viernes, 8 de septiembre de 2017

¿Donde va Maine va la nación?

2 de septiembre de 1960. El Senador John F. Kennedy visita el recóndito estado de Maine, un bastión republicano donde los candidatos presidenciales demócratas no ganan desde 1912. Maine nunca votó a FDR. Hace cuatro años, el demócrata Adlai Stevenson perdió allí por 42 puntos (Eisenhower, 71%; Stevenson, 29%). ¿Qué hace este hombre en Maine?, se preguntan ahora los observadores locales y nacionales.


"Es un gran placer estar hoy aquí en Maine", dice el senador por Massachusetts en una rueda de prensa en la ciudad más poblada del estado, Portland (a unos 60 kilómetros del pueblo imaginario de Castle Rock de Creepshow y La Tienda). "Somos optimistas sobre Maine en noviembre", proclama Kennedy. "Hay un viejo dicho que dice que donde va Maine va la nación. Espero que lo hagamos bien en Maine y que donde vaya Maine vayan el resto de los Estados Unidos".


Kennedy ha cruzado hoy todo Maine desde Presque Isle, en el norte, hasta Portland, en el sur. Mañana viajará a Alaska, otro estado apartado. Es un itinerario inusual para un candidato presidencial serio a solo dos meses de las elecciones.


"Estoy cubriendo la sección más antigua de los Estados Unidos, Maine, y voy a la sección más nueva, Alaska", explica Kennedy. "Pero en un sentido estricto, tanto Maine como Alaska tienen los mismos problemas porque son los problemas de los Estados Unidos en unos tiempos muy difíciles y peligrosos para todos nosotros".


Los reporteros le preguntan si está en Maine porque teme tener problemas en los estados del Sur que le obliguen a pelear por algunos votos electorales extra en el Norte. El nominado presidencial demócrata rechaza esa teoría y aduce que un candidato nacional tiene que hacer campaña en toda la nación.


"El Partido Demócrata es un partido nacional", dice. "Es el partido más viejo del mundo. En él hay granjeros, obreros, empresarios, rancheros, pescadores de Maine, mineros. Cubre todo Estados Unidos y creo que el problema que tiene cualquier candidato del Partido Demócrata es juntar a los múltiples grupos que han mantenido al Partido Demócrata y dar prioridad al interés nacional. Creo que al final tendremos éxito en noviembre, pero va a ser una campaña caliente, una campaña caliente tanto en el Sur como en Maine".


Por lo visto horas antes en un mitin en Presque Isle, para atraer el voto de unos maineses en general hostiles a su candidatura, Kennedy repite su discurso estándar sobre ganar el futuro en un mundo de competencias y amenazas exteriores pero adaptado al particular miedo a la destrucción nuclear que han desarrollado los habitantes del estado de los pinos en los últimos quince años.


"No queremos que las personas de África, América Latina o Asia busquen en Moscú o Pekín la esperanza, el secreto del futuro, los avances científicos, la producción de nuevos ingenieros, la afluencia de personas preparadas en sus fuentes de educación. No queremos que ellos nos demuestren que el futuro les pertenece a ellos y el pasado nos pertenece a nosotros. Creo que ese es el asunto básico de esta campaña. Está por encima de las diferencias entre los dos partidos. Yo creo en el futuro de este país. Todos lo hacemos. Y creemos que trabajando juntos, como lo hacéis vosotros aquí en este condado, plantando en la primavera y aprovechando las oportunidades cuando se presentan en el otoño; viviendo en el centro de la estructura defensiva de los Estados Unidos, que motivó al 'New York Times' a decir en 1958 que esta región era uno de los tres principales objetivos de la Unión Soviética en caso de otra guerra; viviendo en una vieja sección de los Estados Unidos pero sin embargo en la nueva frontera; pienso que compartimos una aspiración común por el futuro".


No hay comentarios:

Publicar un comentario