25 de octubre de 1954. El Presidente Dwight Eisenhower preside en la Sala de Gabinete de la Casa Blanca una reunión que pasará a la historia como la primera televisada en directo. El Presidente se sienta con el Secretario de Estado John Foster Dulles a su derecha y el Secretario de Defensa Charles Erwin Wilson a su izquierda. Al otro lado de la mesa, frente al Presidente, le corresponde sentarse al Vicepresidente Richard Nixon, que en esta ocasión no está presente. Es la distribución clásica de la mesa que se mantendrá en adelante. El asunto a tratar en la reunión es Europa Occidental.
25 de noviembre de 1985. El Presidente Ronald Reagan es recibido con aplausos por su gabinete a su vuelta de la Cumbre de Ginebra, donde pasó dos días reunido por primera vez con el nuevo líder soviético Mijaíl Gorbachov dando inicio a una nueva etapa en las relaciones con la Unión Soviética.
27 de noviembre de 2000. El Presidente Bill Clinton preside una de sus últimas reuniones de gabinete en plena batalla entre su Vicepresidente, Al Gore, y el Gobernador de Texas George W. Bush por los 25 votos electorales de Florida. Gore no está presente en la reunión. La Administración de Servicios Generales, la agencia federal encargada de administrar los fondos para el traspaso de poder, ha bloqueado el intento de Bush, el ganador aparente, de arrancar ya el proceso de transición presidencial. "¿Hasta qué punto han estado usted o el personal de la Casa Blanca implicados en la decisión tomada por la Administración de Servicios Generales?", pregunta la prensa a Clinton. "Yo no he estado implicado en ello y por lo que me consta, nadie más aquí lo ha estado", responde el Presidente. "Pero es un procedimiento y hemos revisado las deliberaciones del Congreso sobre esta legislación y creo que la Administración de Servicios Generales no puede ofrecer asistencia para la transición a ambos (candidatos). En caso contrario, estaría inclinado a hacerlo. Creo que están haciendo lo que creen que requiere la ley, pero yo no me he implicado personalmente. Se trata de personas que están haciendo lo que creen que requiere la ley mientras este desafío electoral se resuelve". A su derecha se sienta su jefe de gabinete, John Podesta, quien desde la Casa Blanca está colaborando activamente con el equipo de Gore. Podesta es quien ha pedido al jefe de la Administración de Servicios Generales que retenga los fondos de la transición presidencial para que Gore tenga más tiempo para litigar.
20 de marzo de 2003. El Presidente George W. Bush reúne a su gabinete horas después de que el ejército estadounidense haya iniciado los primeros bombardeos aéreos sobre los objetivos iraquíes con misiles Tomahawk lanzados desde barcos y submarinos. El Secretario de Defensa Donald Rumsfeld informa al resto del gobierno del desarrollo de la primera fase de la guerra y el Presidente atiende a la prensa. "He convocado a mi gabinete para revisar nuestras estrategias para hacer el mundo más pacífico, para hacer nuestro país más seguro", declara Bush. "No hay duda de que hemos enviado a nuestros ciudadanos de mayor calidad a una situación peligrosa. Se desempeñan con un gran talento y una gran valentía. Les damos las gracias. Damos las gracias a sus seres queridos. Apreciamos su sacrificio".
20 de abril de 2009. Flanqueado por un republicano (el Secretario de Defensa Robert Gates) y su principal adversaria dentro del Partido Demócrata (la Secretaria de Estado Hillary Clinton, que ambiciona desesperadamente sentarse en el asiento central más pronto que tarde), el Presidente Barack Obama preside la primera reunión de su gabinete. Es la primera vez en su vida que Obama encabeza una junta de jefes de departamento. La crisis económica acapara la atención. El Presidente se muestra dispuesto a eliminar el despilfarro para poder hacer las inversiones necesarias para reactivar la economía.
12 de junio de 2017. El Presidente Donald Trump reúne a su gabinete al completo y fija las tres prioridades de su gobierno: "Proteger la seguridad, traer trabajo a nuestro país y poner siempre América primero". Más acostumbrado a presidir consejos de administración de sociedades mercantiles que órganos político-administrativos, el Presidente hace un balance de sus primeros 143 días de gobierno y, con el descaro de un pesado vendedor, declara lo que a sus predecesores les daba pudor declarar: "Nunca ha habido un Presidente, con pocas excepciones, como es el caso de FDR -y él tenía que ocuparse de una Gran Depresión- que haya aprobado más legislación y que haya hecho más cosas que nosotros". A continuación, Trump hace con los miembros de su gabinete un 'Espejito, espejito, ¿quién es el mejor Presidente de la historia?'. El Presidente sonríe ampliamente y disfruta como un niño jugando mientras sus colaboradores y subordinados, uno a uno, le lanzan flores.
CNN presenta la guía del telespectador para seguir la noche electoral de 2000
CNN analiza los sondeos a pie de urna en la noche electoral de 2000
CNN reparte estados en la noche electoral de 2000 A primera hora de la noche, interpretando los resultados de las encuestas a pie de urna, CNN, al igual que las demás cadenas de prestigio, adjudica los 25 votos electorales de Florida al demócrata Al Gore. Pasadas las 2 de la madrugada, interpretando los números del escrutinio oficial, ya muy avanzado, concluye que el republicano George W. Bush ganará Florida. Los 25 votos electorales del estado soleado ponen al gobernador de Texas por encima de los 270 votos electorales necesarios para convertirse en el Presidente electo de los Estados Unidos. Gore llama a Bush para felicitarle por su victoria. Pero mientras el cómputo de votos en Florida se acerca al 100 por cien, la cosa se iguala tanto que Gore se retracta y ordena a su equipo que pida que se vuelvan a contar todos los votos.
Recuento (2008) de Jay Roach es una crónica tremendamente tendenciosa (como todo lo que hace HBO) pero muy entretenida de las semanas posteriores a las elecciones presidenciales de 2000. Apoyado en un gran reparto, reproduce la actividad entre bastidores de los equipos encargados de representar a Al Gore y a George W. Bush en el recuento de votos de Florida y cómo maquinan para ganar a toda costa los 25 votos electorales del estado soleado y, con ellos, la Presidencia.
25 de febrero de 2016. ¿Es Ted Cruz, el ganador del caucus republicano de Iowa, el asesino del Zodiaco? Puede que lo sea, dice el 38 por ciento de los floridanos encuestados por Public Policy Polling.
A la pregunta de "¿Cree que Ted Cruz es el asesino del Zodiaco, o no?", el 10 por ciento de los votantes del estado soleado se muestra completamente seguro de que lo es y el 28 por ciento dice no tener la completa certeza de que lo sea. Solo dos tercios de los votantes opinan que el senador por Texas y candidato presidencial, nacido en 1970, no es el enigmático asesino en serie que aterrorizó la bahía de San Francisco a finales de los años sesenta y principios de los setenta.
"Los floridanos no son los únicos confusos en este asunto", señala la revista Rolling Stone. "Una de las principales búsquedas de Google asociadas a la frase "¿Es Ted Cruz...?" es "¿Es Ted Cruz el asesino del Zodiaco?". El interés ha alcanzado su pico máximo en febrero de este año, pero los usuarios de Twitter han estado reclamando respuestas desde que la especulación empezó en 2013".
El tema cuenta con su propia entrada en Wikipedia.
Para tratar de averiguar quién fue el verdadero Zodiac, os recomiendo que escuchéis con mucha atención el completísimo monográfico de doce horas que han hecho nuestros amigos de El Sótano Sellado.
"Poderoso intermediario, negociador, diplomático: tanto si había que terminar la Guerra Fría, llevar a cabo las conversaciones de paz de Oriente Medio o resolver unas polémicas elecciones presidenciales, James A. Baker estaba en el centro de la acción", dice la presentación del documental James Baker: El Hombre que Hizo Funcionar a Washington, producido por PBS.
"Mucha gente describe a James Baker como el jefe de gabinete presidencial más eficaz y poderoso en la historia moderna. David Gergen, Lesley Stahl, Hedrick Smith y otros explican cómo utilizó Baker el compromiso, la negociación y el encanto para ayudar a realizar la 'Revolución Reagan'.
"Para 1988, Baker era ya un 'insider' harto conocido en Washington, pero cuando el Presidente electo George H.W. Bush lo nombró como su secretario de Estado, algunos se preguntaron si sus habilidades de poderoso intermediario se trasladarían al escenario mundial. Bill Clinton, Condoleezza Rice y otros comentan sobre el talento de Baker.
"El experto legal Jeffrey Toobin y otros comentan el papel más controvertido de Baker: el de jefe de la estrategia de George W. Bush en el litigio por las elecciones presidenciales de 2000 en Florida".
10 de marzo de 1989. El Presidente George Bush comparece en la Sala de Prensa de la Casa Blanca para anunciar que Dick Cheney es su nuevo nominado para el cargo de Secretario de Defensa, después de que el Senado haya rechazado a su primer nominado, John Tower. Bush ha reaccionado con rapidez para superar el fiasco de Tower. Maureen Dowd nos cuenta en The New York Timescómo surgió el nombre de Cheney.
16 de diciembre de 2000. El Presidente electo George W. Bush nomina al General retirado Colin Powell para dirigir el Departamento de Estado. Es el primer nombramiento de Bush y no supone ninguna sorpresa; desde que abandonó la presidencia del Estado Mayor Conjunto en 1993, Powell era el favorito para ocupar la secretaría de Estado en el momento en que un republicano volviese a la Casa Blanca. Powell planea sacar las tropas de Kosovo, titulaEl País un día después de su nominación.
28 de diciembre de 2000. El Presidente electo George W. Bush nomina a Donald Rumsfeld para Secretario de Defensa, un cargo que ya ocupó durante la administración de Gerald Ford. Bush nombra a un partidario del escudo antimisiles para Defensa, titulaEl País. El nombramiento del carismático y superdotado Rumsfeld para dirigir el Pentágono es una sorpresa. El mismo día de su nombramiento, The New York Timescoloca a Rumsfeld como director de la CIA. Los medios habían informado días antes de que el Presidente electo estaba a punto de nominar al ex Senador Dan Coats para Defensa. "El posible ganador de ese puesto será Dan Coats", podía leerse en El País el día 20. El New York Timesmencionaba a Paul Wolfowitz y Coats como los más probables elegidos el día 23. La división en el Partido Republicano ralentiza la selección del Secretario de Defensa, titulaba el Times un día antes.
1 de diciembre de 2008. El Presidente electo Barack Obama es de la opinión de que es mejor tener al enemigo político cerca y nomina a su antigua rival por la nominación presidencial demócrata, Hillary Clinton, para el cargo de Secretaria de Estado. Clinton acepta porque quiere mantenerse visible para volver a intentar un nuevo asalto a la Presidencia en el futuro (en 2012 si Obama no se presenta a la reelección y en 2016 si Obama se presenta a la reelección en el 12). El anuncio se produce después de una larga negociación tras la cual la controvertida Fundación Clinton acepta hacer públicos los nombres de más de 200,000 donantes. Los otros candidatos de Obama para dirigir la diplomacia estadounidense eran John Kerry y Bill Richardson. Richard Holbrooke, quien iba a ser el secretario de Estado de Al Gore (2000), de Kerry (2004) y de Clinton (2008), se queda sin premio.
12 de diciemrbe de 1960. El Presidente electo John F. Kennedy nomina a Dean Rusk para Secretario de Estado. Rusk es el ministro ideal con un Presidente fuerte, puede leerse en el periódico español ABC. Kennedy lleva al Departamento de Estado hombres que comparten sus ideas y saben expresarlas, añadeABC.
13 de diciembre de 1960. El Presidente electo John F. Kennedy nomina a Robert McNamara, un republicano, para Secretario de Defensa. El partidismo parece tener poca influencia en los nombramientos que está realizando Kennedy, destacaABC.
2 de diciembre de 1976. El Presidente electo Jimmy Carter nomina a Cyrus Vance para Secretario de Estado y a Bert Lance para Director de la Oficina del Presupuesto. El diario español El Paísdescribe a Vance como un hábil diplomático que colaboró estrechamente con los Presidentes Kennedy y Johnson, y a Lance como un amigo y socio en los negocios del nuevo Presidente.
16 de diciembre de 1976. El Presidente electo Jimmy Carter nomina a Zbigniew Brzezinski para el cargo de Consejero de Seguridad Nacional, a Andrew Young para Embajador en la ONU y a Charles Schultze para presidente del Consejo de Asesores Económicos. El Paísdescribe a Brzezinski como un profesor de universidad partidario de la línea dura con la Unión Soviética; el georgiano Young es descrito como un abogado negro y activista de la lucha por los derechos civiles; y Schultze es visto como un economista liberal y keynesiano.
No hay Día de Acción de Gracias sin desfiles del Día de Acción de Gracias organizados por grandes marcas comerciales, especialmente grandes almacenes, que marcan el inicio de la temporada navideña de compras. El más antiguo es el de Philadelphia, que empezó en 1920 con el patrocinio de Gimbels y perdura hoy con un nuevo nombre: el desfile de Dunkin' Donuts. Pero el más famoso es el desfile de la cadena de grandes almacenes Macy's de Nueva York, que arranca en Central Park y termina en la tienda insignia de Macy's entre la Sexta Avenida y la Calle 34 de Manhattan. Se celebra desde 1924 y se televisa en directo para toda la nación desde finales de los años cuarenta. La película De ilusión también se vive (1947) de George Seaton lo dio a conocer a todo el mundo.
La primera aparición de un enorme (y algo inquietante) Superman hinchable en los años treinta; el debut de nuestro héroe Snoopy en 1968 en modo Snoopy Aviador con gorro y gafas de aviador, y un año más tarde como Snoopy Astronauta para celebrar la llegada del hombre americano a la luna; el lluvioso desfile de 1957 cuando la gorra de Popeye dejó caer sobre el público toda el agua helada acumulada; Diana Ross marchando entre los rascacielos de Broadway subida a una gigantesca manzana roja (por la Gran Manzana) de casi 10 metros de altura en 1979 ; o la carroza de He-Man que causaba sensación en los años ochenta (I have the poweeeeer!) forman parte del imaginario colectivo americano.
Un día, en la Casa Blanca comprendieron que nada mejor que el desfile de Macy's para plantar el mensaje de Acción de Gracias del Presidente de los Estados Unidos en las salas de estar de los hogares estadounidenses en la era de la televisión. Ronald Reagan se coló en la retransmisión de la NBC del desfile de 1985 con un mensaje grabado, y mantuvo la costumbre durante todo su segundo mandato.
En el vídeo de abajo vemos un resumen de la edición de 1987. La carroza de Barbie Rockera, los enormes muñecos hinchables de Garfield, Betty Boop y la rana Kermit (la rana Gustavo), la entrevista al gran Jim Henson y los anuncios de Oshkosh, guantes Isotoner, Diet Coke, Nintendo, Atari, McDonald's, AT&T, chocolatinas Hershey's, Mimosín, coches Tyco radio control o muñecas que hablan comparten espacio con el mensaje del Presidente en una emisión televisiva donde todo parece un gran y largo anuncio.
"Para muchos de los niños que estáis mirando, este desfile de Macy's del Día de Acción de Gracias será parte de vuestros recuerdos del Día de Acción de Gracias en los años venideros. Hemos celebrado esta fiesta en nuestro país durante más de tres siglos y medio. Como ese pequeño primer grupo de peregrinos se reunieron para pedir la bendición del Señor y dar las gracias, así lo hacemos nosotros hoy", dice el Presidente Reagan antes de dar paso a la carroza de los Boy Scouts de América.
28 de noviembre de 1963. Menos de una semana después del asesinato del Presidente John F. Kennedy y solo tres días después de su funeral, Jackie Kennedy vuelve a Washington, DC desde Hyannis Port, Massachusetts para visitar la tumba de su marido en el Cementerio Nacional de Arlington. Le acompañan los muy cercanos a su difunto marido, como Jack McNally (asistente del Presidente muerto), Ken O'Donnell (jefe de personal), Larry O'Brien (enlace con el Congreso) y Pierre Salinger (secretario de prensa). Los tres primeros, al igual que la ya ex Primera Dama, estuvieron en Dallas.
A las seis y cuarto de la tarde, desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el flamante Presidente, Lyndon Johnson, pronuncia su mensaje de Acción de Gracias a la nación, en el que reclama el apoyo del pueblo para su nueva Presidencia. El país está de luto, pero LBJ está donde quería estar; tiene la oportunidad de cumplir su ambicioso sueño de convertirse en el nuevo FDR.
"Esta noche, en este Día de Acción de Gracias, me presento ante vosotros para pediros vuestra ayuda, para pediros vuestra fuerza, para pediros vuestros rezos para que Dios proteja esta república y guíe mi trabajo", dice el Presidente por televisión.
"Todos nosotros hemos pasado por siete días que ninguno de nosotros olvidará nunca. No se nos ha concedido la sabiduría divina para responder a por qué esto ha sido, pero se nos ha concedido la función humana de determinar lo que está por ser, lo que está por ser para América, para el mundo, para la causa que lideramos, para todas las esperanzas que viven en nuestros corazones.
"Un gran líder ha muerto. Una gran nación debe avanzar. No está en nuestro poder recobrar el ayer, pero el mañana es nuestro para ganar o perder. Estoy resuelto a que ganemos los mañanas que tenemos ante nosotros. Así que os pido que os unáis a mí en esa resolución, determinados a que de esta medianoche de tragedia avancemos hacia una nueva grandeza americana.
"Más que ninguna generación anterior a la nuestra, tenemos motivos para estar agradecidos en este Día de Acción de Gracias. Nuestras cosechas son abundantes, nuestras fábricas florecen, nuestros hogares están a salvo, nuestras defensas son seguras. Vivimos en paz. La benevolencia del mundo se vuelca con nosotros".
El discurso ha sido redactado por Horace Busby, el ex periodista texano que desde hace unos días ejerce como asistente especial del Presidente en una Casa Blanca en la que poco a poco el campo de Johnson empieza a empujar fuera del escenario al campo de Kennedy.
La costumbre de presentar un pavo en la Casa Blanca a finales de noviembre no nació como una ceremonia de indulto sino de aceptación del obsequio. El pavo terminaba en la mayoría de los casos en la mesa de la cena de Acción de Gracias de la familia presidencial relleno de bacon y pasas y acompañado de puré de patatas, mazorcas de maíz y mermelada de arándanos.
Fue el Presidente George H.W. Bush quien en 1989, con eso de "a kinder, gentler nation" (una nación más amable y gentil), inició la tradición de indultar al pavo con las palabras, "Dejad que os asegure a vosotros y a este buen pavo que no terminará en la mesa de nadie, tampoco en la de este hombre. Desde ahora cuenta con un indulto presidencial".
La Asociación Histórica de la Casa Blanca hace un breve repaso a la historia de la ceremonia de presentación del pavo de Acción de Gracias.
A modo de ejemplo, veamos seis presentaciones de los seis últimos Presidentes.
1981
El Presidente Ronald Reagan acepta un pavo criado en una granja de Arkansas. Y lo acepta como alimento, ya sea para él o para el personal de la Casa Blanca.
"¿Qué hará con él?", le preguntan los reporteros.
"Comérmelo", responde el Presidente.
Reagan cuenta un par de anécdotas durante la ceremonia de presentación en la Rosaleda del Ala Oeste.
Una de ellas se refiere a Merv Amerine, un hombre de California que le fletaba el avión durante su campaña a gobernador de California en 1966. "Descubrimos que cuando no nos lo fletaba a nosotros, lo utilizaba para transportar pavos porque era un criador de pavos. Y ahora no quiero que nadie diga la obviedad que le viene a la mente: que en realidad no cambió con el nuevo flete", bromea el Presidente.
La otra anécdota es algo más gore. Ocurrió cuando era gobernador le regalaron un pavo ya cocinado y "tuvimos una comida con el personal. Pero yo tuve que trincharlo para todos esos caballeros y damas de la prensa que me apuntaban con sus cámaras. Y recuerdo que estaba trinchando y pensé que no lo habían cocinado muy bien porque empezó a verse mucha sangre, lo cual no lo hacía muy apetecible. Descubrí que me había cortado el pulgar. Arruiné la comida".
1992
El Presidente George H.W. Bush, todavía en proceso de superación de su derrota electoral, indulta a un pavo y explica que pasará el resto de su vida en una granja de Virginia (el pavo; él se irá a Houston).
"Este pavo representa a los 45 millones de pavos de América que empezarán a hacer su irreemplazable contribución a nuestra celebración de Acción de Gracias. Así que despreocúpate, pavo, porque estamos aquí solo para servirte", dice Bush.
"Me han dicho que va a tener una jubilación anticipada", agrega el Presidente al que los votantes acaban de jubilar en las recientes elecciones.
1993
El Presidente Bill Clinton se estrena en esto de indultar pavos con un ejemplar criado en una granja de Pennsylvania.
"Alguien ha apuntado esta mañana que puede que este no sea el único "turkey" [significa pavo, pero también inútil] que tengo en mi administración. Pero a este definitivamente lo pondré en libertad", bromea el Presidente, cuyos inexpertos asesores cometen alguna violación ética o generan alguna controversia casi cada semana.
2001
Un pavo llamado Liberty (Libertad), criado en una granja de Carolina del Norte, es el primero en recibir un indulto del Presidente George W. Bush.
Esta edición de la fiesta de Acción de Gracias está marcada por los recientes acontecimientos del 11 de septiembre y subsiguiente guerra en Afganistán.
"Recordaremos a aquellos que se acercan a las fiestas con la carga de la tristeza. Pensamos en especial en las familias que perdieron a sus seres queridos recientemente, y a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas que están sirviendo lejos de casa", declara el Presidente.
"Tengo el deber de terminar con el suspense de nuestro plumoso invitado. Para este pavo y su compañero de viaje, este no será su último Accion de Gracias", anuncia Bush. "En virtud de un indulto presidencial incondicional, quedan libres de cualquier daño".
2009
El Presidente Barack Obama, acompañado de sus hijas Malia y Sasha, de 11 y 8 años, indulta a Courage (Coraje), un pavo criado en una granja de Carolina del Norte. El Presidente número 44 traslada la ceremonia de la Rosaleda al Pórtico Norte de la Casa Blanca.
"Hoy me complace anunciar que gracias a la intervención de Malia y Sasha -porque yo planeaba comerme a este incauto-, Courage también se ahorrará este terrible y delicioso destino", dice Obama medio en broma medio en serio.
"Antes de que cambie de idea,", dice, "por la presente indulto a Courage para que pueda vivir el resto de sus días en paz y tranquilidad en Disneylandia".
"Hay algunos días que me recuerdan por qué me presenté a este cargo. Y luego están los momentos como este en los que indulto a un pavo y lo envío a Disneylandia", bromea.
2017
Drumstick (Palillo de tambor), un pavo criado en una granja de Minnesota, se une al Sheriff Joe Arpaio en la lista de indultados por el Presidente Donald Trump.
"Me complace informar de que a diferencia de millones de pavos en esta época del año, Drumstick tiene un futuro muy, muy brillante por delante", dice el Presidente en la Rosaleda de la Casa Blanca en compañía de la Primera Dama y de su hijo Barron, que con 11 años supera el 1,80 de altura.
"Como muchos de vosotros sabéis, he sido muy activo revocando varias órdenes ejecutivas de mi predecesor. Sin embargo, la oficina del abogado de la Casa Blanca me ha informado de que los indultos de Tater y Tot [los últimos pavos indultados por Obama] no pueden ser revocados bajo ninguna circunstancia. Así que Tater y Tot, podéis descansar relajadamente", bromea Trump.
El Presidente se muestra sorprendido por el tamaño del animal. "Es un pájaro grande. ¿Cuánto pesa ese pájaro? ¡36 libras! ¿Puedo tocarlo? Wau, me siento bien conmigo mismo", dice con sus entre 103 y 107 kilos (oficialmente) de peso.
Despacha el asunto con un rápido "Drumstick, aquí eres indultado" seguido de unas fotos con los granjeros, y sale junto a su familia rumbo a West Palm Beach, Florida a pasar el puente de Acción de Gracias.
Acción de Gracias con Mulder y Scully
Más allá de las tradiciones más clásicas (la oración, la cena familiar, el desfile de Macy's o el inicio de la temporada de compras), muchos estadounidenses identifican Acción de Gracias con el maratón de los mejores capítulos de Expediente X que solía programar FX en los años noventa. Así que un buen plan para estos días puede ser escuchar un podcast alucinante que da un repaso a fondo (Parte 1 y Parte 2) a la serie que marcó una época y os hizo desconfiar del gobierno. Un programa de diez horas para pasar un puente formidable.
Los Guardianes de los Presidentes es un documental de Discovery de dos partes estrenado en 2013 que analiza el papel del Jefe de Gabinete de la Casa Blanca. Cubre 50 años y nueve administraciones, e incluye entrevistas con los hombres que ocuparon el cargo y aún viven.
Parte 1: "El trabajo más difícil del mundo"
Parte 2: "Una fraternidad poderosa"
Lectura relacionada: un repaso exhaustivo a todos los jefes de gabinete (o jefes de personal si se prefiere) desde 1946 hasta 2009.
6 de octubre de 1961. El Presidente John F. Kennedy, de 44 años, recibe al Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, Andrei Gromiko, de 52. La reunión dura dos horas y la conversación gira en torno al Muro de Berlín, construido solo mes y medio antes. "El señor Gromiko simplemente repitió las demandas de los rusos, llevándose la réplica del señor Kennedy de que el soviético estaba ofreciendo cambiar una manzana por un huerto de árboles frutales", dice la crónica de televisión. "El Presidente concidió con el señor Rusk [secretario de Estado] al decirle a Gromiko que Occidente no entraría en negociaciones bajo amenaza".
4 de febrero de 1974. El Presidente Richard Nixon recibe al Ministro soviético Andrei Gromiko en el Despacho Oval. Acuerdan emprender una segunda ronda de conversaciones para la limitación de armas estratégicas y desarrollar las relaciones comerciales entre ambos países. Nixon y su secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, consideran necesario que los soviéticos hagan algunas concesiones en algunas cuestiones humanitarias en Europa del Este, pero no tienen inconveniente en aceptar el respeto a las leyes y aduanas nacionales que los soviéticos exigen enérgicamente. Hasta ahora, el astuto Nixon ha utilizado eficazmente la détente (la política de disminución de la tensión entre los dos bloques) para paralizar a la diplomacia soviética en Oriente Medio, destruir un gobierno marxista en Chile y jugar la carta de China.
18 de septiembre de 1975.Andrei Gromiko vuelve al Despacho Oval, esta vez para encontrarse con el Presidente Gerald Ford. Los soviéticos interpretaron el Caso Watergate y la dimisión de Nixon como el triunfo de los enemigos de la détente en la dinámica política interna de EEUU y, en consecuencia, las relaciones se han resentido. El Presidente Ford afirma el compromiso de su administración con el control de armas, la mejora de las relaciones económicas, las diversas formas de cooperación tecnológica y el resto de los puntos tanto reales como simbólicos de la détente. Pero los soviéticos no confían mucho en un Presidente presionado por los demócratas por un lado y por el ala conservadora de su propio partido por el otro.
22 de septiembre de 1977. El Presidente Jimmy Carter y el jefe de la diplomacia soviética, Andrei Gromiko, posan animadamente delante del retrato de George Washington de George Willson Peale que cuelga encima del fogón del Despacho Oval. A diez días de que expiren los acuerdos SALT firmados en 1972 con Nixon, los soviéticos están a la expectativa con Carter. El demócrata llegó a la Casa Blanca de la mano de su Consejero de Seguridad Nacional, el antisoviético Zbigniew Brzezinski, con promesas de reforzar el compromiso militar de EEUU con Europa Occidental. Carter manifiesta a Gromiko que espera tener la oportunidad de conocer pronto personalmente al líder soviético Leonid Brezhnev y pactan prorrogar los acuerdos SALT que limitan la producción de misiles balísticos intercontinentales. El Presidente está dispuesto a ir más allá en los próximos años, pero tendrá que lidiar con la resistencia del Congreso y del aparato de seguridad del estado (incluida su facción demócrata). Eugene Rostow y Paul Nitze con su Comité sobre el Peligro Presente y senadores como Daniel Patrick Moynihan y Henry Jackson prometen no ponérselo fácil.
28 de septiembre de 1984. Fashes y cámaras de televisión esperan en el Despacho Oval al eterno Ministro de Exteriores soviético Andrei Gromiko, que es ya un anciano de 75 años. La visita de Gromiko al Presidente Ronald Reagan se acordó hace escasos días, cuando ambos se encontraron en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Aquel fue el primer contacto directo de Reagan con un dirigente soviético de alto rango desde que llegó a la Presidencia hace casi cuatro años. Cuando la administración Reagan iniciaba su andadura en 1981, Alexander Haig, su primer secretario de Estado, prohibió al Embajador soviético Anatoly Dobrinin estacionar su coche en el aparcamiento del Departamento de Estado como hacía desde los tiempos de Henry Kissinger. Fue una de las primeras señales de una nueva Guerra Fría. Ahora, con la diplomacia soviética paralizada por hechos y circunstancias internas y externas, la administración parece más abierta a cambiar el enfoque de su estrategia soviética. El líder soviético Konstantin Chernenko está gravemente enfermo y la Casa Blanca espera un cambio de guardia en la URSS. El objetivo inmediato de la invitación a Gromiko es simple: establecer una relación mínimamente funcional. No obstante, aunque genera un gran interés internacional, sobre todo en Europa Occidental, en la prensa occidental cunde la sospecha de que es solo una maniobra de relaciones públicas de la Casa Blanca a poco más de un mes de las elecciones presidenciales. "Parece que estos anuncios del gobierno americano en el terreno de la política Este-Oeste responden más bien a maniobras de política interior que a una búsqueda sincera de un diálogo", puede leerse en The Guardian. "El encuentro entre Reagan y Gromiko no ha aportado el deshielo. Pero tampoco se puede afirmar que ha eternizado una época de deshielo", dice La Stampa. "El encuentro casi en la cumbre de la Casa Blanca ha abierto más bien una nueva etapa de relaciones o, si se prefiere decir, un cambio de humor de las dos superpotencias".
10 de junio de 1963. En los días de confrontación con el Gobernador George Wallace por su negativa a permitir la entrada de dos estudiantes afroamericanos en la Universidad de Alabama, el Presidente John F. Kennedy se reúne con sus asesores más cercanos para tratar la situación. El Fiscal General Bobby Kennedy, Ted Sorensen (redactor de discursos y chico para todo), Larry O'Brien (el enlace con el Congreso) y Ken O'Donnell (extraoficialmente Jefe de Gabinete), entre otros, intentan ayudar al Presidente a tomar una decisión. ¿Debe o no hacer una declaración en televisión y proponer nuevas medidas contra la discriminación racial? La mayoría de los hombres del Presidente, en realidad todos excepto su hermano, lo desaconsejan porque las posibilidades de que una ley de derechos civiles salga adelante en el Congreso son tan exiguas que no conviene que el Presidente arriesgue su capital político en el conflicto de Alabama. Bobby es el único que le anima a implicarse personalmente en la batalla. La reunión concluye con un JFK todavía indeciso. Al día siguiente, el Presidente pedirá a Sorensen que le escriba un discurso y convocacará a las cámaras de las tres cadenas generalistas de televisión.
6 de diciembre de 1971. El Presidente Richard Nixon y el Primer Ministro canadiense Pierre Trudeau atienden a los muchachos de la prensa en el Despacho Oval.
13 de septiembre de 2001. Dos días después del ataque a las Torres Gemelas, el Presidente George W. Bush permite a los reporteros entrar en el Despacho Oval mientras llama por teléfono al Alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani. Tras la conversación con Giuliani, mientras responde a las preguntas de los reporteros, el Presidente no puede contener las lágrimas. Tristeza, miedo, vértigo, desconcierto, obligación, frustración, enfado, sospechas... ¿Qué puede pasar en esos momentos por la cabeza y las tripas de un comandante en jefe que lleva siete meses en el cargo y en Washington? Karl Rove, el principal asesor de Bush, describe esta escena en su libro Courage & Consequence como "una de esas veces en las que el Presidente, incluso en una sala abarrotada, parece estar casi solo". "Incluso los reporteros más cínicos e insensibles se conmovieron. Todo el mundo -todos sus asesores, todos los reporteros- tenían lágrimas en sus ojos. Bush se diponía a abandonar el Despacho Oval para dirigirse a su contiguo estudio privado. Me miró de reojo y rápidamente apartó la mirada. Intenté limpiarme las lágrimas discretamente y seguí al Presidente a su estudio privado. Sus ojos estaban rojos; se encontraba prácticamente superado por la emoción. Yo también estaba completamente superado. Nada podía hacerme parar de llorar".
A las 10:11 de la noche del 19 de diciembre de 1974, después de un proceso de confirmación de más de dos meses, Nelson Rockefeller pone su mano izquierda sobre una Biblia familiar y levanta su mano derecha para jurar el cargo de Vicepresidente.
"Yo, Nelson Aldrich Rockefeller, juro solemnemente apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos", repite ante el presidente del Tribunal Supremo, Warren Burger.
La ceremonia tiene lugar en el Senado de los Estados Unidos, donde su abuelo materno, Nelson W. Aldrich, representó durante tres décadas al estado de Rhode Island. El Senado ha confirmado su nombramiento por 90 votos a favor y 7 en contra. En la Cámara de Representantes ha tenido el apoyo de 287 miembros.
Entre los votos contrarios a su confirmación destaca el de Barry Goldwater. El senador por Arizona se comprometió con el Presidente Gerald Ford a apoyar a Rockefeller, pero cambió de opinión durante las audiencias de confirmación que pusieron al descubierto algunas cuestionables relaciones financieras del político y hombre de negocios neoyorquino. "Ahora parece obvio para mí que el señor Rockefeller utilizó su dinero personal para comprar poder político", explicó Goldwater.
La oposición del líder moral de la facción conservadora de los republicanos no es un buen presagio para las ambiciones de Rockfeller de estar en el ticket republicano de 1976, ya sea como número uno o como número dos.
Convertido en el 41º Vicepresidente de los Estados Unidos, el segundo nombrado siguiendo lo establecido en la Vigesimoquinta Enmienda, Rockefeller pronuncia un breve discurso sin grandes pretensiones en presencia del Presidente Ford, los legisladores federales, los miembros del Gabinete y algunos dignatarios del estado de Nueva York que gobernó durante catorce años.
"Este es un tiempo en el que nuestro país se enfrenta a tremendas dificultades y a problemas sin precedentes, tanto en casa como fuera. Son problemas que afectan a todas las secciones de nuestro país y a todas las familias de América. Pero no hay nada malo en América que los americanos no puedan corregir", dice el nuevo Vicepresidente.
"Me comprometo a trabajar con usted, señor Presidente, y con el Congreso hasta agotar el límite de mis capacidades en la gran tarea de construir la fortaleza de América para enfrentar los graves nuevos problemas que enfrentamos como nación y como pueblo".
El 19 de agosto de 1974, Nelson Rockefeller interrumpe sus vacaciones en Seal Harbor, Maine para acudir a la Casa Blanca aaceptar la oferta del Presidente Gerald Ford para ser su Vicepresidente.
"Estoy sumamente honrado y si el Congreso me confirma, cuento los días que faltan para tener el honor y el privilegio de servir al Presidente de los Estados Unidos y, como he dicho en la otra sala, a través de él a todo el pueblo de este gran país", dice el ex gobernador de Nueva York durante su comparecencia en la Sala de Prensa de la Casa Blanca.
"Soy plenamente consciente de que la responsabilidad del Vicepresidente es presidir el Senado de los Estados Unidos y por lo demás simplemente cumplir cualquier encargo que reciba del Presidente. Estoy deseando tener esa oportunidad de servirle de cualquier forma que le sea útil y pienso y siento enfáticamente que su dedicación y franqueza ya han avivado de nuevo la esperanza y la fe; y que bajo su liderazgo, nosotros como pueblo y como nación tenemos la capacidad, la voluntad y la habilidad para enfrentar y superar las duras realidades que existen hoy en el país y en el mundo".
Si obtiene la confirmación del Senado, el nieto del mítico John Davison Rockefeller logrará a sus 66 años situarse a un latido de la Presidencia. Sus ambiciones presidenciales son bien conocidas. Aspiró sin éxito al Despacho Oval en tres ocasiones (1960, 1964 y 1968) y su dimisión como gobernador de Nueva York hace un año se interpretó como el primer paso para volver a intentarlo en 1976. Ahora estará en una posición ventajosa para reclamar la nominación republicana en el 76 si Ford renuncia a presentarse.
"Ha sido una decisión completamente individual, y el Presidente Ford la mantuvo en secreto hasta que citó a Nelson Rockefeller en Washington para ser nominado a Vicepresidente", cuenta Christopher Lyndon en The New York Times.
"Era un secreto pero difícilmente una sorpresa", escribe Lyndon. "Desde el principio, el instinto del Presidente Ford y el consejo de sus principales consejeros como Melvin Laird y el Secretario de Estado Henry Kissinger, en desacuerdo en otras cosas, todos apuntaron hacia el ex gobernador de Nueva York".
Rockefeller cuenta con un sinfín de aliados en el gabinete que Ford ha heredado de Nixon. Rogers Morton (Interior), Caspar Weinberger (Sanidad), James Lynn (Vivienda), Frederick Dent (Comercio) y Bill Saxbe (Fiscal General) recomendaron a Ford que se decidiera por el neoyorquino.
El Times lo presenta como "la selección más obvia" en un momento de debilidad interna y externa de EEUU, porque se trata de "un político con probada experiencia ejecutiva, el capitán de una base de republicanos liberales y moderados y un famoso símbolo a nivel mundial, por su experiencia y el nombre de su familia, del poder americano y la empresa americana".
Desde que asumió el cargo a principios de agosto, el Presidente solicitó la opinión de más de 300 líderes republicanos de todo el país y la Casa Blanca recibió más de 10,000 telegramas de ciudadanos y grupos de intereses especiales intentando influir en la decisión sobre su número dos. Unos 600 telegramas apoyaron la posible selección de Rockefeller. En cambio, más de 3,000, probablemente como parte de un esfuerzo organizado por grupos conservadores, se mostraron en contra del ex gobernador de Nueva York.
Ford descartó desde el principio escoger a alguno de los símbolos de la división ideológica del Partido Republicano: el Senador por Illinois Charles Percy en la izquierda; el Senador por Arizona Barry Goldwater y el Gobernador de California Ronald Reagan en la derecha.
En la lista inicial que manejó Ford había quince nombres entre los que destacaban los de los Senadores Howard Baker y Bill Brock, ambos de Tennessee, de los cuales le gustaba más el segundo; el Senador Mark Hatfield, de Oregon; el ex Fiscal General Elliot Richardson; y los Gobernadores Dan Evans, de Washington, y Bill Scranton, de Pennsylvania.
No obstante, la terna de finalistas fue la formada por el veterano Rockefeller y dos hombres más jovenes: el Embajador de EEUU en la OTAN Donald Rumsfeld, de 42 años, que volvió a Washington a ayudar a Ford, su antiguo jefe en la Cámara de Representantes, en el proceso de selección; y el presidente del Comité Nacional Republicano y también ex Congresista George Bush, de 50 años.
Aparte de Rockefeller, Bush es quien más activamente lo persiguió. Montó una especie de sala de operaciones en una de las plantas del Hotel Statler Hilton de Washington encabezada por Richard Herman, un miembro destacado del Comité Nacional Republicano, cuyo aparato podía ser muy útil en la misión de recabar apoyos.
El 11 de agosto, Bush se hizo con el apoyo suave de Goldwater, convencido de que la elección era entre Rockefeller o Bush, "que complementa el apoyo al texano por parte de varios liberales y moderados de la Cámara de Representantes", podía leerse en el Times.
La principal virtud de Bush era, según el Times, que "como presidente de los republicanos durante el colapso de la Presidencia de Nixon con el Watergate, se las arregló de alguna manera para evitar ofender gravemente a nadie en su partido".
"Si los bastiones políticos y financieros significan algo, el señor Bush puede asegurar que tiene dos: uno en Houston y otro, a través de las conexiones familiares, en Wall Street/Connecticut", decía el Times siete días antes del anuncio.
El 14 de agosto, The Washington Post señalaba que Bush estaba recibiendo "una impresionante variedad de apoyos". Herman declaraba al Post que Bush "es el único que no tiene oposición. Puede que no sea la primera opción en todos los casos, pero es mejor que cualquiera como segunda opción". El 15 de agosto, una fuente cercana a la Casa Blanca informaba a David Broder y Lou Cannon de que Bush estaba "en la mejor posición" para ser el elegido por el Presidente.
Pero una búsqueda tan agresiva también convirtió a Bush en el blanco de los ataques de quienes favorecían la opción Rockefeller, que eran mayoría en el entorno presidencial.
"Nosotros no hemos montado un cuarto de calderas ni hemos llamado a nadie ni hemos hecho nada" a diferencia de las técnicas del equipo de Bush, declaró el portavoz de Rockefeller, Hugh Morrow, en esos días.
La revista Newsweek, citando fuentes anónimas de la facción pro-Rockefeller en el seno de la Casa Blanca, publicaba el 18 de agosto que Bush había perdido enteros "por el descubrimiento de presuntas irregularidades en la financiación de su fallida campaña de 1970 al Senado por Texas", la que más dinero recibió en todo el país de los comités nacionales del partido.
Según Newsweek, "el señor Bush recibió 100,000 dólares de fondos controlados por la Casa Blanca de Nixon y 40,000 dólares de ese dinero no fueron debidamente declarados como obliga la ley electoral".
Tuvo que salir James Bayless, director financiero de la antigua campaña senatorial de Bush en el condado de Harris (Houston), a denunciar el informe como "una maldita mentira". "No estuvo implicado en nada de eso", declaró Fred Chambers, otro hombre de Bush en Texas.
Los elementos más conservadores del Capitolio no reciben bien la nominación de Rockefeller. El Senador Jesse Helms, de Carolina del Norte, reúne inmediatamente a un grupo de unos 20 conservadores de ambas cámaras para luchar en contra de la confirmación de Rockefeller. Y el Congresista John Ashbrook, el conservador de Ohio que desafió a Nixon en las primarias de 1972, denuncia la selección como "el primer error serio del Presidente Ford".
Esos conservadores temen que Rockefeller rodee a Ford de asesores de su órbita en política doméstica y exterior, como James Cannon, y utilice la Vicepresidencia como una plataforma para posicionarse de cara a 1976.
Para Ford, sin embargo, era más importante la respuesta de Goldwater, y este ya le aseguró que aceptaría a Rockefeller.
"No va a caer bien a los conservadores en el Partido Republicano y yo advertí de ello al Presidente y estoy seguro de que lo entendió", declara Goldwater en rueda de prensa. "En otras palabras, va a llevar un poco de trabajo por nuestra parte ayudarle en las etapas difíciles de no tener una bienvenida unificada de todos los republicanos".
Rockefeller visita el Capitolio dos días después para reunirse con Goldwater y otros senadores importantes de ambos partidos y preparar el proceso de confirmación.
"Lo admiro", dice Rockefeller sobre el hombre que le arrebató la nominación presidencial republicana en la amarga campaña de 1964. "Creo que será como los otros miembros y examinará todas las cualificaciones y tomará una decisión basándose en eso".
El ex gobernador de Nueva York defiende que no es el momento de pensar en las implicaciones que su acceso a la Vicepresidencia pueda tener de cara a la conformación del ticket electoral republicano de 1976.
"Esto tiene que considerarse dentro de la situación crítica de hoy, relacionado con los problemas de hoy en esta nación y la necesidad de tener un Vicepresidente. No se trata de tomar una decisión política para el futuro. Por mi parte, a mí me preocupa el presente", declara Rockefeller a los reporteros en un pasillo del Capitolio. "Quiero ayudar al Presidente y a su trabajo, y lo que ocurra en el futuro es completamente irrelevante", dice.
22 de octubre de 2008. Faltan menos de dos semanas para unas elecciones presidenciales en las que el demócrata Barack Obama es el claro favorito en los sondeos nacionales desde el pánico financiero de septiembre. Todos los grandes medios están ayudando a Obama a lograr la victoria, pero la CNN va un poco más allá y lanza la pregunta, "¿Podrían los cinco votos electorales de Virginia Occidental cambiar de color esta vez?".
El principal analista político de la cadena de noticias por cable, Bill Schneider, se desplaza hasta Ripley, un pueblo del oeste de Virginia Occidental, una zona que conocemos gracias a los sucesos paranormales de la vecina Point Pleasant (aquí un podcast tremendamente alucinante. Què volen aquesta gent?), para tomar el pulso a un electorado olvidado por los políticos nacionales y por unos medios de comunicación clasistas que ha dado claras muestras de desorientación electoral en los últimos años.
"Los republicanos parecen un poco preocupados con Virginia Occidental. Sarah Palin ha estado en el estado este mes. Los demócratas lo ven como una oportunidad y Joe Biden viene el viernes. Una encuesta de la semana pasada muestra a McCain solo seis puntos por delante de Obama en Virginia Occidental con un 12 por ciento de indecisos", dice Schneider. "¿Tienen los demócratas una oportunidad en Virginia Occidental?", se pregunta.
En 1996, el Presidente Bill Clinton arrancó su famoso 21st Century Express (El expreso del siglo XXI), una gira en tren por el Medio Oeste, en Huntington, la segunda ciudad más poblada de Virginia Occidental. Más de 10,000 personas celebraron la presencia del arkansano en el mitin más concurrido de la historia de Huntington. Cuatro años más tarde, su Vicepresidente, con el control de armas y la agenda medioambientalista en lo más alto de su lista de prioridades, se estrellaba en Virginia Occidental.
"En 2000, no importaba lo que hiciera Florida. Si Al Gore hubiera ganado Virginia Occidental, se habría acabado el juego. Bush no sería Presidente ahora", recuerda un hombre de Ripley cuya opinión recoge CNN.
Virginia Occidental votó dos veces a George W. Bush, pero si uno mira el registro de votantes, este estado escondido entre los ríos Ohio, Big Sandy y Tug Fork es uno de los más demócratas de la Unión. El número de demócratas registrados supera al número de republicanos registrados en una proporción de 3 a 1. "Pero son demócratas conservadores. Se sienten atraídos por los demócratas en asuntos económicos, pero los demócratas les repelen en asuntos sociales", explica Schneider.
"El desempleo está bajo, en el 3.7 por ciento. La industria del carbón va muy bien y nunca tuvieron un boom inmobiliario así que no hay crisis inmobiliaria". Pero por otro lado, "los votantes aquí saben lo que está pasando en todo el país y les preocupa mucho que la recesión económica pueda golpear a Virginia Occidental".
Barack Obama es percibido como "un demócrata muy liberal", dice Schneider. "Si Obama es competitivo aquí en Virginia Occidental, eso podría significar que el país realmente está avanzando más allá de la vieja división de estados rojos y estados azules".
A pesar del entusiasmo de la CNN, el 4 de noviembre, Obama no solo no ganará Virginia Occidental sino que recibirá menos votos que John Kerry cuatro años antes. Y sus políticas como Presidente (restricciones a la industria del carbón y amenazas a la libertad religiosa y a la Segunda Enmienda) harán que el estado siga alejándose de los demócratas nacionales. No pasa nada, pensarán los demócratas, porque Virginia Occidental tiene poco peso. No pasa nada mientras la reacción de Virginia Occidental no se extienda a partes de Pennsylvania y Ohio, estados con los que limita.
La transformación electoral de Virginia Occidental en las elecciones presidenciales (si miramos la tabla de resultados, vemos que hay dos claros puntos de inflexión: 1932 y 2000) es uno de los más sorprendentes porque no ha experimentado grandes cambios demográficos o culturales que lo justifiquen. Así que su evolución política es en realidad una historia de la evolución de los partidos y de sus candidatos más que de su previsible electorado.
Aquí, una charla de los agentes del Servicio Secreto y del FBI encargados de la protección del Presidente y del procesamiento de John Hinckley.
La polémica Barbara Honegger, que trabajó en el Ala Oeste entre 1981 y 1983, nos cuenta su experiencia de aquel día, aquí y aquí.
Aquí, una breve y divertida exposición del investigador (teórico de la conspiración, según la terminología políticamente correcta) John Judge siete años después del atentado.
16 de marzo de 2007.Wolf Blitzer y los espectadores de la CNN tienen un enorme interés en conocer la opinión del magnate Donald Trump, ahora triunfando con El Aprendiz en la NBC, sobre algunos de los aspirantes presidenciales de 2008.
"Le voy a mencionar algunos nombres y usted deme su opinión inmediatamente", reta Blitzer al experto cazatalentos de los negocios.
Hillary Clinton
"Muy talentosa, muy inteligente, es mi amiga así que soy un poco parcial. Es una persona muy capaz y creo que probablemente será la nominada".
Barack Obama
"Bueno, es una estrella. Y ha hecho un trabajo increíble en un periodo de tiempo muy corto. La duda es la experiencia y si la gente quiere a alguien que no tiene una gran experiencia. Pero sin duda ha tenido impacto".
John Edwards
"No lo conozco. A la gente le gusta. Conozco a gente a la que le gusta mucho. Pero realmente no lo conozco".
Que fuera el nominado a Vicepresidente en 2004 "es un gran punto negativo porque fue una vergüenza perder aquellas elecciones, porque mira lo que tenemos ahora mismo. Es un desastre. Así que estaría inclinado a que no me guste partiendo de la base de que perdió unas elecciones que se tenían que haber ganado. Aquellas elecciones se tenían que haber ganado. Creo que Bush es probablemente el peor Presidente de la historia de los Estados Unidos y simplemente no entiendo cómo pudieron perder aquellas elecciones".
Rudy Giuliani
"Con mucho talento, inteligente, duro, muy formidable en todos los sentidos y creo que si las elecciones son entre él y Hillary, van a ser unas elecciones duras de la hostia".
John McCain
"No lo conozco bien. Lo respeto, me gusta, no parece haber remontado como pensaba, creo que probablemente por el hecho de haber dicho, 'Quiero enviar más tropas a Iraq'. No creo que nadie que quiera enviar más tropas a Iraq pueda ganar unas elecciones".
Esta es una entrada homenaje a los hombres y mujeres con ambiciones presidenciales que no guardan/guardaban un buen recuerdo del primer martes después del primer lunes de noviembre en el que les tocó ser protagonistas y a lo que pudo haber sido y no fue: esos gabinetes que quizás sí hayan existido en varios universos paralelos... 1949 Presidente: Thomas Dewey Vicepresidente: Earl Warren Jefe de Gabinete: Herbert Brownell Secretario de Estado: John Foster Dulles Secretario de Defensa: Robert Lovett Secretario del Tesoro: Winthrop Aldrich Fiscal General: J. Edgar Hoover 1953 Presidente: Adlai Stevenson Vicepresidente: John Sparkman Jefe de Gabinte: Wilson Wyatt Secretario de Estado: Chester Bowles Secretario de Defensa: Thomas Finletter Secretario del Tesoro: Eugene Black Fiscal General: W. Willard Wirtz Consejero de Seguridad Nacional: George Ball 1961 Presidente: Richard Nixon Vicepresidente: Henry Cabot Lodge Jefe de Gabinete: Robert Finch Secretario de Estado: William Rogers Secretario de Defensa: Thomas Gates Secretario del Tesoro: C. Douglas Dillon Fiscal General: Lawrence Walsh Consejero de Seguridad Nacional: William Yandell Elliott 1965 Presidente: Barry Goldwater Vicepresidente: William Miller Jefe de Gabinete: Edward McCabe Secretario de Estado: Richard Nixon Secretario de Defensa: Lucius Clay Secretario del Tesoro: Ralph Cordiner Fiscal General: Denison Kitchel Consejero de Seguridad Nacional: Robert Strausz-Hupé 1969 Presidente: Hubert Humphrey Vicepresidente: Edmund Muskie Jefe de Gabinete: William Connell Secretario de Estado: Clark Clifford Secretario de Defensa: Cyrus Vance Secretario del Tesoro: Joseph Barr Fiscal General: Warren Christopher Consejero de Seguridad Nacional: Max Kampelman 1973 Presidente: George McGovern Vicepresidente: Sargent Shriver Jefe de Gabinete: Gary Hart Secretario de Estado: Edmund Muskie Secretario de Defensa: Frank Church Secretario del Tesoro: Dwayne Andreas Fiscal General: Abraham Ribicoff Consejero de Seguridad Nacional: Abram Chayes 1985 Presidente: Walter Mondale Vicepresidenta: Geraldine Ferraro Jefe de Gabinete: Jim Johnson Secretario de Estado: Warren Christopher Secretario de Defensa: W. Graham Claytor Secretario del Tesoro: C. Fred Bergsten Fiscal General: Tom Bradley Consejera de Seguridad Nacional: Madeleine Albright 1989 Presidente: Michael Dukakis Vicepresidente: Lloyd Bentsen Jefa de Gabinete: Susan Estrich Secretario de Estado: Lee Hamilton Secretario de Defensa: Sam Nunn Secretario del Tesoro: William H. Gray Fiscal General: Paul Brountas Consejero de Seguridad Nacional: Joseph Nye 1997 Presidente: Bob Dole Vicepresidente: Jack Kemp Jefe de Gabinete: Donald Rumsfeld Secretario de Estado: Colin Powell Secretario de Defensa: John McCain Secretario del Tesoro: William Roth Fiscal General: Carla Hills Consejera de Seguridad Nacional: Paula Dobriansky 2001 Presidente: Al Gore Vicepresidente: Joe Lieberman Jefe de Gabinete: William Daley Secretario de Estado: Richard Holbrooke Secretario de Defensa: Sam Nunn Secretario del Tesoro: Richard Parsons Fiscal General: Jamie Gorelick Consejero de Seguridad Nacional: Leon Fuerth 2005 Presidente: John Kerry Vicepresidente: John Edwards Jefe de Gabinete: John Sasso Secretario de Estado: Richard Holbrooke Secretario de Defensa: Chuck Hagel Secretario del Tesoro: Jim Johnson Fiscal General: Dennis Archer Consejero de Seguridad Nacional: Rand Beers 2009 Presidente: John McCain Vicepresidenta: Sarah Palin Jefe de Gabinete: John Lehman Secretario de Estado: Joe Lieberman Secretario de Defensa: Robert Gates Secretario del Tesoro: John Thain Fiscal General: Ted Olson Consejero de Seguridad Nacional: Randy Scheunemann 2013 Presidente: Mitt Romney Vicepresidente: Paul Ryan Jefe de Gabinete: Mike Leavitt Secretario de Estado: Robert Zoellick Secretario de Defensa: Jim Talent Secretario del Tesoro: Rob Portman Fiscal General: Bob McDonnell Consejero de Seguridad Nacional: Richard Williamson 2017 Presidenta: Hillary Clinton Vicepresidente: Tim Kaine Jefe de Gabinete: Tom Vilsack Secretario de Estado: Joe Biden Secretaria de Defensa: Michele Flournoy Secretaria del Tesoso: Sheryl Sandberg Fiscal General: Tom Pérez Consejero de Seguridad Nacional: Jake Sullivan Y en universos paralelos mucho más lejanos... 1969 Presidente: George Wallace Vicepresidente: Curtis LeMay Jefe de Gabinete: Bill Jones Secretario de Estado: Happy Chandler Secretario de Defensa: L. Mendel Rivers Secretario del Tesoro: Ezra Taft Benson Fiscal General: John Rarick Consejero de Seguridad Nacional: ¿? 1993 Presidente: Ross Perot Vicepresidente: James Stockdale Jefe de Gabinete: Hamilton Jordan Secretaria de Estado: Jeane Kirkpatrick Secretario de Defensa: David Boren Secretario del Tesoro: Warren Rudman Fiscal General: Thomas Barr Consejero de Seguridad Nacional: Orson Swindle 1989 Presidente: Gary Hart Vicepresidente: Dale Bumpers Jefe de Gabinete: Paul Tully Secretario de Estado: Walter Mondale Secretario de Defensa: William Cohen Secretario del Tesoro: Lester Thurow Fiscal General: Ted Kennedy Consejera de Seguridad Nacional: Janne Nolan 1993 Presidente: Mario Cuomo Vicepresidente: Al Gore Secretario de Estado: Warren Christopher Secretario de Defensa: Sam Nunn Secretario del Tesoro: Pete Peterson Fiscal General: Judith Kaye Consejero de Seguridad Nacional: Stephen Schlesinger 2017 Presidente: Jeb Bush Vicepresidenta: Susana Martínez Jefe de Gabinete: Sally Bradshaw Secretario de Estado: Mitt Romney Secretario de Defensa: Stephen Hadley Secretario del Tesoro: Robert Zoellick Fiscal General: Michael Chertoff Consejera de Seguridad Nacional: Meghan O'Sullivan LOL Falta la Presidencia de Ted Kennedy. LOL