13 de junio de 1986. El Gobernador de Arizona Bruce Babbitt visita New Hampshire para "explorar las aguas" presidenciales. 21 meses antes de la primaria, Babbitt declara a Arizona Republic que "simplemente estoy familiarizándome" con el medio.
El gobernador es el invitado de honor a las celebraciones del día Jefferson-Jackson que el Partido Demócrata de New Hampshire celebra anualmente desde hace seis décadas para recaudar fondos. Para alegría de los asesores de Babbitt, el evento se ha ampliado este año. "Fue idea del Partido Demócrata de New Hampshire cambiar su cena del día de Jefferson-Jackson por más eventos que implican a un número de condados y ciudades", explica Chris Hammel, el estratega de Babbitt. "No hace falta decir que nosotros nos tiramos de cabeza a la oportunidad. Obviamente, coincidió con nuestro interés así como con el interés del estado en nuestra primera visita".
Aunque para Babbitt es su primera incursión en el estado de granito, otros potenciales candidatos presidenciales como los Senadores Gary Hart y Joe Biden o el Congresista Dick Gephardt ya han hecho varias apariciones allí.
La primera parada del gobernador de Arizona es en Nashua, la segunda ciudad del estado por población y la situada más al sur, donde el Alcalde James Donchess ha organizado una comida en su honor. Donchess cree que el itinerario de Babbitt en su primera visita tiene el equilibrio perfecto: una combinación de pequeñas reuniones y eventos de gran concurrencia."No es malo que vaya a un acto con solo 50 personas, o incluso con 20, 10 o 5, porque eso es en lo que andará de aquí a febrero de 1988", dice Donchess.
De Nashua, Babbitt viaja a Amherst, un pequeño pueblo famoso por su alta calidad de vida donde viven muchos empleados de las compañías de nuevas tecnologías de la vecina Massachusetts. Se encuentra con un puñado de votantes. Y cierra el día con un discurso a los demócratas de Manchester, la ciudad más poblada del estado.
De entrada, se gana al público con su buen humor: "Unas pocas personas en este estado han tenido la temeridad de preguntarme lo que estoy haciendo aquí, y yo les respondería simplemente: en primer lugar, hay 43 grados en Phoenix, Arizona; en segundo lugar, finalmente he encontrado un estado donde hay más republicanos que en Arizona; y en tercer lugar, estoy aquí esta noche para anunciaros que soy candidato a... la benevolencia y el afecto del club cívico de Manchester".
Se describe como un demócrata heterodoxo pero honesto: "Os contaré brevemente quién soy. Mi nombre es Bruce Babbitt. Soy un gobernador del Oeste educado en Massachusetts. Soy un conservador fiscal que nacció en la Gran Depresión. Soy un demócrata que se ganó sus espuelas en la guerra contra la pobreza. Desfilé en Selma. Soy el gobernador de un estado republicano. Soy un demócrata".
Desdeña a los líderes demócratas nacionales por su desconexión de las preocupaciones reales de los votantes y dice que las soluciones las están ofreciendo los gobernadores demócratas:"Como muchos de vosotros, he empezado a ver algo paradójico que necesita atención. Porque a nivel nacional veo un Partido Demócrata que es heredero de una gran tradición, un Partido Demócrata que dio forma a América y que ahora está en dificultades. Un Partido Demócrata que ha perdido cuatro de las últimas cinco elecciones presidenciales. Un Partido Demócrata que en las cinco últimas elecciones presidenciales ha ganado de media el diecisiete por ciento del voto electoral. ¡El diecisiete por ciento! Un Partido Demócrata que necesita desesperadamente una regeneración vigorosa y entusiasta. Por el contrario, a nivel estatal y local veo un Partido Demócrata lleno de vitalidad, resurgimiento y vigor. Un Partido Demócrata que controla 35 de los 50 cargos de gobernador, una mayoría de las Legislaturas estatales, una mayoría de ayuntamientos y comisiones de condado y cargos locales. Un Partido Demócrata que en mi estado ha logrado ese vigor con imaginación y atención a lo fundamental: crecimiento económico, presupuestos equilibrados, reforma educativa, contención de los gastos médicos, atención a los problemas medioambientales...
"Si ese tipo de programas y experiencia puede funcionar en Arizona y en 34 o 35 estados, es un mensaje de cómo podemos regenerar y reproducir este Partido Demócrata. Mi intención es simplemente unirme a todos vosotros para ver si podemos construir un partido nacional que se haga eco y expanda esos logros y esa estrategia. Y por eso estoy aquí. La causa es urgente porque sin un Partido Demócrata vigoroso a nivel nacional, esta nación acudirá a los republicanos y esa no es la solución".
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