11 de septiembre de 1975. A sus 62 años, el Presidente Gerald Ford se estrena como campaigner presidencial en New Hampshire. Lo hace aprovechando que próximamente se celebra una elección especial al Senado entre el republicano Louis Wyman y el demócrata John Durkin para resolver de una vez una disputa electoral que sigue sin ganador desde el año anterior. Wyman ganó el primer recuento por 355 votos; Durkin ganó el segundo recuento por 4 votos; y Wyman ganó el tercero por 2 votos. Sin un ganador claro, se decidió convocar una segunda vuelta. Ford llega a apoyar a Wyman en la segunda vuelta y a poner las bases de su campaña presidencial de cara a la decisiva primaria del estado de granito.
El Presidente visita las ciudades de Exeter, Keene y Portsmouth. Solo han pasado seis días desde que sufriera un intento de asesinato en California y el Servicio Secreto está con los nervios de punta. A pesar de ello, Ford no renuncia a pasearse por las avenidas principales sacando medio cuerpo por el techo abierto de la limusina presidencial porque necesita que los neohampshireños lo vean.
En 2015, con motivo del cuarenta aniversario de la visita, Barbara Rimkunas, de la Sociedad Histórica de Exeter, escribirá sobre aquella jornada de campaña:
"En la primera semana de septiembre se anunció que Gerald Ford haría una visita de un día al estado para apoyar a Louis Wyman. Exeter fue escogido como uno de los lugares donde hablaría el Presidente. Con solo una semana para preparar la visita, Exeter se mantuvo ocupado. Se pintó el mástil del ayuntamiento, se repartieron banderitas por todo el centro y las autoridades locales fueron invadidas por las demandas del Servicio Secreto porque un día después de anunciarse la visita, Lynette Fromme, miembro de la familia Manson, apuntó al Presidente con un arma en Sacramento. Sin dejar nada al azar, los agentes del Servicio Secreto visitaron cada tienda de la Calle Water. Las tiendas podían permanecer abiertas el día de la visita del Presidente, pero no se podía abrir ninguna ventana de los pisos superiores. Todo el personal tenía que ser registrado. Incluso la jarra de peltre que se le entregaría al Presidente como regalo tuvo que ser comprobado con rayos x antes del gran evento.
"El jueves, 11 de septiembre, el pueblo era un hervidero. Aunque tenemos un flujo constante de visitas de candidatos presidenciales en años de elecciones, esta era la primera vez que un Presidente titular hacía una visita desde que vino Harry Truman en 1952. Ford llegó un poco antes de las 7 de la tarde acompañado por el gobernador y el candidato Louis Wyman. El discurso en el quiosco de música fue breve pero bien recibido por los vecinos que asistieron. Sin importar las tendencias políticas de cada uno, la multitud parecía encantada de haber sido escogida para una visita presidencial. De las miles de personas que asistieron al discurso, muchos se acuerdan más del Servicio Secreto que del discurso del Presidente. Muchos de los recuerdos que se recogen en una reciente publicación de Facebook son sobre el intenso dispositivo de seguridad:
""Recuerdo su comitiva pasando por el paseo de West Side y Ford saludando a todos. Los tipos del Servicio Secreto iban trotando junto a él y desplazando 'educadamente' a cualquiera que se acercara demasiado".
""Yo estaba de pie junto a la carretera delante de lo que ahora es 'Serendipity'. Un agente del Servicio Secreto agarró a un tío que estaba detrás de nosotros porque parecía que iba a coger un arma de su bolsillo trasero. Era su enorme cepillo para el pelo".
""Justo antes de que Ford llegase al centro, un pájaro atravesó una ventana superior de un edificio de la Calle Water en frente del ayuntamiento. Llamaron a mi padre para que recolocase el cristal porque el Servicio Secreto no permitía ninguna ventana abierta en la calle".
""Yo estaba en el despacho de abogados de Bob Shaw mirando por la gran ventana, después bajé a la calle e intenté darle la mano cuando la comitiva se alejó y el Servicio Secreto me tiró al suelo".
"El pueblo en su conjunto estaba contento con la visita de Ford, aunque no ayudó a Louis Wyman. Perdió la segunda vuelta de las elecciones en Exeter por 90 votos y a nivel estatal perdió por 27,000. Jay Childs recordaba: "Por lo que recuerdo, Ford provocó una mejor reacción de la gente que Wyman". No sabemos cuál fue la opinión del Presidente sobre su visita a New Hampshire. Una semana después estaba otra vez en California cuando Sarah Jane Moore disparó un arma contra él en San Francisco. Por lo menos en New Hampshire nadie intentó asesinarlo".
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