa un cargo? ¿Como un georgiano? ¿Véis algo negativo en ello?'  Pero lo que la creencia popular percibía como negativo era positivo, porque todo lo que él tenía que hacer iba en contra de la creencia popular".

"Todos los hombres coincidieron en que la época ofrecía una oportunidad única para un hombre con los antecedentes de Carter. "Con la guerra de Vietnam finalizando", recuerda haber dicho Jordan, "había propensión a tener una mayor consideración por los problemas domésticos, la capacidad del gobierno americano para solucionar problemas estaba cuestionada y alguien de fuera de Washington y de fuera del Senado, un gobernador que había demostrado que el estado podía resolver con eficacia los problemas, podía ganar. Yo pensaba que una de las cosas que puso en evidencia la campaña de McGovern era la verdadera necesidad de un liderazgo moral en el país, de que alguien se levantara y le pidiera al pueblo americano que hiciese cosas que eran impopulares, una sensación de que si los políticos fuesen más francos con el electorado, el electorado respondería bien". McGovern "había entendido y proyectado este liderazgo moral", dice Jordan, "pero al mismo tiempo no parecía presidencial ni competente".

"Rafshoon recuerda que Carter no se comprometió después de esta primera reunión y pidió a Jordan que incluyera en un memorándum todos los puntos abordados durante la conversación. "No creo que dijera, 'Adelante'", dice Rafshoon. "Creo que lo internalizó todo. Pero nosotros lo sabíamos. Me acuerdo de Ham y yo saliendo y diciendo, 'El hijoputa lo quiere'".

"El propio Carter dice que ya había pensado en la posibilidad antes incluso de la reunión o del memorándum de Bourne, y lo había hablado con su mujer. "Al principio se nos hacía difícil hablar de la posibilidad. Era todo muy conjetural y vergonzoso. Nunca utilizamos la palabra 'Presidente' en los primeros tres o cuatro meses porque era un poco atrevido. Intentamos hacer un inventario con todo lo que existía relativo a una ventaja o un problema, incluidos los requerimientos financieros, el hecho de que no estaría ocupando ningún cargo, el hecho de que era de un estado pequeño, el hecho de que no estaba en Washington, el hecho de que no era conocido, el hecho de que no tenía una base de poder, etcétera. Enumeramos todos esos problemas e intentamos averiguar cómo podíamos minimizar el problema o convertirlo en una ventaja".

"Poco después de la reunión, Rafshoon envió a Carter un memorándum sobre cómo era percibido por otras personas. "Le hablé de lo negativo y lo positivo, y lo negativo era positivo; le di la vuelta", recuerda Rafshoon. "Hamilton preparó su memorándum y yo hice una presentación en rotafolio. Conseguimos que uno de nuestros artistas pasara a limpio los diferentes puntos".

"Tras más reuniones con sus co-conspiradores, Jordan redactó un documento de más de cincuenta páginas, fechado el 4 de noviembre de 1972, en el que hablaba vagamente de "una operación nacional" ("como presentarse a presidente nacional de 'March of Dimes'" dijo Jordan más tarde, todavía riéndose de su osadía). "Este memorándum", escribió Jordan a Carter a la temprana edad de veintisiete años, "es un intento de describir de forma lógica algunas ideas y recomendaciones concretas sobre su operación nacional". Vale la pena citarlo por la luz que arroja no solo sobre las premoniciones de Jordan sino sobre la motivación del círculo íntimo de Carter.

"El primer tema era George Wallace. "En mi opinión", escribió Jordan, "una operación electoral nacional seria por parte de George Wallace en 1976 preveniría [palabra modificada por Jordan en 1974 por "podría prevenir"] su candidatura. Con suerte, él no se presentará a Presidente en 1976 y su candidatura debería ser una operación que abarque y expanda el electorado de Wallace y la filosofía populista siendo una alternativa a George Wallace más cualificada y responsable. Como George Wallace es un luchador y un pendenciero, yo esperaría que George Wallace tenga el sueño, aunque no sea realista, de una completa recuperación [física] y una campaña presidencial exitosa. Un reciente artículo cuenta que el Presidente Nixon envió a Wallace una copia de la película 'Amanecer en Campobello', la historia de la exitosa lucha de Franklin Roosevelt por recuperarse de su discapacidad física y su subsiguiente elección a la Presidencia.

""Como la actitud mental y la motivación del Gobernador Wallace pueden jugar una parte importante en su recuperación física, sospecho que su personal, su familia y sus médicos no han tratado de apagar sus esperanzas por el futuro, aunque deben ser conscientes de que otra campaña presidencial es una posibilidad remota. En algún momento en el futuro, Wallace tendrá que aceptar sus limitaciones físicas en relación a su futuro político. Salvo que la información ofrecida por los medios haya estado completamente equivocada, George Wallace estará discapacitado o paralizado para el resto de su vida. Lo que destacaría en este punto es que aunque otra candidatura de Wallace sea improbable, y probablemente sería disuadido por su mujer y sus amigos, probablemente hoy George Wallace tenga toda la intención de presentarse y ganar en 1976 para demostrarse a sí mismo y reivindicar su filosofía".

"Jordan añade: "Supongo que George Wallace está un poco resentido con usted, ya que nos servimos de él eficaz y ventajosamente en nuestra campaña [a gobernador en 1970] pero nos negamos a nominarlo en la convención demócrata. Deberíamos hacer todos los esfuerzos posibles por cortejar a Wallace y ganarnos su amistad y confianza. Si no puede presentarse y no se presenta en 1976, dudo que se mantenga al margen. Tengo la esperanza de que usted pueda ganar su apoyo si él ve en su candidatura una extensión y continuación de sus esfuerzos anteriores. Puede que esto sea esperar demasiado, pero es una oportunidad que no puede ser ignorada".

"Ocuparse de Ted Kennedy era el siguiente punto prioritario. Kennedy podía ganar la nominación fácilmente, sugirió Jordan, pero lo tendría mucho más difícil en las elecciones generales. "Quizás el sentimiento más intenso en el país hoy en día", escribió, "es la desconfianza general en el gobienro y en los políticos a todos los niveles. El deseo y la sed de un fuerte liderazgo moral de esta nación no fueron satisfechos con la elección de Richard Nixon. Opino que este deseo crecerá con cuatro años más de administración Nixon. Por esta razón, creo que sería muy difícil para el Senador Kennedy ganar unas elecciones nacionales, ya que las preguntas no respondidas sobre Chappaquiddick son incompatibles con este deseo nacional de confianza y moralidad en el gobierno. El tiempo resuelve muchos problemas, pero el recuerdo del incidente de Chappaquiddick está todavía fresco en las mentes de una mayoría de americanos como indican encuestas recientes".

"No solo Chappaquiddick sino un "sentimiento anti-Kennedy" general ha perjudicado al senador, escribió Jordan. "Puede estar seguro de que en dos décadas de política americana, la familia Kennedy ha atropellado y alienado a mucha gente". Había otras razones que hacían plausible que Kennedy no se presentase, incluidas sus responsabilidades familiares, los problemas y la amenaza real contra su vida si lo hacía. Aún así, escribió Jordan, era prudente asumir que Kennedy sería candidato en 1976, "el que va en cabeza y fuerte favorito". Jordan mencionó esta posibilidad no para disuadir a Carter de presentarse sino para permitirle afrontarlo e incluso convertirlo en una ventaja. Si no podía derrotar a Kennedy, quizás podría convertirse en su compañero de fórmula.

""Opino que a Kennedy probablemente le gustaría ver a alguien del Sur que no sea Wallace montar una operación nacional. Él sabe que no puede depender inicialmente de ningún apoyo de los estados sureños a su nominación y preferiría lidiar con alguien como usted que con George Wallace. Tendría esperanzas de abarcar su candidatura poniéndole en el ticket o metiéndole en su administración, pero no se arriesgaría a hacer esto con Wallace. En todo caso, yo daría prioridad a mantener una reunión temprana con Kennedy y una conversación sobre el futuro del partido y su intención de jugar un papel activo en las elecciones de 1976".

"En este primer memorándum, Jordan observó que "es probable que una vez más, el nominado demócrata sea elegido en las primarias estatales; por esta razón, no es demasiado pronto para empezar a pensar en ellas". Hizo una lista con las posibles fechas de las primarias y señaló que "las primarias de New Hampshire y Florida le ofrecen una posibilidad única para demostrar sus capacidades y fortalezas como candidato en una fase inicial de la campaña". Mencionó New Hampshire como una trampa para los favoritos (Johnson en 1968, Muskie en 1972) y como un regalo caído del cielo para los tapados (McCarthy en 1968, McGovern en 1972); pequeña, rural, independiente, "dado el tipo de campaña que usted y su familia son capaces de conducir... sus antecedentes como granjero, empresario, militar, religioso, conservador serían bien recibidos allí. No es demasiado pronto para empezar a hacer algunos contactos con personas de allí, aprender algo sobre el estado y buscar la oportunidad apropiada para dar un discurso importante allí".

"Florida, un poco después, "le permite una excelente oportunidad de construir sobre una buena actuación en New Hampshire", escribió Jordan. Mencionó a dos personas (Bill France, director del circuito de carreras de Daytona Beach y uno de los más sólidos partidarios de Wallace, y Sylvan H. Meyer, el editor del Miami News) que deberían ser cortejadas.

"Jordan no minimizó el alcance de la atrevida tarea. Opinó que Carter había sido un pez pequeño en la convención nacional [de 1972] y citó el fracaso del Senador por Washington Henry M. Jackson a la hora de ganar el reconocimiento del público a pesar de su mayor prominencia. "El reconocimiento nacional y la aceptación por parte de la gente y el liderazgo del partido no se logran fácilmente y son el resultado de una operación meticulosa y concertada durante un prolongado periodo de tiempo".

"Sin embargo, a pesar de toda la necesidad de expandir su reconocimiento público, la principal necesidad era mantener de momento en secreto los planes nacionales de Carter. Para el futuro político de Carter era esencial evitar una reaparición de Lester Maddox en Georgia. Este restaurador abiertamente segregacionista se había presentado y había ganado el cargo de vicegobernador después de su único mandato como gobernador, y era una molestia para Carter. Para que Carter fuese tomado en serio en el escenario nacional, Maddox no tenía que recuperarse y sucederle en la mansión del gobernador, reduciendo a Carter a un mero interludio en el reinado de paletos en Georgia. Carter tenía preparado un sucesor: Bert Lance, quien era comisionado de carreteras del estado. Jordan recomendó que para evitar que pareciera que Carter, apoyando a Lance, estaba intentando proteger su base local para una campaña nacional, Lance debería dimitir de su cargo y establecer una trayectoria independiente. Hasta lograr eso, escribió, sería mejor no decir nada sobre la candidatura presidencial de Carter.

"No obstante, la tarea de dar a conocer a Carter a nivel nacional tenía que empezar. "Los reportajes en The New York Times y The Washington Post no ocurren solos sino que hay que planearlos y plantarlos minuciosamente", escribió Jordan. Presentó una lista de escritores conocidos a nivel nacional "que usted conoce o debe conocer", y aconsejó: "Puede encontrar excusas de sobra para contactar con ellos, escribirles una nota elogiosa por un artículo o una columna y pidiéndoles que vengan a verle cuando sea conveniente. Algunos como Tom Wicker o Katharine Graham son los suficientemente significativos como para pasar con ellos una noche o un fin de semana sin prisas". Otros de la lista eran James Reston y Max Frankel del New York Times, Jack Nelson de Los Angeles Times, Garry Wills, David Broder de The Washington Post; los columnistas William S. White, William Buckley, Bill Moyers, Robert Novak y Rowland Evans; y los escritores de revistas Marshall Frady, John Fischer y Willie Morris. En total, dieciocho nombres quedaron registrados en una hoja con cuarenta plazas numeradas, quedando el resto en blanco (una muestra del limitado conocimiento que tenía el director de la campaña de los pesos pesados de los medios de comunicación)"...

Se puede leer el libro aquí.

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