Antes de despedir el programa especial de ABC en la noche electoral de 1996, Peter Jennings concede a un anciano David Brinkley, que se despide de la televisión, la oportunidad de decir unas últimas palabras.
Brinkley, presente en todas las noches electorales desde 1960, primero en NBC y después en ABC, se despacha a gusto contra el recién reelegido Presidente Bill Clinton, diciendo que su discurso le ha parecido "una de las peores cosas que he escuchado nunca" y calificando al mandatario como un pesado.
"No tiene ni un solo hueso creativo en su cuerpo. Es un plomo y siempre será un plomo", dice Brinkley.
"Todos esperamos con gran placer cuatro años más de discursos inspiradores y maravillosos, llenos de humor, poesía, música, amor y afecto. Además de putas sandeces", termina Brinkley.
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