Primarias demócratas de 1988. El hundimiento del favorito inicial (Gary Hart) por un escándalo sexual, la decisión del segundo favorito (Mario Cuomo) de no concurrir a las elecciones y el fracaso de los intentos de reclutar como candidato al hombre que salvó a Chrysler de la bancarrota (Lee Iacoca) dejaron un pelotón de presidenciables débiles y en su mayoría desconocidos, entre los que el único con experiencia previa en el escenario nacional era el más radical (y encima negro y pro-árabe). Como gobernador de la vecina Massachusetts, Michael Dukakis había ganado la primaria de New Hampshire sin dificultades, con Dick Gephardt (ganador en Iowa) y Paul Simon peleando por el segundo puesto. Sin lograr entusiasmar pero montando una organización eficiente, Dukakis se confirmó como el preferido de los demócratas de Nueva Inglaterra con victorias en Maine y Vermont. En el Super Martes, el gobernador de Massachusetts ganó en los megaestados de Texas y Florida y en seis pequeños estados. Pero Jesse Jackson y Al Gore fueron las grandes sorpresas ese día, alcanzando la victoria en cinco y seis estados, respectivamente. La decisión del partido de dar un gran peso al Sur en el Super Martes (diez de los estados que votaron ese día eran sureños), con la idea de favorecer a un candidato moderado/conservador que fuese más competitivo en las elecciones generales, terminó provocando todo lo contrario a lo que se buscaba: el surgimiento de Jackson debido a la lealtad del voto afroamericano y la ausencia de candidatos fuertes. Seis de los nueve mejores estados de Jackson en el 84 votaron en el Super Martes del 88. Veinte días después, Jackson ganó en Michigan y se colocó por encima de Dukakis en el número de delegados. Con la ayuda de un partido en el máximo nivel de alerta, el front-runner logró finalmente bloquear al reverendo negro en las decisivas primarias de Wisconsin y, sobre todo, Nueva York (en cuyas calles Seat nos presentaba su primer Ibiza deportivo, tremendo). Visto a través de las hemerotecas de La Vanguardia y ABC...
Datos y situación de los candidatos después de New Hampshire.
Bill Cosby graba un anuncio para Jesse Jackson antes de la primaria de Michigan. Cliff Huxtable, el personaje que interpreta el cómico de Philadelphia en La hora de Bill Cosby, el éxito más clamoroso de la televisión americana de los ochenta, es el negro favorito de la clase media blanca.
Jackson dobla en votos a Dukakis en el caucus de Michigan.
Nueva York decidirá si Dukakis se consolida o si la pelea continúa hasta la convención. En el artículo se cuela un futuro Presidente, "dueño de hoteles y rascacielos".
El Alcalde de Nueva York Ed Koch anuncia que apoya a Gore, el candidato con menos opciones, porque "les saca cabeza y media a sus rivales" en su apoyo a Israel.
A partir de su victoria en la Gran Manzana el 19 de abril, Dukakis ganará todas las primarias restantes salvo la del Distrito de Columbia. No obstante, un hiperactivo Jackson seguirá hostigando hasta la convención.
Donald Trump visita el Daytona 500 y da una vuelta por el autódromo con La Bestia en año de reelección (2020)
George W. Bush es el Gran Mariscal en el Daytona 500 en año de reelección (2004)
George H.W. Bush atiende el Pepsi 400 en el autódromo de Daytona en año de reelección (1992)
Ronald Reagan celebra con Richard Petty su victoria en el Firecracker 400 de Daytona en año de reelección (1984)
El NASCAR, como se conoce a las carreras de automóviles de serie, es la categoría de automovilismo más popular en EEUU, y muy en especial en el Sur y el Medio Oeste, los dos centros geográficos más fundamentales para las perspectivas electorales del Partido Republicano en los últimos cuarenta años. El "NASCAR dad" es el hombre blanco de clase trabajadora que no se pierde una de estas carreras. Tiene un empleo de mierda, es un buen padre y un desastre de padre al mismo tiempo porque quiere mucho a sus hijos pero solo sabe hablarles del tiempo, de coches, de armas y de deportes. Es muy patriota y culturalmente conservador. Es nieto o hijo de fieles votantes demócratas pero él casi siempre ha votado republicano o no ha votado.
Es marzo de 1984. De la noche a la mañana, Gary Hart se convierte en un fenómeno mediático. La victoria del senador por Colorado en la primaria demócrata de New Hampshire, seguida rápidamente por otras victorias en Maine y Wyoming, pone contra las cuerdas al candidato arropado por el aparato del partido, el ex Vicepresidente Walter Mondale. Hart volverá a triunfar en el Super Martes, pero Mondale logrará sobrevivir y ganar tiempo para montar una convincente resurrección en los feudos industriales del Medio Oeste. La carrera se prolongará hasta junio pero Mondale nunca dejará de ir en cabeza. Al final, la misma prensa que ha encumbrado a Hart por su personalidad "kennedyana" o "dinámica", las tonterías habituales, será la que lo rebajará por no concretar sus "nuevas ideas". La hemeroteca de La Vanguardia nos ayuda a recorrer las tres semanas más intensas de aquel duelo electoral (desde la resaca de New Hampshire hasta la primaria de Illinois). Tras New Hampshire, los medios elevan a Hart como "un liberal kennedyano que representa la nueva generación".
A cuatro días del Super Martes, Lane Kirkland, presidente de la AFL-CIO, la mayor central sindical del país, ratifica el apoyo de su organización a Mondale en un acto público en el sur de Florida.
Se acerca el Super Martes, con primarias en Alabama, Georgia, Florida, Massachusetts y Rhode Island, y caucuses en Oklahoma, Washington, Hawaii y Nevada.
Mondale se vuelve más combativo y busca el enfrentamiento con Hart en el debate previo al Super Martes. "Where's The Beef?", le pregunta (¿Dónde está la carne? ¿Dónde está la sustancia de esas nuevas ideas?).
Super Martes: Hart obtiene más victorias (entre las que destacan Florida y Massachusetts) que Mondale, pero se embolsa menos delegados. La victoria por tres puntos de Mondale en Georgia hace que el ex Vicepresidente, que solo aspiraba a sobrevivir, supere las expectativas y salga satisfecho antes de que la carrera se traslade a los grandes estados industriales (feudos sindicales) del Medio Oeste.
Hart expone su visión de la política exterior en la delegación del Council on Foreign Relations en Chicago. Sus tres ejes: reciprocidad en las relaciones con la Unión Soviética, fiabilidad en las relaciones con los aliados y limitación en las relaciones con el Tercer Mundo. Se diferencia de Mondale en la política sobre Centroamérica: Mondale considera que el comunismo es la mayor amenaza en la región y apoya la presencia militar de EEUU; Hart cree que la pobreza es la mayor amenaza en la región y habla de cooperación.
John Glenn comunica su retirada. Jesse Jackson se mantiene en la carrera como posible elemento desestabilizador en el duelo Mondale-Hart. Los negros y los sindicatos, claves en Michigan.
Mondale, "el candidato de los trabajadores y de la base tradicional del Partido Demócrata", se lleva Michigan por dieciocho puntos. Cambian las tornas. Hart, el candidato de los independientes y de los profesionales liberales, "va a necesitar algo más para ganar".
Mondale ofrece una rueda de prensa. Pide a los votantes demócratas de Illinois que se hagan una simple pregunta cuando vayan a votar: ¿quién sería mejor Presidente? "Yo os conozco a vosotros y vosotros me conocéis a mí", les dice.
"La historia de amor entre el senador Hart y el electorado norteamericano murió en los ghettos negros de Chicago, en las fábricas de Peoria y en los campos del sur de Illinois".