Como gobernador de la vecina Massachusetts, Michael Dukakis había ganado la primaria de New Hampshire sin dificultades, con Dick Gephardt (ganador en Iowa) y Paul Simon peleando por el segundo puesto. Sin lograr entusiasmar pero montando una organización eficiente, Dukakis se confirmó como el preferido de los demócratas de Nueva Inglaterra con victorias en Maine y Vermont. En el Super Martes, el gobernador de Massachusetts ganó en los megaestados de Texas y Florida y en seis pequeños estados. Pero Jesse Jackson y Al Gore fueron las grandes sorpresas ese día, alcanzando la victoria en cinco y seis estados, respectivamente. La decisión del partido de dar un gran peso al Sur en el Super Martes (diez de los estados que votaron ese día eran sureños), con la idea de favorecer a un candidato moderado/conservador que fuese más competitivo en las elecciones generales, terminó provocando todo lo contrario a lo que se buscaba: el surgimiento de Jackson debido a la lealtad del voto afroamericano y la ausencia de candidatos fuertes. Seis de los nueve mejores estados de Jackson en el 84 votaron en el Super Martes del 88. Veinte días después, Jackson ganó en Michigan y se colocó por encima de Dukakis en el número de delegados. Con la ayuda de un partido en el máximo nivel de alerta, el front-runner logró finalmente bloquear al reverendo negro en las decisivas primarias de Wisconsin y, sobre todo, Nueva York (en cuyas calles Seat nos presentaba su primer Ibiza deportivo, tremendo).
Visto a través de las hemerotecas de La Vanguardia y ABC...
Datos y situación de los candidatos después de New Hampshire.
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¿Puede alguien que se llama Dukakis llegar a la Presidencia?
Después de New Hampshire, Dukakis gana en Maine y Vermont.
Votan Minnesota y Dakota del Sur. Dukakis y Gephardt, ganadores demócratas.
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Todo listo para el Super Martes. Mucho peso del Sur.
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"Éste es el hombre que los medios y los analistas políticos llaman el candidato menos elegible".
Dukakis demuestra "la dimensión nacional de su candidatura". El otro gran triunfador del Super Martes es Jackson.
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"Gore, la sorpresa del Super Martes". El príncipe de Tennessee "irrumpe como la nueva estrella".
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El Milagro de Massachusetts (el éxito de su gestión económica como gobernador), la principal baza de Dukakis.
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Nueve candidatos ya se han vuelto para casa.
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El candidato negro gana en Carolina del Sur.
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Paul Simon gana en su casa, Illinois. "Más complicaciones para la designación demócrata". "El Partido Demócrata no encuentra a su candidato".
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"La balcanización del Partido Demócrata".
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Bill Cosby graba un anuncio para Jesse Jackson antes de la primaria de Michigan. Cliff Huxtable, el personaje que interpreta el cómico de Philadelphia en La hora de Bill Cosby, el éxito más clamoroso de la televisión americana de los ochenta, es el negro favorito de la clase media blanca.
Jackson dobla en votos a Dukakis en el caucus de Michigan.
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"Desinflada la carrera de Dukakis".
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Shock: "El reverendo Jackson es el candidato con más delegados".
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Una semblanza de Dukakis.
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Dukakis cumple en Connecticut. "Vuelve a estar en cabeza aunque a muy poca distancia".
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"La popularidad del líder negro preocupa al establishment del partido".
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Emoción o seguridad.
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Dukakis gana bien en Wisconsin. "Refuerza su condición de favorito" y "aleja la posible nominación de Jackson".
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La campaña de Jackson "ya ha sido un éxito aunque no gane".
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Nueva York decidirá si Dukakis se consolida o si la pelea continúa hasta la convención. En el artículo se cuela un futuro Presidente, "dueño de hoteles y rascacielos".
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El Alcalde de Nueva York Ed Koch anuncia que apoya a Gore, el candidato con menos opciones, porque "les saca cabeza y media a sus rivales" en su apoyo a Israel.
Nueva York reparte 255 delegados.
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Ventaja de entre seis y quince puntos de Dukakis sobre Jackson en las encuestas de la víspera de la primaria de Nueva York.
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Dukakis supera el 50 por ciento en la primaria de Nueva York.
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"Dukakis obtuvo finalmente el triunfo sólido e incuestionable que le había eludido hasta ahora". Contiene a Jackson y elimina a Gore.
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A partir de su victoria en la Gran Manzana el 19 de abril, Dukakis ganará todas las primarias restantes salvo la del Distrito de Columbia. No obstante, un hiperactivo Jackson seguirá hostigando hasta la convención.
Pues tras SC, se retira Buttigieg y Slayer. Una pena el primer caso. Si bien tenía poco predicamento entre hispanos y afroamericanos ha sido una interesante revelación política. Hay presiones para que se retire Klobuchar. Y es posible que ceda pero no antes del supermartes. Parece que salvo sorpresas, queda poco para el duelo Sanders-Biden. Y creo que muchos quieren hacer de running-mate como complemento del líder. Klobuchar puede ser un buen complemento para Sanders y Warren con Biden puede no ser mala idea.Tampoco es mala la idea de Beto O Rourke o Julian Castro para el voto latino. Es curioso que haya habido candidatos demócratas con resultados aceptables o no mal posicionados en encuestas que se han ido retirando. Otros que prometían como Beto O Rourke ni llegaron a presentarse por las malas perspectivas o simplemente por no encontrar su sitio en un mar de candidatos. No veo a Bloomberg tan alto. Y los votantes de Buttigieg están más a la izquierda que el propio candidato retirado. Veremos.
ResponderEliminarHola Paco. Parecía claro que para el establishment demócrata sería Biden o nada porque sus alternativas eran muy débiles. Como comenté antes de New Hampshire, "no descartaría a Biden todavía porque lo más probable (salvo que Bernie pierda New Hampshire) es que después de hoy persista esta sensación de que los otros candidatos que corren por el carril de Biden parecen débiles para ganar en la larga distancia. Buttigieg no cala en los estados dominados por el electorado negro (que la competición se desplace a Nevada y Carolina del Sur, sobre todo Carolina del Sur, le viene muy mal), Klobuchar no tiene dinero para aguantar el ritmo, y el que sí tiene dinero, Bloomberg, ni siquiera es un demócrata". De haber habido alternativa no habrían esperado a Biden, pero con unos candidatos tan débiles solo podían esperar a que Biden se recuperase. Seguramente la recuperación llega un poco tarde porque supongo (no lo sé) que ya habrá habido mucho early vote en los grandes estados del Super Martes. Si bien Biden tendría todavía posibilidades de llegar a junio con más delegados que Sanders, más difícil lo tendrá para llegar con más votos que él. Y si Sanders es el candidato más votado y no es nominado, el partido puede tener un problema muy serio con sus seguidores.
ResponderEliminarEn resumen, Bernie es todavía favorito porque el Super Martes es mañana y no dentro de diez días. Biden puede ganar la nominación pero al haberse levantado demasiado tarde es casi seguro que sería de una manera muy precaria (tal vez con menos votos que Bernie). Para Biden no hay un escenario cómodo en el que pueda hacer lo que le da la gana con tranquilidad. Eso significa que seguramente necesitaría a Sanders en el ticket. Pero no escogería a Sanders, entre otras cosas por la tontería de tener que escoger a una mujer por ser mujer.
Si Bernie es el nominado, no me extrañaría que la prensa adicta al partido empiece a presionar por un ticket Bernie-Hillary. Bernie tendrá que tener mucho cuidado con esa decisión. No sé si él se ve de verdad como Presidente o no, pero si llegara a serlo y tuviese a alguien de la banda Clinton-Obama como Vicepresidente, el pobre Bernie podría amanecer muerto (de muerte natural, por supuesto) en su cama en el primer semestre de su presidencia.
Klobuchar se retira y parece que con intenciones de apoyar a Biden.Esta claro que los teléfonos del CND han funcionado. Queda menos para el mano a mano.
ResponderEliminarA Klobuchar le reventaron un acto ayer en Minnesota. Manifestantes de Black Lives Matter se le pusieron a exigir que se retirase, y ha sucumbido rápido. Ya sabemos qué banda controla esa fake organización, que ya en 2016 interrumpía a Bernie en muchos de sus mítines.
ResponderEliminarParece que el aparato está consiguiendo alinear más rápido de lo que parecía hace poco a las fuerzas anti-Bernie. Lo que buscan es que Biden gane en Texas para que eso ensombrezca la esperada victoria de Bernie en California. Cuentan con la complicidad de los medios adictos (en especial CNN y MSNBC) para que al día siguiente al Super Martes nos cuenten que la verdadera noticia es la recuperación de Biden. Incluso bastaría que Biden perdiera Texas solo por unos pocos puntos para poder imponer ese relato en las próximas dos semanas, de cara al 10 de marzo (Michigan) y sobre todo al 17 de marzo (Arizona, Florida, Illinois, Ohio).
Los Grandes Lagos van a ser decisivos tanto para la primaria como para la presidencia. Los blue collards tienen la palabra. Como dije hace ya Pennsylvannia, Wisconsin y Michigan marcarán el futuro del PD. Si se decantan por Bernie empezará cierta ola de aceptación hacia él en ciertos sectores influyentes antes de la Convención.
ResponderEliminarA priori de esos cinco grandes estados de los días 10 y 17 diría que Michigan, Arizona e Illinois serían los más favorables a Bernie y Florida y Ohio los más favorables a Biden. Illinois para Bernie y Ohio para Biden lo digo más que nada porque la primaria de Illinois creo es "abierta", porque de lo contrario sería al revés ya que Illinois tiene más negros que Ohio. De todos modos nada de esto sirve de nada porque al final lo que pase ahí dependerá mucho de las sensaciones con las que salgan del Supermartes. Lo único claro es que Bernie no ganará en Florida ni saliendo con buenas sensaciones del supermartes.
ResponderEliminarEn cuanto a las generales y los blue collars, dudo que los demócratas puedan recuperar a los blue collars mientras esté Trump. Obama lo hizo bien con los blue collars en la región, desde Ohio hasta Wisconsin. Pero claro, el otro candidato no era Trump, era Mitt Romney. Y además esperó a su segundo mandato para tomar algunas medidas impopulares con los blue collars en política migratoria y comercial.
Esta vez la clave para una victoria demócrata estaría más en mantener los resultados inusualmente buenos de Hillary entre los white collars (empleados de cuello blanco, de oficina, de sector terciario y cuaternario) suburbanos y en lograr movilizaciones históricas de minorías y estudiantes universitarios.
Clinton en el 16 ya movilizó más que cualquier demócrata salvo Obama a las minorías. Es difícil que estos dos candidatos, Biden o Bernie, superen a Clinton con las minorías. Bernie lo haría peor que Hillary con las minorías casi con total seguridad (la comparación con Obama no es realista), mientras que Biden lo haría mejor que Bernie aunque no creo que mejor que Hillary. Entre los estudiantes universitarios, con los que Hillary no dio la talla y Biden tampoco la daría, sí que Bernie puede aportar una movilización extraordinariamente alta. Pero por otro lado Bernie lo haría peor que Biden (y quizás peor que cualquier demócrata estándar) entre los white collars suburbanos, entre los que Hillary lo hizo especialmente bien porque recibió mucho voto republicano moderado/clásico e independiente que tenía miedo de Trump. ¿Pero es realista pensar que ese voto vaya otra vez igual al demócrata viendo los resultados de las políticas de Trump? No lo sé, quizás el de las mujeres, que es con quienes más problemas tiene Trump por una cuestión de estilo y desagrado personal más que de política. Mujeres suburbanas. Ellas y que a ellas no les gusta el carácter de Trump (aunque sí puedan gustarles algunas de sus políticas) es la razón principal de que Trump no tenga la reelección en el bolsillo en una coyuntura económica favorable.
Como la ves Antxon??
ResponderEliminarMe da que Biden es peor candidato que Bernie y meterá mil pifias de aquí a la convención y que a último momento sacaran un tapado para correr a los septuagenarios seniles. El DNC es capaz de cualquier cosa. DanielArg
Hola, Daniel.
ResponderEliminarLo más probable es que Biden sea el nominado. Bernie lo hizo peor de lo esperado en todos los estados del supermartes. Creo que le perjudica la sensación de urgencia que sienten muchos votantes demócratas. En 2016 veían que las primarias republicanas también iban a ser largas y caóticas, y había una mayor relajación y despreocupación por alargar las suyas. Ahora sienten que tienen que intentar terminar cuanto antes las primarias y prepararse para las generales porque en el otro lado hay un Presidente titular que está recaudando un montón de dinero. Biden no les entusiasma, como vimos en las primarias en las que todavía podían elegir entre más candidatos, pero es lo que les ha quedado si se han dejado convencer de que Bernie no puede ganar.
Yo no tengo nada claro cuál de los dos es mejor (o peor) candidato en noviembre. Lo que sí creo es que Biden no aporta votos nuevos. Sus votos en las primarias son los votos de los leales al partido movilizados por el partido, y que en noviembre suelen votar siempre al nominado del partido. Mientras que una porción importante de los votantes de Bernie no son de los que en noviembre van a votar a cualquiera que sea el candidato. Bernie aporta votantes nuevos, si bien según los expertos dejaría escapar otros votos por el otro lado que con Biden se conservarían. Pero la verdad es que no sé cuál sería el equilibrio más adecuado. Si hacemos el ejercicio de enumerar a todos los candidatos que han perdido elecciones generales en los últimos veinticinco años (Hillary Clinton, Mitt Romney, John McCain, John Kerry, Al Gore, Bob Dole) vemos que tienen algo en común, que todos ellos ganaron la nominación porque ya les tocaba y porque se convenció a los votantes de sus partidos de que eran los más elegibles en noviembre. Biden, el papel que Biden representa en la película de 2020, se parece demasiado a ellos.
Veremos si Bernie remonta. No ganar en Michigan sería un golpe duro porque hace cuatro años ganó allí. Tiene que recordarles que Biden votó a favor del NAFTA en el Senado. Pero no creo que se atreva a atacar a Biden por su corrupción o por los negocios de su hijo con China, la bestia negra del obrero americano, porque con Biden tiene mejor relación personal que la que tenía con Hillary. Veo difícil que remonte hasta el punto de ganar la nominación tras la decepción del supermartes por eso de la urgencia que tienen este año los demócratas, pero la regla del reparto proporcional de delegados le permitirá seguir dando guerra. El tener un electorado "especial" se lo pone más difícil para retirarse y cerrar filas en torno al posible nominado sin permitir que voten todos los estados, porque como mínimo le exigirán que acumule todos los delegados que pueda para tener peso en la elaboración del programa.